'Across the Universe', a través de los Beatles

'Across the Universe', a través de los Beatles
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Nunca he sido fan acérrimo de los Beatles, aunque algunas de sus inmortales canciones me encantan, como por ejemplo I want to hold your hand o Yesterday. 'Across the Universe' es un acercamiento al universo, valga la redundancia, del mítico grupo de Liverpool. De hecho podría decirse que si no es por las canciones de Paul McCartney y John Lennon, el visionado de esta película sería un completo tormento. Con ellas, se queda simplemente en sufrimiento, una constante del cine de Julie Taymor, quien con 'Frida' logró algo mínimamente decente, pero lo de 'Titus' no tiene nombre.

La historia de 'Across the Universe' no existe. Pretenden hacernos creer que se trata de una historia de amor entre un chico y una chica, a través de la cual se repasa un poco la ideología de los años 60, se reivindican ciertas cosas, y todo con la típica puesta en escena de su directora, petulante y pretenciosa, que no hace otra cosa que desviar nuestra atención y tragarse completamente su trama. Si al menos, hubiéramos tenido a cambio una película con un fascinante poder visual pues nada hubiera pasado, pero ni eso.

En un musical (género que a esta velocidad va a volverse a poner de moda, y no seré yo el que se queje) las canciones deben estar al servicio de la película, de su historia. Pero en 'Across the Universe' ocurre exactamente lo contrario: la película está al servicio de las canciones, con lo cual casi no hay película, por lo menos una coherente. El film es un compendio de números musicales sin el más mínimo sentido y relación entre ellos, más allá del hecho de que se trata de canciones de los Beatles. Sí, todas muy bonitas, pero para esto ya me compro el disco.

Y es que a pesar de que escuchar tantas canciones en una película puede resultar una experiencia altamente disfrutable para muchos, en la película no han sabido darle coherencia y continuidad a la sucesión de las mencionadas canciones. De hecho, el film parece un continuo desfilar de videoclips seguidos uno tras otro, mientras intentan colarnos una historia de amor de lo más increíble y sosa. Si uno la ve desde esa perspectiva pues incluso se lo puede pasar bien, pero como un servidor la vio pensando que veía una película pues sufrió de lo lindo. No voy a negar que algún momento aislado tiene fuerza, como por ejemplo la interpretación del tema Let it be, en el que Taymor sí consigue un equilibrio perfecto entre lo que se ve y lo que se escucha, logrando que a uno se le erice la piel. Lamentablemente sólo ocurre esa vez. En el resto, son únicamente las canciones las que dicen o expresan algo, y eso no es mérito de la película. Además, muchas de las canciones están metidas con calzador en la trama del film, como por ejemplo Dear Prudence, momento ése absolutamente ridículo y absurdo, realizado única y exclusivamente para que suene dicha canción, como la mayoría.

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En cuanto a la labor de los actores, los hay que se entregan con más pasión que otros, sobre todo a la hora de interpretar los temas musicales. Jim Sturgess es de un soso que asusta, da la sensación de que no se cree lo que canta y como actor resulta poco creíble y expresivo, ganándole la partida Evan Rachel Wood, que no es una actriz demasiado buena, pero aquí está bastante convincente, incluso se logra ver cierta progresión dramática en su personaje, por mucho que su enamoramiento del personaje de Sturguess no se lo crea ni ella. El resto de actores se limitan a desfilar lo mejor que pueden por la película cantando, bailando y poco más. Incluso hay alguna que otra participación estelar del mundo de la música, como las de Joe Cocker, que protagoniza uno de los pocos videoclips, perdón, momentos buenos del film; y Bono, líder de los sobrevaloradísimos U2, y que con su torrente de voz viene a decirles a los actores cómo hay que cantar. Eso sí, este tío es de los más anticinematográfico que existe, la cámara no le quiere nada... afortunadamente.

Una mala película que no logra lo que sí lograron otros títulos como 'Trabajos de Amor Perdidos' o 'Moulin Rouge'. Aburrida y por momentos soporífera. Eso sí, un servidor se comprará la banda sonora, la cual por cierto contiene tan solo la mitad de las canciones que salen en el film; huele a que en un futuro editarán un segundo disco, y no me extrañaría nada que sacaran más beneficios con el disco que con la película.

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