'El gabinete del doctor Caligari' al son de Toundra: cuando el post-rock abraza el expresionismo alemán

'El gabinete del doctor Caligari' al son de Toundra: cuando el post-rock abraza el expresionismo alemán

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Hay películas infinitas. Algunas de ellas por su complejidad y su capacidad para seguir sugiriendo y estimulando después de varios visionados. De 'Viridiana' a 'Eyes Wide Shut', pasando por 'Alien', 'Vértigo' o 'Perdición'. Otras porque su capacidad para hipnotizar al espectador con recursos a menudo limitados permanecen imperturbables a lo largo del tiempo. No se desgastan, no importa cuánto hayan sido citadas, parodiadas o imitadas. Es el caso de 'El gabinete del doctor Caligari'.

Este pasado miércoles 8 de mayo tuvimos ocasión de volver a comprobarlo en Madrid, en los cines Capitol, donde la maravillosa, tétrica, monocromática y silenciosa capacidad del clásico de Robert Wiene para petrificar a una sala entera volvió a ponerse de manifiesto. La hemos visto decenas de veces (de hecho, puedes hacerlo gratis porque está en el dominio público), pero su capacidad mesmerizante nunca se agota. Claro, que en esta ocasión, contó con ayuda.

La banda madrileña de post-rock instrumental Toundra fue la encargada de poner banda sonora al clásico del expresionismo alemán, y la elección de los organizadores del evento, Café Kino, para musicar la experiencia, no pudo revelarse como más acertada. Los ambientes circulares, opresivos, obsesivos y atmosféricos que invoca la música de Toundra son perfectos para dotar de vida renovada a una película cuyo argumento también va en busca del círculo perfecto. 

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Por eso, encajaba como un guante en su propuesta la idea de un tema musical de inicio que se repetía al principio y al final del metraje, al estilo de tantas bandas sonoras con una pieza recurrente. Entre este par de paréntesis que abrían y cerraban el concierto-película, Toundra dividió su actuación en seis temas que coincidían con las seis partes en las que se fragmenta 'El gabinete del Doctor Caligari, y que van contando cómo la llegada de un misterioso feriante a un pueblo alemán, cargado con un sonámbulo que adivina el futuro, coincide con unos terribles asesinatos. La conclusión de la película, en un manicomio, es el eco de su inquietante inicio, donde ya se marcan los acordes de una película ensimismada en sí misma como lo está Cesare, y que como los andares obsesivos de éste, tiene la lógica de un sueño. 

Post-rock contra el nazi

'El gabinete del doctor Caligari', como bien contaron los miembros de Toundra en una breve presentación antes del principio de la proyección, no es solo una extraordinaria película de terror, sino que puede entenderse como un aviso de los peligros del autoritarismo. Rodada durante la República de Weimar, en 1920, ha sido interpretada en numerosas ocasiones como una alegoría del nazismo que estaba a punto de brotar en Alemania. El terrible doctor Caligari sería así una fuerza maléfica que controla a indefensas poblaciones (el bueno de Cesare) para que obedezca sus inmorales designios. Toundra nos recordó que es importante no dejarse seducir por la hipnótica mirada de Caligari.

Y nos lo recordó con una serie de composiciones, muy en su estilo, que subrayaban los matices siniestros, los claroscuros de Caligari, el magnetismo del mal parejo a su absoluta abyección. Ritmos en espiral, melodías aparentemente sencillas pero con una engañosa profundidad enhebrada por la indiscutible pericia técnica de la banda, mucha percusión y acordes distorsionados... una estupenda manera de celebrar que 'El gabinete del doctor Caligari' es tan actual y válida hoy como en su día.

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La gente de Café Kino organiza proyecciones de cine mudo, a veces con acompañamiento musical exclusivo (lo ha hecho ya con 'El acorazado Potemkin' o 'Metrópolis'), a veces con un trasfondo educativo, en actividades para colegios. Es una forma de reflotar piezas de la historia del cine que nunca se han disipado del todo: las composiciones sinuosas de Toundra, que acompañan rítmicamente los inquietantemente cómicos saltitos de Caligari son la mejor muestra de que el cine mudo aún tiene voz para hablar de cosas más que pertinentes en el mundo actual.   

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