'Kickboxer: Venganza' da lo poco que promete

'Kickboxer: Venganza' da lo poco que promete

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'Kickboxer: Venganza' da lo poco que promete

Ha llegado un punto en el que dudo que quede alguna franquicia hollywoodiense de la que no se haya al menos intentado sacar adelante un remake, reboot o secuela tardía. En algunos casos se descartará por no verle futuro comercial y en otras se encontrarán con la negativa tajante de alguno de sus responsables, pero la mayoría de ocasiones simplemente seguirán trabajando en ello hasta que, tarde o temprano, salga adelante.

Con ‘Kickboxer’ no dudaron en su momento en hacer hasta cuatro secuelas por mucho que ninguna contase con la participación de Jean-Claude Van Damme. Ha llovido mucho desde el estreno de la quinta entrega en 1995, por lo que se decidió realizar un reboot que esta vez sí contaría con el actor belga, aunque como el mentor del protagonista. El resultado es ‘Kickboxer: Venganza’, un discreto reboot que al menos da lo poco que promete.

Venganzas y patadas voladoras

Como muchos recordaréis, el pretexto argumental de ‘Kickboxer’ era que el personaje interpretado por Van Damme quería vengarse del luchador que había dejado paralítico a su hermano cuando el combate ya había finalizado. Por ello, tenía que someterse a un duro entrenamiento antes de poder saldar cuentas. En ‘Kickboxer: Vengeance’ eso es algo que se mantiene, pero se lleva al extremo, radicalizando los motivos del protagonista y centrándose de forma única y exclusiva en la venganza.

De hecho, el libreto de ‘Kickboxer: Vengenace’ escrito por Dimitri Logothetis y Jim McGrath elimina o reduce a la mínima expresión todos los detalles de la cinta original que no vayan encaminados en esa dirección -añade una subtrama policial bastante anodina, eso sí-, confiándolo todo a la habilidad de Alan Moussi para transmitir la furia emocional y, sobre todo, física de su personaje, el mismo al que dio vida Van Damme en la cinta original de 1989. Ahí es donde la cosa no termina de arrancar.

He de confesar que nunca he sido un gran amante de Van Damme como héroe de acción, pero eso no quita para que su carisma sea evidente -otra cosa es que la mayoría de sus películas sepan aprovecharlo-, algo que unido a sus habilidades físicas fue lo que le convirtió en una gran estrella. En el caso de Moussi no dudo de su capacidad para repartir estopa a sus oponentes de una forma que el cine de acción tiene ya algo olvidado -ahora lo que se lleva son los superhéroes-, pero sí de que tenga el gancho suficiente para liderar una cinta así.

’Kickboxer: Vengeance’, aceptable pese a sus numerosas limitaciones

Escena Dabe Bautista Kickboxer Vengeance

La cuestión es que en una película estás contando una historia y la escasez de talento interpretativo es algo que se puede compensar a través del carisma -más de un actor ha basado su carrera en ello-, pero algo importante falla si tu protagonista carece de ambas cosas. Quizá por ello se potencie tanto la rivalidad y también se incluya al ex-luchador profesional Georges St. Pierre pensando que intentando minimizar su presencia va a notarse menos. No cuela.

Tampoco ayuda mucho que Dave Bautista quede limitado a ser un villano de mera presencia física sin el más mínimo atisbo de profundidad. Cierto que ese aspecto concreto está bastante conseguido, compensando que su look coquetee ligeramente con el ridículo, pero me hubiera encantado saber algo más de él que el hecho de ser una máquina de matar. Con todo, al menos sabe actuar y eso siempre ayuda.

Escena Kickboxer Vengeance Van Damme

No me olvido tampoco de Van Damme, quien es cierto que tampoco se esfuerza demasiado, pero sí que al menos da la sensación de estar pasándoselo bien, compensando así todas las limitaciones de Moussi más allá de lo puramente físico -y complementándolo a la perfección en esa faceta-. Y es que puedo entender que quedasen asombrados con sus habilidades trabajando como especialista, pero de ahí a darle un papel protagonista como éste debería haber muchos pasos intermedios…

Por último, es una pena que no hayan contado con un director más solvente que John Stockwell, quien cae en la anodina corrección en las escenas calmadas y no logra explotar al máximo la tensión física de las peleas, cayendo en ocasiones en el error de cortar el plano con demasiada regularidad. Ahí precisamente había que exprimir a fondo las capacidades de Moussi para hacer cosas increíbles con su cuerpo. Algo hay -y los combates en sí mismos no están mal-, pero debería ser mucho más.

En definitiva, ‘Kickboxer: Vengeance’ es un nuevo comienzo que intenta ir directo al grano para compensar sus debilidades en otros aspectos. Eso hace que, pese a sus no pocos fallos, al menos no llegue a ser aburrida, que al final creo que es lo que todos le pedimos a una cinta de estas características -ojalá lo hubiera conseguido otro reciente y deficiente remake-. Eso sí, no deja de ser una cinta para echar el rato y nada más. De vosotros depende si eso os compensa.

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