Cuando se anunció el casting de 'Vengadores: Endgame', las especulaciones y apuestas sobre el personaje al que interpretaría la estrella de 'Por 13 razones' Katherine Langford corrieron como la pólvora. Muchas fueron las voces que apuntaron a Kate Bishop, hija de Ojo de Halcón; pero finalmente terminó siendo la versión adulta de Morgan Stark, a quien nunca llegamos a ver en el montaje final del filme.
Hoy, más de medio año después del estreno del último evento del Universo Cinematográfico de Marvel y gracias a Disney+, hemos podido ver la emocionante escena eliminada en la que Tony se reencuentra con su hija en la misma dimensión en la que Thanos lo hizo con Gamora, todo ello después de sacrificarse para acaba con el Titán Loco usando el Guantelete del Infinito.
Una ausencia más que justificada
Joe Russo, además de comentar la escena, ha incidido en los motivos por los que decidieron eliminarla del corte para cines de 'Endgame'. Razones relacionadas principalmente con el ritmo del filme y la carga emocional de la escena en sí y sus predecesoras.
"Esto es lo que, originalmente, ocurrió después de que Tony chasquease los dedos. Le enviamos a lo que podríamos llamar la 'estación de paso' para reflejar lo que le ocurrió a Thanos con su hija en 'Infinity War'. Cuando pusimos esto en la película, sentíamos que la frenaba en seco, y él hacía algo parecido en la siguiente secuencia cuando lee su propio panegírico. Cuando tienes tantas secuencias seguidas, puedes diluir el valor de cada una de ellas."
Además, una de las claves fue la ausencia de la Morgan adulta durante el resto del largometraje, lo cual minimizaba considerablemente el impacto de su aparición en el momento de marras.
"Como esta versión adulta de Morgan nunca estuvo en la película, mientras veíamos la escena en post, empezamos a sentir que nunca tuvimos demasiada conexión emocional con ella. Aunque sea una actriz maravillosa, nunca tuvimos mucha conexión emocional con el personaje porque no lo habíamos visto antes".
Francamente, y a pesar de que la escena, fuera de contexto, resulta sobradamente emotiva, la decisión de eliminarla y los motivos expuestos para hacerlo no podrían parecerme más acertados. Después de todo, una de las máximas de la creación cinematográfica —y literaria, por supuesto— reza aquello de "kill your babies" por algo.
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