Edgar Wright explica cómo los cines pueden recuperar la magia para no perder la batalla con Netflix

Wright
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Edgar Wright teme que el auge de plataformas de streaming como Netflix podría llevar a que el público deje de ir al cine a ver las películas, sobre todo porque las diferentes cadenas están descuidando lo que debería ser una experiencia inigualable.

El director de películas como 'Zombies party' o 'Baby Driver' ha aprovechado su participación en una conferencia con la UK Cinema Association para expresar su deseo de que las salas de cine recuperen la magia que según él han ido perdiendo. Wright empezó destacando el poco interés que parece tener la industria del séptimo arte en este punto:

Siempre me ha sorprendido en este industria, en Londres pero especialmente también en Hollywood, cuánta gente que trabaja en ella, productores y directores, que no van a ver películas con público. Quizá sea porque tienen salas privadas y muy sofisticadas en casa. Yo tengo una pero todavía voy al cine porque quiero ver la película con gente. Es muy importante para mí. Todavía quiero tener la misma emoción que tuve viendo 'Star Wars' cuando tenía 3 años.
Rodando Baby Driver

Por ello, Wright, que actualmente está inmerso en la post-producción de  cree que son los propios cines los que tienen que cuidar al máximo a sus clientes si no quieren arriesgarse a que acaben tirando la toalla y conformándose con echar mano de Netflix y otras plataformas:

Cualquier cosa que hagáis para que sea mágico es vital. No queréis perder la batalla con Netflix porque la gente que va al cine no sienta que está sacando algo de la experiencia. Tiene que haber una razón para ir a esa sala y no verla en un iPhone en el tren. A mí me gusta ver cosas en Netflix, pero en cierto tengo que salir, irme del sofá. Me gusta ir al cine. La televisión y el streaming están haciendo mucho ruido, pero yo siempre he intentado hacer películas que sientes que has de ver en la gran pantalla.

Menos anuncios, por favor

El director de 'Bienvenidos al fin del mundo' no dudó en señalar uno de los principales culpables: el exceso de anuncios antes de cada proyección. Para él los trailers tienen todo el sentido del mundo, pero la cosa cambia con todo lo demás:

Los anuncios son muy largos. No es en todas las cadenas, algunas son peores que otras. Además son más largos en las grandes películas. No me importa ver trailers. Los trailers son geniales para ver con público y un barómetro estupendo para saber si algo va a ser un éxito o no... pero anuncios, podría tener un 50% menos (...) Uno sabe cuando vaya a ver 'Sin tiempo para morir', la nueva película de James Bond, que te vas a tragar un anuncio de relojes, uno de cervezas y otro de coches, y todos te van a mostrar escenas de la película que estás a punto de ver.
Craig

Además, Wright también apuntó que los spots que también pueden verse en la televisión son especialmente molestos: "No quiero que sean parte de mi experiencia cinematográfica". Lo que se olvidó de destacar es que cada vez hay más espectadores con poca educación que pueden estropear la experiencia, pero también depende del cine tomar medidas para ello, pero se que no les interesa.

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