Nicole Kidman, la pecosa que se transformó en diva

Nicole Kidman, la pecosa que se transformó en diva
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Ahora hace unos veinte años una joven pecosa de bucles pelirrojos, actriz hawaiana en auge en tierras australianas se daba a conocer con el thriller ‘Calma total’. Le sirvió a Nicole Kidman de pasaporte a Hollywood. Allí sería fichada por un arrogante y poderoso actor llamado Tom Cruise, para participar y acompañarle en su ascenso al estrellato en ‘Días de trueno’. Fue el primer paso. Luego de más de una década en segundo plano, creciendo a más velocidad como actriz que como estrella, volvió a dar otro paso importante. Su independencia de la alargada sombra de Tom le sirvió para convertirse en la actriz mejor pagada.

Con la separación matrimonial le vino un impulso artístico incontestable, participando en buen puñado de títulos de gran calidad y prestigio, que le valieron algunos premios y, sobre todo, un mayor reconocimiento profesional. Ahora acaba de estrenar la superproducción ‘Australia’, que la eleva en el olimpo de las divas del cine.

La carrera de Nicole Kidman ha sido creciente, sin pasos timoratos, con valentía en papeles arriesgados que parecían evidenciar una actriz notable, de belleza sugerente y ambigua. Como así la pudimos disfrutar en su participación en ‘Billy Bathgate’, ‘Malicia’. ‘Retrato de una dama’ o la extraordinaria (y quizás su mejor papel) ‘Todo por un sueño’. Aunque, quizás por excesiva influencia de su esposo, accedió a participar en títulos con más exigencia de presencia física que de lucimiento interpretativo. Como las olvidables ‘Un horizonte muy lejano’, ‘Batman forever’ o ‘El pacificador’.

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A finales de los noventa, y cuando su físico empezaba a transformarse (por el coqueteo con la cirugía), un genio llamado Stanley Kubrick la eligió para compartir protagonismo junto a su omnipresente esposo en el que sería su último trabajo. En ‘Eyes Wide Shut’ se pudo ver lo que hasta entonces había sido Nicole Kidman: su valía como actriz, aun con escasas líneas de diálogo, y su poderoso actractivo. Y también empezaría a evidenciar que necesitaba (y buscaría) un camino en solitario, sin influencias abrumadoras para convertirse en una actriz sólida, bella y con mucho por dar. Este título sería el punto de inflexión en su futura carrera.

Poco después, y tras su sonada separación, Nicole comenzó a volar sola. A recoger los frutos de varios años forjándose como gran actriz y con ello llegaron los premios. Acumulando títulos prestigiosos, tallados al gusto y forma de los Oscars, como ‘Moulin Rouge!’, ‘Cold Mountain’, ‘Las horas’ (por la que se alzó con la dorada estatuilla), ‘Retrato de una obsesión’, culminando con la reciente ‘Australia’, que parece cortada bajo los mismo cánones (a la par que ensalza a un país tan afín al espíritu usamericano, y en el que ha encontrado una cantera de estrellas a importar: Cate Blanchett, Naomi Watts,...).

Con alguna escasa concesión a otras cinematografías, como fue su participación en ‘Los otros’ de Alejandro Amenábar, Nicole Kidman también participa en títulos en los que se convierte en el principal reclamo y cuyo salario se dispara. Hablamos de ‘La brújula dorada’, ‘La intérprete’ o ‘Las mujeres perfectas’.

En ese nuevo recorrido en solitario encuentra un nuevo amor, un hombre diametralmente opuesto a Cruise, un cantante de country borrachín, mucho más liberal y hogareño, que le da la estabilidad suficiente para formar una familia y seleccionar con más esmero sus trabajos. Sus apariciones en festivales, galas y premieres, ya convertida en toda una estrella de primer orden, la colocan en objetivo de los modelos lujosos, las joyas, los cosméticos y toda la parafernalia de la fama de una estrella. Así, se ve ensalzada como una actriz modélica para la farándula, donde el glamour y la idolatría exarcebada le dan la rigidez y la altivez propias de una diva made in Hollywood.

Será difícil que vuelva a plantearse trabajos arriesgados, porque su estatus y la edad son hándicaps ineludibles, pero esperemos que todavía su rictus, cada vez menos expresivo, nos ofrezca algunas alegrías. En el 2009 la veremos junto a una pléyade de estrellas en ‘Nine’, de Rob Marshall, y sin fecha concreta en ‘Need’, un drama que coprotagonizará junto a Naomi Watts.

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