'Castlevania' es violencia y pasión: ¡así se adapta un videojuego!

'Castlevania' es violencia y pasión: ¡así se adapta un videojuego!

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'Castlevania' es violencia y pasión: ¡así se adapta un videojuego!

Independientemente de los buenos resultados en taquilla de muchas de ellas, y de lo disfrutables que puedan llegar a ser, debemos reconocer que las adaptaciones de videojuegos realizadas hasta la fecha no han sabido capturar la esencia de sus referentes y ofrecer a los aficionados productos de los que puedan sentirse orgullosos.

Ha sido el genial productor Adi Shankar, una suerte de intruso en el sistema hollywoodiense experto en empatizar con el espectador para conocerle y servirle en bandeja de plata su producción soñada, quien ha llegado de la mano de Netflix para saldar cuentas con el desencantado fandom gamer con 'Castlevania': una maravilla animada para adultos en formato de miniserie creada por auténticos fans, cuya mayor lacra es su escasa duración, que la convierte prácticamente en un aperitivo.

Shankar y el fantástico guionista y autor de cómics Warren Ellis se remontan a los orígenes de la mitología Castlevania, y toman como referencia el clásico de Konami "Castlevania III, Dracula's Curse", lanzado originalmente en Nintendo NES en 1989, para dar forma al que se perfila como el homenaje perfecto a la saga.

'Castlevania', además de para encandilar al espectador neófito, está perfectamente diseñada para satisfacer al jugador veterano, ya entrado en años, que disfrutó de la franquicia jugable en su momento. Esto lo consigue a través de la inclusión de elementos reconocibles, como items recurrentes, personajes clásicos y, sobre todo, su protagonista: un Trevor Belmont que, además de conducir la historia, aporta un perfecto contrapunto cómico a la oscura salvajada de corte adulto marca de la casa Shankar.

Castlevania

La etiqueta "not for kids" que acompaña a 'Castlevania' hace honor a su contenido, promocionado por la propia Netflix en un tweet como "Rated-R as fuck" —algo así como jodidamente para adultos—. Más allá del lenguaje utilizado por el chulesco Belmont —a quien cede su fantástica voz Richard Armitage—, la serie hace gala de una buena ristra de secuencias en las que desmembramientos varios y riadas de hemoglobina están a la orden del día.

No obstante, además de con su delicioso tratamiento de la violencia, 'Castlevania' se distancia del público menor de edad a nivel temático, tocando temas como la corrupción eclesiástica y, especialmente, ahondando en el concepto del linaje, y la maldición ligada a la estirpe familiar y el apellido; subtextos trasladados a la pantalla con una técnica de animación tradicional impecable reforzada por ordenador, y un casting de doblaje remarcable.

Castlevania2

Sin lugar a dudas, el mayor defecto —por llamarlo de algún modo— de esta 'Castlevania' recae sobre su estructura narrativa y su duración. Los cuatro episodios de veinte minutos se antojan sumamente escasos teniendo en cuenta todo el potencial que atesora la producción, dando lugar a un arco apresurado en el que el planteamiento y la descripción de personajes abarcan el cincuenta por ciento del total.

Esta primera temporada de 'Castlevania' podría calificarse como un primer acto de una prometedora historia a desarrollar en su segunda entrega, ya confirmada con el doble de episodios. Una experiencia breve, pero sumamente intensa, cuyo clímax explota en un cliffhanger que, como un arme de doble filo, invita a la celebración y frustra a partes iguales.

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Sea como fuere, no puedo más que aplaudir y agradecer al equipo responsable de esta pequeña joya animada por dar, después de tantos años, la adaptación que el mundo de videojuego no sólo merecía, sino que estaba pidiendo a gritos junto a todos sus aficionados. Shankar, lo has vuelto a hacer.

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