El pasado miércoles 11 de julio se estrenó ruidosamente 'Harry Potter y la Orden del Fénix', la quinta entrega de la exitosa saga del joven mago creado por la escritora J.K. Rowling. Las salas llenas y la recaudación por las nubes. Otro éxito. ¿Y la película? Es lo de menos, como ya pasó con otras megaproducciones comerciales este año, un 2007 que empezó muy bien y está empeorando de forma alarmante. La fórmula de los grandes estudios es clara y nos la estamos comiendo alegremente, sin rechistar. Te saturan con publicidad durante todo el tiempo posible hasta el estreno, incluyendo la venta del merchandising; luego te cobran la entrada y hasta el año que viene, a esperar que salga la siguiente y se repita el proceso. El producto les importa cada vez menos, aunque también hay que decir que el libro adaptado en esta ocasión no es precisamente brillante (sí, lo he leído). Porque si algo llama poderosamente la atención de esta nueva aventura de Harry Potter es que no pasa prácticamente nada, todo está liado de forma innecesaria para ocupar más minutos/páginas y poder vender así otra entrega más. La trama, de hecho, es la más absurda de las escritas hasta el momento.
'Harry Potter y la Orden del Fénix' supone el quinto curso de Harry en Hogwarts, la escuela para jóvenes magos, y allí descubre que su reputación está por los suelos. Nadie cree que Voldemort haya regresado y piensan que la versión que da Harry es totalmente falsa. Para colmo, el muchacho tendrá que vérselas con la nueva profesora del colegio, la odiosa Dolores Umbridge, enviada del Ministerio de magia para controlar todo lo que ocurre en Hogwarts. La Orden del Fénix se prepara para una batalla de la que Harry quiere formar parte.
No es nada casual que 'Harry Potter y la Orden del Fénix' esté basada en el libro más extenso de la saga y sin embargo sea la película de menor duración de toda la saga. De todas formas, tras verla, a uno le queda la sensación de que no han resumido del todo bien. Sigue sobrando mucho material, por irrelevante y por repetitivo, y falta tomarse tiempo en algunos acontecimientos verdaderamente interesantes. Lo más grave es que nos adelantaron que veríamos una gran batalla entre los dos bandos de magos y resulta que apenas dura unos minutos, concentrados al máximo en la parte final del metraje. El único contenido "novedoso" de esta entrega es algo ya visto en el trailer, el primer beso de Harry (¡oh, menudo acontecimiento cinematográfico!), y la muerte de un personaje relativamente importante, la supuesta gran sorpresa de este título. Me doy cuenta de que estoy pintando el panorama muy negro y lo cierto es que no todo es malo en esta 'Harry Potter y la Orden del Fénix'. A pesar de no contar casi nada, la película no se hace pesada y entretiene, quizá porque, como en anteriores entregas, el aspecto visual está muy cuidado y es bastante impresionante, o quizá porque acertaron plenamente dejando la dirección al desconocido David Yates. O, seguramente, por por ambas razones.
Y aquí me gustaría volver a lo que he comentado de pasada, la ridícula trama, culpa del material escrito por Rowling y de un guión que podía haberse trabajado y pulido mejor. No hay más que pensar en los diferentes planes que trazan los dos bandos. A ver, ¿os habéis preguntado por qué nadie le cuenta a Harry lo que busca Voldemort? No vale responder "porque entonces no hay película". Más aún, ¿por qué son tan torpes los malos en quitarle lo que buscaban a Potter? O incluso, ¿por qué se pelean todos con ridículos golpecitos de varita que no hacen daño y se sorprenden tanto cuando matan a uno de los magos? En serio, ¿acaso estaban jugando? Muchas preguntas y ninguna respuesta que no provoque risa. Otras más: ¿a qué esperaba Dumbledore, y antes de él toda la supuesta Orden del Fénix, para entrar en acción? ¿Por qué Voldemort se queda esperando a que aparezcan todos los magos para, entonces, huir? Y ya que es tan poderoso, ¿cómo es que sale a última hora para pillar por sorpresa a Harry en lugar de atacarle directamente? Aparte de todas estas muestras de que no hay un personaje inteligente en toda la película, también hay ciertos errores de guión un tanto clamorosos, como que no le piden disculpas a cierto personaje cuando se descubre que actuó en contra de su voluntad, o que Potter se olvide rápidamente de quién ha sido asesinado, en cuanto pasan unos segundos. En fin, dejémoslo en que el guión te vale para echar unas risas (a mí al menos me sirvió para eso) y que está más "pensado" para niños y para adolescentes demasiado preocupados con sus terribles y traumáticas vidas diarios como para pedirles que piensen cuando van a ver una película.
Algo que sí me parece una verdadera tomadura de pelo de 'Harry Potter y la Orden del Fénix' es su estupendo reparto. Supuestamente, íbamos a ver a una larga lista de buenos actores, pero lo que ocurre en realidad es que la mayoría apenas tienen unos minutos. Es el caso de Ralph Fiennes, Helena Bonham Carter, Emma Thompson o David Thewlis, por mencionar algunos. Supongo que no había presupuesto para tenerlos a todos más tiempo, ¿eh?
En conclusión, la nueva entrega de las aventuras de Harry Potter sólo será satisfactoria para los fans de las películas y/o los libros, para las fans de Radcliffe, y para los que se acerquen al cine con la única idea de pasar dos horas dentro de la sala, sin exigencias artísticas y lógicas de ningún tipo. Si eres de los que va poco al cine, te aseguro que no merece la pena; a menos que tengas que llevar a tus niños, claro. Repito, no te aburres, pero es que eso ya sería el colmo. Un poco superior a la desastrosa cuarta entrega pero inferior a las tres primeras (la mejor sigue siendo la de Alfonso Cuarón), 'Harry Potter y la Orden del Fénix' constituye otra muestra del cine comercial más exagerado, el de consumo rápido y olvido aún más rápido, tan abundante hoy día y que, mucho me temo, empeorará con el tiempo. Otro blockbuster en este 2007 que parece olvidar que el cine es algo más que una industria. A esperar la sexta. Yates repite y me han comentado que el libro es mejor que el quinto. Ya veremos.
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