'Gavilanes', menos culebrón que su predecesora

'Gavilanes', menos culebrón que su predecesora
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Lo confieso: yo fui uno de los que vio 'Pasión de Gavilanes' de cabo a rabo, aunque más por poder meterme en las conversaciones al día siguiente en el instituto que por amor a las telenovelas. Y como mucha gente, yo también acabé enganchado (no es algo de lo que esté especialmente orgulloso), por lo que tenía bastante curiosidad en ver cómo se lo montaban en Antena 3 para "adaptar" esta fórmula y emitirla en prime time; y la verdad es que el resultado no me ha dejado descontento.

A ver, no nos engañemos; 'Gavilanes' tiene su mayor atractivo en un elenco protagonista de chicas y chicos (sobre todo chicos) de muy buen ver, y no van a dudar en utilizarlo para atraer a la audiencia (dos minutos tardó Roger Berruezo en aparecer como Dios lo trajo al mundo frente a las cámaras), pero en este primer episodio también se aprecian pequeños atisbos de que no todo será drama extremo y amores imposibles, dando cabida también a un misterio y una investigación que ojalá no pasen por encima de la trama como ocurrió en la original.

'Gavilanes' prescinde de la exageradísima música dramática de la telenovela y es de agradecer que hayan desistido de incluir canciones al estilo "¿Quién es ese hombre...?" sólo por crear un fenómeno fan adolescente. Aporta también un toque más moderno; el rancho de caballos se ha cambiado por algo tan español como una fábrica de aceite y la escenografía tiene un estilo más urbanita y menos rústico.

La mayoría de personajes conservan el mismo nombre, por lo que la audiencia tiene fácil identificarlos, y aunque los actores han declarado que la historia no será la misma, el primer capítulo al menos sigue un esquema idéntico. Además, al ser una historia conocida, sabemos de antemano cómo va a acabar todo, y que el final de la serie, salvo sorpresa, va a ser feliz, evitando desenlaces desagradables a unos espectadores que sólo esperan que los protagonistas se casen al final.

El reparto es muy atractivo, no sólo en lo físico (que también) sino en lo interpretativo, aunque se han escapado un par de sobreactuaciones demasiado chirriantes; además, Carme Elías no me convence para nada como matriarca de la familia, y si de mí dependiera hubiera elegido a Marta Calvó para este papel antes que para el de Eva Suárez, un personaje con demasiado buen corazón para ser interpretado por Marta (o será que su papel de mala malísima en 'Motivos Personales' me marcó para siempre).

La audiencia ha respondido: Un 17,2 % y más de tres millones de espectadores no están nada mal. Habrá que ver ahora los derroteros que sigue la serie; si consigue mantener algo de misterio y acción y no centrarse demasiado en unas cursis relaciones sentimentales, es posible que pronto logremos olvidar el precedente. Sólo espero que no alarguen hasta el infinito la trama como ya ocurrió con 'Pasión de gavilanes'. Yo, de momento, voy a seguir viéndola.

En ¡Vaya Tele! | Los 'Gavilanes' levantan el vuelo

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