'X-Men: días del futuro pasado', y llegó el orden

'X-Men: días del futuro pasado', y llegó el orden
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Lo reconozco: yo no soy mucho de películas de superhéroes. Me quedé en la primera fase de la locura comiquera llevada al cine allá que aparecía en mi más tierna adolescencia — 'X-Men' (Bryan Singer, 2000) o 'Spider-man' (Sam Raimi, 2002)— y ahí quedó todo. Si más adelante he visto algo más ha sido gracias —o en algunos casos— por culpa de mi hermano, gran aficionado al mundo Marvel y similares.

Precisamente fue él quien me puso 'X-Men: Primera Generación' ('X-Men: First Class', Matthew Vaughn, 2011) convenciéndome con un "salen Michael Fassbender y James McAvoy". Reconozco que me aburrió, pero algo debió interesarme cuando descubrí que tenía ganas —y aquí mi hermano estará orgulloso de mí—, de ver su secuela 'X-Men: Días del futuro pasado' ('X-Men: Days of Future Past', 2014), que recupera el director Brian Synger.

Su fuerte campaña promocional, la mezcla de personajes del pasado y del futuro —lo que suponía recuperar a Patrick Stewart, Ian McKellen o Hugh Jackman y juntarlos con esa nueva generación cañón compuesta por Fassbender, McAvoy y Jennifer Lawrence— y lo admito, verla antes que mi hermano para darle un poco de envidia, terminaron de convencerme. De antemano, perdonen mi ignorancia en ciertos aspectos del universo 'X-Men', aunque espero que os resulte interesante la opinión de una intrusa. El resultado fue de lo más satisfactorio: disfruté como una enana.

Y llegó el orden

magneto

Una de las claras intenciones de 'X-Men: días del futuro pasado' es la de ordenar un poquito el caos creado a lo largo de todas sus entregas, de idas y venidas de personajes, spin-offs y adaptaciones muy libres de los cómics. Y Bryan Singer lo consigue. Consigue que el espectador tenga un mapa muy claro de la trama y sus personajes y haga que se meta de lleno en la historia.

Y eso, creánme, es algo díficil si tienes en cuenta de que una servidora no está muy familiarizada con la(s) historia(s) de los mutantes y cuando hay viajes en el tiempo incluídos. Y es que la trama —sacada de los números 141 y 142 del cómic—, nos traslada a un futuro apocalíptico en el que los mutantes luchan por sobrevivir ante temibles Centinelas. Los supervivientes, capitaneados por Chales Xavier y Magneto, unirán sus fuerzas para enviar a los años 70 a Lobezno, que deberá convencer a los jóvenes Xavier, Magneto y Mística para evitar que Trask Industries construya esos despiadados Centinelas que acabarán con la raza mutante.

Así, 'X-Men: Días del futuro pasado' se convierte, a la vez, primero en precuela de la saga empezada en el año 2000 y en secuela de la cinta de 2011. Algo que parece muy complicado, pero que Singer consigue con un viaje en el tiempo. El viaje a los años 70 de Lobezno para encontrarse con un destrozado Charles Xavier, un criminal Magneto y una rebelde Mística que está lleno del consabido miedo a cambiar lo que no se debe y empeorar —más todavía— la situación. Los continuos regresos al futuro dotan a la cinta de ritmo, a la vez que mantiene el interés y la tensión.

mística jennifer lawrence

Además, y no hace falta que lo diga, 'X-Men' siempre ha sido una alegoría clara sobre el racismo y aquello de no aceptar lo diferente y temerlo por pura ignorancia. Una vez más, en esta nueva entrega, los mutantes luchan contra su extinción y por una justa y pacífica convivencia con los humanos que puede ser beneficiosa para ambos bandos.

Pero a pesar de la intensidad de la trama, 'X-Men: Días del futura pasado' también está lleno de toques de humor, mayormente protagonizados por Lobezno y ciertas referencias a títulos anteriores. La comedia consigue liberar la tensión y hace más ligera la cinta, sobre todo, en sus —para mi gusto— demasiado largas y aburridas secuencias de acción. Todo ello está aderezado con la muy efectiva y pegadiza banda sonora compuesta John Ottman.

El pasado y el futuro de los mutantes

xmen

La otra gran baza de la película es, claro está, su reparto. Creo que no hace falta que comente nada sobre Michael Fassbender —y su sexy y malvado Magneto—, Patrick Stewart, Ian McKellen o Hugh Jackman, pero sin duda, la gran sorpresa es James McAvoy, que quizá sea el que tiene el personaje más jugoso, junto al de Mística. Y es que uno no espera interpretaciones fuera de lo normal en una película como esta, y el buen hacer de sus intérpretes —y sus voces en la versión original. ¡Si es que por algo son estrellas!— mejora mucho el asunto.

A pesar del buen trabajo de sus actores y lo interesante de mezclar personajes del pasado con el futuro, la película peca de querer mostrarnos demasiados personajes por lo que no termina de profundizar en ellos salvo algunas excepción como la de el Profesor Xavier, Mística o Magneto y el aperitivo que supone la presencia de Mercurio— protagonizado por Evan Peters—. Es cierto que la presencia de algunos personajes es casi anecdótico o un guiño a otras entregas, pero echamos de menos mayor profundidad con ellos para entenderlos mejor.

A pesar de todo, 'X-Men: Días del Futuro Pasado' es entretenimiento del bueno con una historia interesante aunque en ocasiones nos aburran un poco las secuencias de acción. Y para los fans más acérrimos de la saga: hay escena post-créditos que da algunas pistas sobre la nueva entrega.

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