'Caballero luna' 1x04: aventuras a la antigua, terror sin cortapisas y un giro demencial tras el que nada volverá a ser lo mismo

'Caballero luna' 1x04: aventuras a la antigua, terror sin cortapisas y un giro demencial tras el que nada volverá a ser lo mismo

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'Caballero luna' 1x04: aventuras a la antigua, terror sin cortapisas y un giro demencial tras el que nada volverá a ser lo mismo

He de reconocer que no me lo esperaba en absoluto pero, contra todo pronóstico, y a pesar de la pereza que me suponía entregarme a una nueva producción catódica marca de la casa Marvel, he terminado devorando los primeros cuatro episodios de 'Caballero Luna' sin hacer ningún tipo de esfuerzo y disfrutando —no sin un buen puñado de peros, claro está— considerablemente de sus aventuras en clave egipcia.

Después de tres capítulos iniciales que evolucionaron en constante crescendo tras el dilatadísimo primer acto de 40 minutos con el que arranca la serie —que, por el momento, parece que hubiese funcionado a la perfección como una película de dos horas y media—, el cuarto, titulado 'La tumba', da un puñetazo sobre la mesa abrazando por completo el terror que ya venía sugiriendo y clausurando con un giro demencial que cambia por completo lo visto hasta el momento.

OJO, QUE A PARTIR DE AQUÍ HAY SPOILERS DEL CAPÍTULO 4 A MANSALVA

Caballero momia

Después de que Khonshu fuese capturado tras el espectacular clímax del capítulo 3 —y midpoint aparente del relato—,** Steve y Layla están a punto de enfrentarse a un reto tremendo sin ayuda divina que valga**. Tras una breve setpiece nocturna para ir abriendo boca, nuestro trío dúo de héroes se encaminan hacia la tumba de Ammit en un viaje un tanto accidentado a nivel emocional.

Durante el trayecto, Layla descubre el pacto entre Steve y Marc, según el que el segundo desaparecería por completo de la vida del primero una vez Khonshu desapareciese. Por supuesto, a Layla no le sienta demasiado bien la cosa, pero no hay tiempo para discusiones porque los hombres de Arthur Harrow van unos cuantos pasos por delante ya han llegado a la excavación.

Una vez se ha subrayado que ya no hay traje de curación que pueda servir de deus ex-machina de última hora, de resolver a medias la tensión sexual entre Steve y Layla y de regalarnos un chiste a lo 'Yo, yo mismo e Irene' —parece que llevábamos demasiado tiempo sin un arrebato de comedia salido de la nada—, el episodio nos introduce en el sepulcro de Ammit para desarrollar sus próximos compases de un modo que** recuerda a los mejores momentos de 'La momia' de Stephen Sommers**.

Una buena dosis de acertijos aderezada con exposición oral y augurios de lo que está por venir —incluyendo casquillos de bala y sangre fresca en lugares poco tranquilizadores— deriva en un pasaje que no disimula su pertenencia al género de terror, con un uso encomiable de las sombras y de los detalles truculentos; y, para muestra, ahí está la pelea entre Layla y el bicho en cuestión, en el que se utilizan como arma blanca los huesos rotos que asoman de una mano amputada.

Moon Knight Episode 4 Layla Vs Zombie Priest Ammit Tomb

Una vez Layla se ha deshecho de su atacante no-muerto, y mientras Steve ha avanzado por una ruta alternativa que le ha conducido hasta la tumba perdida de Alejandro Magno, Harrow entra en escena para mantener una conversación con la mujer, sugiriendo que fue Marc el responsable de la muerte de su padre. Cuando termina la cháchara —un tanto reiterativa, todo sea dicho—, Layla se reúne con Steve, que ha conseguido encontrar el ushebti en la tráquea de la momia de Magno, pero no está demasiado contenta...

Las palabras de Harrow han hecho mella en ella, y pide explicaciones a Marc, que toma control del cuerpo nuevamente y niega haber ejecutado a su difunto suegro pese a haber estado presente. La bronca se alarga lo suficiente para que los villanos lleguen a la cámara de Alejandro Magno en otro recurso narrativo típico del cine de cazatesoros y arqueólogos aventureros, pero, entonces, todo da un giro de 180º que promete una recta final de lo más interesante.

El sueño de Antonio Resines a lo Marvel

Moon Knight Episode 4 Marc Spector Hospital Running

El cara a cara entre Marc y Harrow supone un callejón sin salida que concluye con la decisión más lógica, y que implica que nuestro héroe reciba dos tiros en el pecho y se hunda en el agua de la parte trasera de la estancia en un plano realmente hermoso a nivel visual que, además, sirve de transición a... ¿¡Una película de aventuras con una relación de aspecto de 4:3!?

En efecto, las cosas están a punto de ponerse meta, porque el filme está reproduciéndose en la televisión e un recinto blanco impoluto habitado por lo que parecen pacientes y que grita "institución mental" a pleno pulmón. En él están Layla, cierto pez naranja que tal vez os resulte familiar y un Marc que sostiene en su mano una figura de acción del Caballero Luna —y ahora empezamos a comprender el motivo del fichaje de Benson y Moorhead para dirigir—.

Moon Knight Hippo God

¿Quién falta en esta ecuación? Un Harrow mucho menos amenazador que de costumbre y que parece ocupar el rol de terapeuta de Marc, quien pierde los nervios progresivamente mientras escucha las reflexiones sobre la ficción y la realidad del presunto psiquiatra e identifica detalles vistos a lo largo de su aventura egipcia —el bastón y el calzado de Harrow, el paraje al que se transporta en el primer episodio representado en un cuadro...—.

No vamos a negar que este giro dramático está demasiado trillado a estas alturas, lo cual hace aún más sorprendente que funcione de un modo tan efectivo. Puede que ayude el último tramo del capítulo, en el que Steve y Marc logran reunirse por primera vez en una misma realidad —abrazo inclusive—, y que clausura con un cliffhanger descacharrante que tiene a la diosa Taweret como protagonista: una aparición en absoluto aleatoria, ya que representa la vida, la regeneración y el renacimiento.

¿Estamos ante un nuevo inicio para nuestros héroes? Lo descubriremos la próxima semana.

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