El final de 'Succession' es extraordinario. Un episodio perfecto que corona al sucesor de Logan Roy y confirma que la serie de HBO Max es una de las mejores del siglo XXI

El final de 'Succession' es extraordinario. Un episodio perfecto que corona al sucesor de Logan Roy y confirma que la serie de HBO Max es una de las mejores del siglo XXI

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Succession Final Kendall

'Succession' ha llegado a su fin. Tras cuatro magníficas temporadas y 39 episodios inolvidables, el misterio alrededor de quién iba a suceder a Logan Roy ha sido resuelto de forma memorable. Los habrá que lancen ya las campanas al vuelo hablando de uno de los mejores finales de la historia de la televisión -si es que hasta todavía está reciente el sensacional desenlace de 'Better Call Saul'-, pero esos debates merecen una reflexión más reposada y yo lo que veo aquí es un cierre impecable para una historia que sobre el papel tenía mucho de culebrón familiar con tintes empresariales y que ha sabido siempre mantener un rumbo claro y respetar a sus personajes.

La identidad de quién acaba al frente de Waystar RoyCo seguro que sirve como base para multitud de discusiones, aunque también tengo claro que aquí no habrá reacciones tan encendidas como las hubo con el final de 'Juego de Tronos'. A fin de cuentas, todo el mundo en 'Succession' es deplorable -Greg era lo más parecido que había allí a una buena persona, pero hace tiempo que la ambición también se apoderó de él- y nadie puede defender de forma razonable la virtud moral de alguno de sus protagonistas para que que esa persona tuviese que acabar al frente de la empresa. Dicho esto, el final ha sido perfecto para todo lo que nos ha ido mostrando la serie, hasta el punto de que hasta se acordado de un suceso muy importante que tuvo lugar en la primera temporada.

Cuidado con los spoilers a partir de aquí

El nuevo rey

El anterior episodio dejaba bastante claro que Kendall estaba llamado a jugar un papel clave en el final de la serie. Desde el primer momento de la serie daba la sensación de que él estaba llamado a acabar al frente de Waystar RoyCo, sin importar si era realmente el indicado para ello. Y argumentos no le faltaban para ello, pues Jeremy Strong vuelve a demostrar una vez más lo bien que sabe reflejar el curioso patetismo de este personaje -que aquí alcanza cotas aún mayores con su charla final con Roman y Shiv cuando ve que va a perder algo que ya tocaba con las yemas de los dedos-, quien brilla más por oposición al resto -esa forma de “salvar” a Roman cuando va a dar el discurso en el funeral de su padre no deja de ser un tanto para él- que por su capacidad individual real.

Eso vuelve a ser presente en la forma en la que convence a sus dos hermanos de que tiene que el frente común contra Matsson tiene que ser con él al frente. A fin de cuentas, a Shiv se la han jugado en el último momento y la crisis de Roman al final del penúltimo capítulo es la demostración definitiva de que no sirve para esto. Ahí Jesse Armstrong juega muy bien con la idea de una reconciliación familiar, primero con el peculiar momento de la coronación de Kendall en casa de la madre de ellos y luego con el vídeo de su padre que ven junto a Connor. Y es que en esta última escena quizá sea el único momento de toda la serie en el que el personaje de Brian Cox parecía genuinamente feliz. Momentos mostrándose poderoso y triunfador ha habido muchos, pero de felicidad...

El problema es que un final feliz para 'Succession' habría sido un error, pues se sentiría así incluso si nos recalcasen que Kendall en el poder estaba abocado al desastre. De hecho, la serie ya nos había ido dejando caer cómo el personaje de Strong iba quedándose cada vez más aislado, tanto con todo el problema con su ex y sus hijos como con el repentino abandono de su secretaria. Siempre quedaba la opción es que esa soledad fuese encaminada a mostrar su aislamiento en el torno y cómo conducía eso hacia una autodestrucción inevitable, pero simplemente ha llevado a que se quede sin rumbo en la vida. Siempre había estado perdido pero con algo a lo que agarrarse y ahora ya no le queda nada.

Final Succession

Un cierre demoledor pero consecuente, como también lo es para Shiv por mucho que su cambio de idea a última hora pueda resultar sorprendente en primera instancia, ya que el personaje de Sarah Snook siempre ha sido más emocional que Roman y Kendall, de ahí su explosión inicial tras enterarse de la (nueva) traición de Tom, pero también es la que mejor sabe maniobrar para ir mejorando su posición. Y que así va a tener más poder que con Kendall al rente es indiscutible. Cuestión aparte es el deterioro emocional total del personaje y cómo su relación con Tom lleva tiempo condenada, pero que van a intentar seguir juntos está fuera de toda duda. Es la mejor derrota posible para ella -porque sigue estando sometida a los designios de otra persona-, así de sencillo.

Como era de esperar, todo ello ha estado acompañado de un guion preciso e impecable por parte de Armstrong, quien vuelve a dejarnos con momentos irreprochables con una facilidad inusitada. Obviamente, el trabajo de los actores también resulta imprescindible, tanto a la hora de recitar esos maravillosos diálogos como cuando han de tirar de un elemento más físico o gestual para reflejar al estado de sus personajes. Ahí está claro que ese desmoronamiento de Kendall brilla con luz propia, pero a mí me gustaría destacar ese breve enfrentamiento entre Tom y Greg, con el segundo mostrando, aunque sea sólo fugazmente, su determinación al golpear de vuelta a su mentor. A decir verdad, no me sorprendería que ser consciente de eso es lo que lleve a que Tom acabe salvándole de una “muerte” segura cuando él ya es el nuevo CEO. A fin de cuentas, Greg está pasando por una transformación similar a la que tuvo que hacer él mismo en su momento, pues no nos olvidemos que al principio no era más que la pareja con aspiraciones de poder de Shiv, y esta última poco menos que hacía lo que le venía en gana.

Eso sí, puede que Matsson sea quien acabe controlando Waystar, pero la ausencia de Alexander Skarsgård durante los minutos finales es otro recordatorio más de que 'Succession' es la historia de la familia Roy, de todo lo que les une pero, sobre todo, de todo lo que les separa. Y es que hasta el gran triunfador que es Tom no deja de ser un mero intermediario, alguien que sigue sometido a los designios de otra persona. No se puede decir que sea una derrota, sobre todo por la delicada posición en la que llegó a estar, pero no deja de ser curioso que lo que seguramente convenció a Matsson de apostar por él fuera el comentario de Shiv dejando claro que se sometería sin problema a la persona con más poder.

Gracias por todo, 'Succession'

Succession Final Shiv Tom

Y es que el imperio de los Roy ha caído, Waystar ya no es más que una pieza -aunque una muy importante- en el imperio de otro y aquí lo realmente importante era ver en qué posición quedaban sus personajes tras todo lo vista hasta ahora. Ahí ya no es que solamente sea imposible ponerle alguna pega, es que todas las piezas han acabado encajando a la perfección. Y es que ya apuntaba antes que para ver dónde encaja este episodio entre los mejores de la historia de la televisión hace falta un poco más de reposo, pero que 'Succession' es una de las mejores series del siglo XXI ya está fuera de toda duda.

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