Después de que el compañero Tones abriese la veda de estas sesiones dobles con críticas breves, es mi turno de traeros otro par de cintas que hemos podido disfrutar en este Festival de Sitges 2019. En este caso os hablaré de 'Bloodline' y 'VFW'; un par de títulos que tienen en común una enorme devoción por sus referentes.
'Bloodline'
No cabe duda de que la productora que ha llevado el cine de género —desde el terror más puro al thriller— a un nuevo nivel, complaciendo a un gran espectro de público y brindando piezas, por norma general, de una calidad más que decente, es una Blumhouse Productions de la que siempre suele esperarse lo mejor. Pero, como es lógico, es prácticamente imposible mantener el listón tan alto durante tanto tiempo.
En el caso de 'Bloodline', el debut cinematográfico de Henry Jacobson, nos encontramos ante una producción Blumhouse menor, pero, aún así, digna de ser ingerida sin demasiadas pretensiones. De hacerlo, encontraremos un juguetón ejercicio de estilo influenciado por Brian De Palma en el que los colores primarios, la sangre, y las turbias relaciones intrafamiliares actúan como máximos reclamos.
Por desgracia, más allá de la sorprendente buena labor de Seann William Scott en el papel protagonista y de su cuidada factura visual, el libreto de 'Bloodline' adolece una falta de sorpresas que impiden que la cinta sea reivindicada con más fervor entre la notable selección que nos está dejando este Festival de Sitges 2019.
'VFW'
Este año, Sitges 2019 nos ha traído a Joe Begos por partida doble y con dos proyectos radicalmente opuestos. Pero dejando a un lado la lisérgica y personal 'Bliss' —una suerte de contrapartida vampírica de la 'Climax' de Gaspar Noé—, no puedo hacer menos que aplaudir el retorno del realizador estadounidense a sus amados años 80 en 'VFW'.
En su nuevo delirio, que se alinea más —en cuanto a espíritu— con sus dos primeros filmes 'Casi humanos' y 'Poder mental', Begos se viste de John Carpenter en una divertidísima versión de 'Asalto a la comisaría del distrito 13' con veteranos de guerra siendo asaltados por una horda de punks que parecen sacados de 'Mad Max'. ¿Suena apetecible? Pues creedme que sabe mucho mejor.
Una ambientación de primera, gore a mansalva y una narrativa sencilla pero muy efectiva son algunas de las virtudes de una 'VFW' que encuentra su mayor reclamo en un grupo de protagonistas carismático y encarnado por leyendas de la talla de Stephen Lang o Fred Williamson. Puede que no estemos ante una de las mejores piezas de esta edición del certamen pero, sin duda, estamos frente a una de mis favoritas.
Ver 1 comentarios