El hombre que sabía demasiado, Hitchcock

El hombre que sabía demasiado, Hitchcock
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Alfred Hitchcock, probablemente el director de cine más popular de la historia, aunque no estaría de más hacer una especie de encuesta y comprobar si Steven Spielberg le ha robado ese "título" (creo que la cosa estaría muy reñida). Cuando se habla de él se tiende, un poco injustamente, a separar su obra en dos períodos, el británico y el americano, dándole mucha más importancia al segundo, en el cual realizó películas tan grandes como 'Psicosis', 'Los Pájaros' o ' Vértigo', por poner sólo tres ejemplos.

Un servidor considera también una obra maestra un film realizado en 1955 con James Stewart y Doris Day, y ganador del Oscar a la mejor canción, a la que siempre aludo en los posts de estrenos cuando me toca hacerlos, Qué será será. Dicho film es un remake lujoso, por decirlo de alguna manera, de la película que hoy nos ocupa, de igual título, y realizada en 1934, y entre cuyos actores figura el pequeño gran Peter Lorre. 'El Hombre que Sabía Demasiado' narra una historia de espionaje, en la que un matrimonio es avisado mediante un mensaje de que su hija ha sido raptada, y que su vida corre peligro en caso de que desvelen una importante información que han recibido recientemente de un amigo que acaba de ser asesinado.

Así pues, en base la historia es la misma que el famoso remake realizado 20 años después, aunque la forma de enfocarla de don Alfredo es bastante diferente. Por supuesto, la referencia debería ser la presente, aunque todos estaremos de acuerdo (o no) que la de 1955 es bastante superior por muchos y diferentes motivos, como el extraordinario uso del suspense o la interpretación de Stewart, incluso Doris Day estaba mejor de lo que solía estar (Day era una actriz que cuando la dirigían podía estar deslumbrante). En la versión de 1934 se va directo al grano, la película dura apenas una hora y cuarto, por lo que no hay tiempo para pararse en algunas cosas en las que sí se paró en la posterior versión.

Quizá por eso, la película tiene un ritmo perfecto, que alcanza su cenit en el estupendo y conciso clímax final. Hasta ese momento hay secuencias dignas de elogio, y por la que don Alfredo se ganó muy merecidamente todos los piropos que críticos y espectadores le hicieron a lo largo de las décadas. Baste apuntar por ejemplo, cierta visita a un dentista, momento éste de una tensión increíble en la que el espectador no sabe en ningún momento que es lo que va a suceder. Porque si habría algo que achacarle algo a esta película es que adolece de cierta previsibilidad, pero nada alarmante que impida disfrutar del film.

En cuanto a los actores, contar con Peter Lorre haciendo de villano es una garantía para cualquier película. Sin embargo, creo que aquí Lorre no está a la altura de otras interpretaciones. Su personaje, un poco increíble, está interpretado con un exceso de histrionismo, algo con lo que Lorre siempre estuvo rayando, pero en este caso es evidente que se le fue la mano. En el lado de los buenos, destacar el trabajo de Edna Best, actriz hoy totalmente olvidada, y que cumple a la perfección con su papel de heroína, marcando un antecedente en los típicos papeles femeninos de Don Alfredo (ya sabéis, su obsesión por las rubias). Excelente el detalle de guión, y que viste muy bien al personaje, de su afición por las armas.

Una película muy buena, que sin lugar a dudas, permanece entre lo mejor de Hitchcock de su etapa británica, haciendo gala ya de un perfecto equilibrio entre calidad y comercialidad. Este gran inglés sabía como hacer buen cine sin olvidarse ni un sólo momento del público en general. Pocos supieron mezclar ambos elementos con tanta sabiduría como él (Qué curioso, el nombre de Spielberg me vuelve a venir a la mente). Por si os interesa, 'El Hombre que Sabía Demasiado' está editada en dvd en una más que endeble edición de Divisa, algo muy raro en esta distribuidora. A ver si un día se animan a una reedición como Dios manda.

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