Seis series que han marcado un antes y un después en la televisión catalana

Seis series que han marcado un antes y un después en la televisión catalana

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Seis series que han marcado un antes y un después en la televisión catalana

El 11 de septiembre es una jornada de celebración en Cataluña. Es la popular Diada y hay innumerables actos a lo largo del territorio, reivindicando la historia y la cultura propias de aquí. Por esto hoy en ¡Vaya Tele! vamos a poner de nuestra parte y recordaremos las series catalanas que más huella han dejado en la memoria colectiva y que más escuela han creado.

El concepto de serie catalana, queramos o no, va unido a TV3. Puede que ahora haya cadenas privadas pero ninguna tiene el presupuesto para producir ficciones propias, algo que el canal autonómico sí ha hecho. Precisamente ayer cumplió 31 años desde sus primeras emisiones y desde entonces ha emitido ficciones que han sido un referente para el resto de la península. Estas son algunas de ellas.

‘Oliana Molls i l’astàleg de bronze’ (1985-1987)

No sé hasta qué punto muchos de nuestros lectores recordarán esta serie pero les invadirá la nostalgia automáticamente a aquellos que sí la conozcan. Se emitió al principio de TV3 y era una serie de aventuras absolutamente loca que iba dirigida al público juvenil. Era una especie de Indiana Jones a la catalana.

Olianna Molls (Pep Parés) tenía un objetivo: encontrar la estatuilla de bronce que un señor inglés, Lord Apricot, había escondido y que permitiría al descubridor llevarse toda su herencia. El aristócrata había dejado pistas por toda Catalunya y Oliana debía adelantarse als mans blanques (manos blancas). Era entretenimiento blanco y divertido para los jóvenes, y al ver los recuerdos que suscita está claro que conectó con su público.

‘Nissaga de poder’ (1996-1998)

Algunos pensarán que, si tiene que haber un culebrón, este debería ser ‘Poblenou’, que al fin y al cabo fue el primero en emitirse en la sobremesa de TV3. ¿Pero qué hay más mítico que la familia Monstolís pensada por Jordi Arcarazo y Josep Maria Benet i Jornet? Estos dueños de unos viñedos del Penedès eran capaces de todo con tal de mantener las apariencias y probablemente han protagonizado los arcos más brutales de la televisión catalana y de fuera. Este fue el desenlace:

Sólo hace falta ver quienes eran los protagonistas y villanos de la función. Eulàlia y Mateu Montsolís eran dos hermanos enamorados que durante su adolescencia tuvieron un hijo, que fue dado en adopción a una familia trabajadora, haciéndole creer que era hijo de Mateu y su amante. ¿Lo mejor? Este chico se casaría con su prima Abril, que moriría en un secuestro, y acabaría teniendo remordimientos por sentir algo por su tía... ¡cuando en realidad se estaba enamorando de su propia madre!

Cuando terminó de forma épica, TV3 quiso mantener la franquicia con ‘Nissaga l’herència’, que retomaría los personajes supervivientes unos años más tarde y que destinaron al primetime. El experimento no cuajó pero sirvió para ver como los dos hijos de Eduard (que no se conocían entre sí al ser de distinta madre) se enamoraban y tenían un bebé. Con tanto incesto, sería un milagro que el niño saliera sano.

‘La memòria dels Cargols’ (1999)

Esta serie tiene que estar en esta lista sí o sí por intentar conciliar el entretenimiento con el servicio público. La compañía Dagoll Dagom ideó una ficción que girase alrededor de una familia, los Cargol, a lo largo de 700 años. Así el espectador podía conocer la historia y costumbres de los catalanes desde el siglo XIII a la actualidad, permitiéndose el capricho que los Cargol heredaban rasgos muy similares, tanto físicamente como de personalidad.

‘Plats bruts’ (1999-2002)

Si tuviéramos que hablar del gran bombazo de audiencia de la historia de TV3, este sería sin duda ‘Plats bruts’. Su formato era muy claro: era la sitcom tradicional de toda la vida, esa que habíamos visto en las series americanas. Tenía sus escasos escenarios comunes y un público en directo que se lo pasaba pipa con las interacciones entre el López y David, que formaban una extraña pareja de compañeros de piso.

Jordi Sánchez y Joel Joan, además de protagonizar la serie, también eran los creadores y a diferencia de otras series españolas como ‘7 vidas’ jamás se apartaron del formato. Era comedia pura y dura con una chica que los compañeros procuraban enamorar, Emma, y una roba-escenas llamada Carbonell, la niñera de toda la vida de David cuya afición era sacarle brillo a la escopeta. Con audiencias superiores a un millón, crearía escuela en TV3 (‘Jet Lag’, ’13 anys i un dia’) y los catalanes todavía esperamos que la editen entera en DVD. Incluso en sus reposiciones demuestra que su humor es infalible.

‘Porca Misèria’ (2004-2007)

La moda de tener cerdos como animales de compañía empezaría en Cataluña con ‘Porca Misèria’, la serie escrita y protagonizada por Joel Joan, que también escribiría la canción de los títulos de crédito. Una obra cien por cien de autor sobre el arduo proceso de madurar y que seguía a Pere Brunet, un guionista de un programa de televisión, y a sus seres queridos. Una pieza generacional.

Lo más interesante, además, es que se atrevía con todos los géneros. Empezaría como una comedia bastante irónica y llegaría a niveles de dramatismo notables, sobre todo a partir de su segunda temporada. No titubeaba a la hora de poner a los personajes contra las cuerdas, procurando ser fiel a la realidad, y es una obra muy reivindicable y recomendable. Probablemente de lo mejor que ha salido de la península junto a ‘Plats bruts’.

‘Polseres vermelles’ (2011-2013)

Y, cómo no, este repaso hay que terminarlo con ‘Polseres vermelles’ (‘Pulseras rojas’). Albert Espinosa escribió una serie emotiva ambientada en el ala de pediatría de un hospital y el formato dio la vuelta al mundo. No sólo se ha emitido en el resto de España y multitud de países, también ha habido remakes en Italia y ahora en Estados Unidos.

El secreto del éxito es comprensible: las situaciones de la serie podrían ocurrir en cualquier hospital del mundo. La fina línea entre la vida y la muerte la conocemos, al igual que la alegría, la esperanza y la amistad, conceptos que tanto le gustan a Espinosa. Y ‘Polseres vermelles’, además, sirvió para demostrar que pueden hacerse series aquí al estilo americano, con un guionista cuya presencia se nota en todos los episodios y con episodios más breves, evitando muchas tramas de relleno.

‘Ventdelplà’, ‘La riera’, ‘El cor de la ciutat’ (que tuvo 1906 episodios), ‘Infidels’ o ‘Estació d’enllaç’ son algunas de las series que también podrían haber aparecido en esta lista pero que se han quedado a las puertas porque no podía ser eterna. ¿Pero cuál es la serie que más os ha marcado? ¿Os acordabais de ‘Oliana Molls’? ¿Y erais #TeamEulàlia a pesar de lo víbora, calculadora y asesina que era? Bona diada a tots!

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