'La casa de las flores: La película' es un regalo para los fans: la familia De la Mora regresa a Netflix con un divertido robo

'La casa de las flores: La película' es un regalo para los fans: la familia De la Mora regresa a Netflix con un divertido robo

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La familia De la Mora regresa y en esta ocasión no es que tengamos una sorpresiva temporada 4 (tres han sido suficientes), sino que Netflix estrena 'La casa de las flores: La película', un filme dirigido y coescrito por Manolo Caro en el que volvemos a las vidas de Paulina (Cecilia Suárez) y compañía.

Coescrita por Gabriel Nuncio, la película comienza con Delia (Norma Angelica), que enferma y en vísperas de una intervención médica tiene toda una epifanía. Las pequeñas de La Mora tenían un pequeño tesoro escondido en la habitación de su madre, incluyendo una prueba que demostraría que Agustín Corcuera, recién salido de la cárcel, sería el asesino de Pato, el padre de Paulina.

El gran golpe de Paulina

Siguiendo la tónica de la temporada tercera, el filme decide volver a alternar la historia de los De La Mora actuales con la de sus ancestros, retomando la trama de la temporada 3. Con una trama más culebronesca si cabe con Virginia (Isabel Burr) empeñada a descubrir la verdad sobre el asesinato de su querido Pato.

Al contrario que en tramos de la serie, esta trama paralela se siente integrada perfectamente. No solo a un nivel argumental, sino que las transiciones de presente a pasado se sienten como un río tranquilo que avanza mientras cambia el paisaje. Logran, además, mantener el interés y que no nos perdamos intentando conectar los puntos.

Quizás ayuda bastante esa trama de golpe/asalto a la mansión del presente, con Paulina convenciendo a sus hermanos que tienen que entrar en su antigua casa, regentada por Esperanza (Angélica María) y ese momento de infiltrarse en medio de una fiesta que la nueva dueña ofrece. Con divertidos momentos.

Ya he comentado en más de alguna ocasión que 'La casa de las flores' funciona mejor cuando abraza su lado más desenfadado y, por qué no decirlo mamarracho. Cuando Manolo Caro y compañía quieren ponerse más serios es fácil desconectar de la franquicia. Con la película no hay ninguna excepción, pero sí que las cosas que quiere explorar su director, con la gravedad que ello requiere, está mucho mejor manejado.

La familia en el centro

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Escribiendo el otro día sobre 'Parásitos' me topaba con unas declaraciones del director en torno a esa disyuntiva de vivir/compartir una casa con una familia, ese ser parte de ella, pero no serlo. Cuestión que también se toca de cierta manera en la temporada 4 de 'En terapia' con el paciente encarnado por Anthony Ramos.

En ese sentido, Manolo Caro incide muchísimo (a veces sin ganas de usarlo como subtexto) en el sentido de familia extendida dentro de su ya de por sí enrevesado organigrama de Los de la Mora. Pero esto es casi hasta un homenaje a tantas niñeras, criadas y demás gente que se ha dejado los cuernos y ha sacrificado tanto por unos niños ajenos. Es cierto que puede caer en el romantizar esta relación, pero el resultado es muy emotivo.

En líneas generales 'La casa de las flores: La película' es un buen regalo para los fans. Aunque si bien es verdad que queda lejos de ese primer amor de su año inaugural, es un buen y divertido recordatorio de por qué la familia De la Mora se ha ganado un buen puesto entre las familias televisivas de los últimos años.

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