'Juego de Tronos' 7x01: El norte no olvida en este magnífico estreno de temporada

'Juego de Tronos' 7x01: El norte no olvida en este magnífico estreno de temporada

48 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
'Juego de Tronos' 7x01: El norte no olvida en este magnífico estreno de temporada

Al fin ha vuelto ‘Juego de Tronos’. Empezamos contando en meses, luego fueron semanas y finalmente días, pero la espera ha concluido con la emisión de ‘Rocadragón’, el primer episodio de la séptima temporada que básicamente ha recuperado la historia donde se quedó en ‘Vientos de invierno’. Es ya un tópico hablar de estos inicios como una forma de situar las piezas en el tablero, pero es que en este caso realmente se siente como el comienzo de la partida final.

De hecho, David Benioff y Dan Weiss han aprovechado la ocasión para mostrarnos o explicarnos la situación de todos los personajes principales que aún siguen con vida. Por ello, ha reinado una relativa calma tras empezar por todo lo alto, pero los sucesivos descubrimientos y su propio desenlace han dejado claro que una espera una séptima temporada movidita. Ojo a partir de aquí, que la reseña va a estar repleta de spoilers.

Arya continúa su venganza

Norte

La muerte de Walder Frey no fue suficiente para Arya Stark y el inicio de esta séptima temporada nos lo ha dejado claro, pasando de los recuerdos de los Lannister a que “El norte no olvida”. De esta forma se completa el primer gran paso para cumplir su vengativa lista y además lo hace con un método similar al que llevó a la muerte a Robb, Catelyn y múltiples aliados, aprovechando de paso sus nuevas habilidades -¿hasta qué punto podrá usarlo sin que se vuelva repetitivo o pueda resultar hasta tramposo?-

No quedaba ninguna duda de la transformación de Arya, pero esa pequeña escena que muchos recordarán principalmente por el cameo de Ed Sheeran sirve para recordarnos varios detalles importantes. El primero es que su apariencia sigue llevando a que no se la tomen en serio -los soldados no pueden evitar echarse a reír ante la idea de que vaya a matar a Cersei-, pero también que Arya conserva su humanidad y no se ha convertido en otro monstruo. Ya tenemos muchos en Poniente y alguno más de camino.

La “alianza” entre Cersei y Euron

Cersei Jaime

Un gran acierto por parte de Benioff y Weiss situar literalmente a Cersei y Jaime sobre un mapa que ayuda a que el espectador tenga una noción más clara de lo que les espera con enemigos por todas partes, pero también que lo personal haga acto de presencia en la charla entre ambos. Ella está resentida por lo sucedido con Tyrion, mientras que él aún aguarda una explicación por el suicidio de Tommen.

La unión entre ambos es más fuerte que la sangre, pero cada vez hay más detalles -y bien gordos- que los separan. De ahí no puede salir nada bueno y Jeremy Podeswa, director del capítulo, ya juega con eso durante su charla, tanto en lo físico como a través del manejo de la cámara y el enfoque. Las grietas en su relación puede que aún no sean evidentes para ellos -a fin de cuentas, son hermanos y se quieren incluso más allá de eso-, pero sí que nos las están mostrando y habrá que ver en qué se quedan…

Euron

No obstante, lo que realmente importaba ahora es conseguir un aliado para que su derrota no esté asegurada y ahí es donde entra en escena Euron, un Pilou Asbæk que aquí muestra un parecido más que razonable con Joshua Jackson. Se nos han prometido grandes cosas de este personaje y la negativa de Cersei a unirse a él solo es un paso necesario para que él haga absolutamente cualquier cosa para conseguir su deseo.

La gran duda ahora es, ¿a cuál de los enemigos de los Lannister atacará antes? Daenerys parece la elección lógica, y también que en Dragonstone se puede armar una buena por el descubrimiento de Sam, pero él también necesita hacer fuerza para que Cersei ceda a “sus encantos” y Jaime había mencionado muy sabiamente que se necesita comida para no perder la guerra y que son los Tyrell quienes pueden proporcionarlo. Ese puede ser el regalo al que es imposible poner precio al que se refiere Euron… o también la cabeza de uno de los dragones de Daenerys.

Las diferencias entre Jon y Sansa

Sansa Jon

Ya se coqueteó con un posible distanciamiento entre ambos en el tramo final de la sexta temporada y aquí ha vuelto a quedar claro que no son completamente uña y carne cuando ella proponía una solución diferente a la de él delante del resto de sus aliados. Bien ilustrativo de ello es esa réplica de Jon diciéndole que casi parece que admirase a Cersei y también ese momento en el que Sansa casi le compara con Joffrey.

Por mi parte, creo que el verdadero problema es que cada uno de ellos ha padecido el poder de un enemigo diferente y simplemente priorizan lo que casi acabó con ellos. El problema es que vayan por caminos diferentes y eso pueda ser el final de ambos. A fin de cuentas, ella tiene a Meñique comiendo de su mano y solo necesita tomar la decisión de actuar por su cuenta para contar con el apoyo del ejército de quien aspira a ser su marido. Ya sería el tercero, y eso que el primero aún sigue con vida.

La reaparición de los caminantes blancos

Walker

Solo han tenido que volver a dejarse ver -recordemos que no llegamos a verlos en el final de la sexta temporada para que todos sepamos que ellos son el auténtico enemigo a vencer. A partir de ahí hemos tenido la charla de Sam con el Archimaestre, la llegada de Sam al muro, donde justamente le dejaron entrar tras hablar de ellos, los miedos de Jon a que se repita lo sucedido en Hardhome -espero que Tordmund no acabe cayendo ante ellos, pero es lo que parece- y la aparición de Sandor Clegane.

Clegane

Tras su inesperado regreso en la sexta temporada -prácticamente todos le dábamos por muerto-, aún quedaba por definir qué era lo que iba a aportar Sandor Clegane en este tramo final de ‘Juego de Tronos’, sobre todo tras unirse a la Hermandad sin Estandartes. Tras su fanfarroneo habitual -el ron es demasiado dulce para él-, vamos entrando en su relación con Beric, ya que él no termina de entender el motivo de que el señor de la luz les rescatase a él y no a muchos otros.

Esa visión en las llamas ya es suficientemente impactante hacia lo que está por venir -creo que nadie duda de que los caminantes blancos van a romper ese hechizo que protege al muro más temprano que tarde- y queda claro que acaba con cualquier duda que pueda tener Clegane, pero lo que me ha recordado a mí es que Melisandre está por ahí, desterrada. ¿Se cruzarán sus caminos? A fin de cuentas comparten esa conexión con el señor de la luz…

El descubrimiento de Sam

Sam

Estaba claro que la llegada de Sam a la ciudadela iba a tener varias consecuencias importantes para el devenir de la serie. La primera es que el Archimaestre interpretado por Jim Boradbent acaba creyendo al menos en parte los relatos de los caminantes blancos, pero su actitud es tan relajada que hay algo ahí que no termina de cuadrar. Cierto que se refiere a otras tragedias que se suponían que iban a acabar con todo y no lo hicieron, pero es imposible saber que eso volverá a suceder -¿o no, estará ya todo escrito?-.

Eso sí, el dato realmente esencial que aporta Sam es un descubrimiento esencial para poder derrotar a los temibles caminantes blancos: la localización del material necesario para acabar con ellos. El problema es precisamente su situación, ya que todo apunta a algo gordo allí. ¿La aparición sorpresa de Jorah, cuya enfermedad parece que no ha ido precisamente a menos, será el puente necesario para la alianza entre Jon y Daenerys?

La llegada de Daenerys

Daenerys

Al final de la sexta temporada la vimos partir y al comienzo de la séptima vemos cómo llega hasta Poniente. Pura transición para algunos, pero un paso necesario para mantener el ritmo de la serie, que no nos olvidemos que nunca se ha caracterizado por ser vibrante. Una vez en tierra, Daenerys ya puede poner en marcha su plan para acabar con Cersei, pero ya tendremos tiempo para conocer los detalles y también para ver cómo actúan sus nuevos aliados…

Comentarios cerrados
Inicio