Echo de menos sorprenderme en el cine, pero tráilers, juguetes y redes sociales lo han convertido en una misión (casi) imposible

Echo de menos sorprenderme en el cine, pero tráilers, juguetes y redes sociales lo han convertido en una misión (casi) imposible

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Echo de menos sorprenderme en el cine, pero tráilers, juguetes y redes sociales lo han convertido en una misión (casi) imposible

Este artículo contiene secretos a voces spoilers de 'Godzilla vs. Kong' y algunos otros blockbusters estrenados durante los últimos años. Si sois muy susceptibles a ellos, leed con pies de plomo

Seré claro cristalino de buenas a primeras: echo muchísimo de menos sorprenderme en una sala de cine. Extraño esa sensación de quedarme pasmado ante el inesperado bombardeo de estímulos de 'Matrix', de ahogar un grito como en la última escena de 'Múltiple', o de ser vapuleado por una 'Vengadores: Infinity War' que me pilló con la guardia baja y que me hizo permanecer al borde de la butaca cada minuto de su inesperado metraje.

Cada día es más complicado exponerse completamente virgen a una película o serie de televisión y así poder disfrutar plenamente de todos sus giros dramáticos y ases en la manga. En lugar de esto, la industria ha caído en una espiral de sobreinformación —centrada, sobre todo, en tráilers y campañas promocionales demasiado reveladores— que podría definirse como poco menos que una trampa mortal para la emoción.

Esto resulta incluso más molesto en una época en la que fórmulas y patrones están a la orden del día, y en la que cualquier detalle desvelado antes de tiempo hace aún más fácil destripar el contenido de un largometraje. Y, como muestra, ahi está una 'Godzilla vs. Kong' que anticipó la aparición de Mechagodzilla en avances y en su línea de juguetes, haciendo evidente una alianza entre las dos criaturas protagonistas en un tramo final precedido por un previsible trámite de una hora y media.

Tráilers del infierno

De entre todas las malas praxis que pueden llevarse a cabo para caldear el ambiente de cara a un estreno, una de las más abominables es la del "tráiler-resumen"; una suerte de versión concentrada en poco más minutos de la trama íntegra del filme a vender que encuentra uno de sus máximos exponentes de los últimos tiempos en la 'Náufrago' de Robert Zemeckis.

En 140 segundos, el avance de la cinta protagonizada por Tom Hanks no se limita a darnos una idea general de su premisa; además, opta por recopilar varios puntos de inflexión de la historia y del arco de su protagonista e, incluso, llega a revelar que el bueno de Chuck Noland saldrá con vida de su gran prueba de supervivencia y que se enfrentará a un duro reencuentro durante el tercer acto.

Por supuesto, este no es el único ejemplo de publicidad-spoiler que podemos encontrar haciendo un mínimo de memoria. Casos como el de la 'Spider-Man 3' de Sam Raimi, que la resumía con pelos y señales; el de 'The Amazing Spider-Man 2', que destripaba el funesto destino de Gwen Stacy ampliamente conocido por los fans; o el de 'Jurassic World: El reino caído', que llegó a levantar las críticas del productor Colin Trevorrow —"si no has visto el tráiler, ve a ver la película"— son tres muestras más de una lista interminable.

No obstante, en esta era de largometrajes evento, sobre todo dentro de un nutrido cine de superhéroes con una base de fans enorme y fuertemente asentada, lo verdaderamente irritante es la aparente necesidad de la industria por utilizar todo golpe de efecto posible durante la campaña promocional que, de haber permanecido oculto hasta el lanzamiento, hubiese hecho saltar al público de la butaca.

Sin ir más lejos, se me ocurren varios ejemplos dentro de diferentes franquicias, empezando por un DC Extended Universe que reventó el impacto que hubiese supuesto ver en pantalla grande a la Trinidad compuesta por Batman, Superman y Wonder Woman en 'Batman v Superman: El amanecer de la justicia'; algo muy similar a lo que ocurrió con la innecesaria presentación de Visión en los tráilers de 'Vengadores: La era de Ultrón' o con el regreso de Harry en 'El círculo de oro' tras su aparente muerte en la primera 'Kingsman'.

Es totalmente comprensible que estos pequeños detalles sean vistos por las compañías como carnaza comercial para atraer al público a los cines; pero como espectador habitual este de tipo de productos, ávido de sorpresas, cada vez soy más reticente a ver algo más que un teaser de pocos segundos antes de entregarme a los muchos placeres que pueden ofrecerme. Tan sólo de imaginad la victoria de Thanos mostrada en un tráiler de 'Infinity War' y sabréis a lo que me refiero.

No hay lugar donde esconderse

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Ya lo cantaban Martha and the Vandellas: no tenemos dónde huir ni dónde escondernos. Y es que, si conseguimos refugiarnos de los odiosos tráilers-spoiler, aún tenemos que esquivar otra peligrosa e inesperada bala capaz de arruinar toda esperanza de disfrutar con pureza y castidad del estreno del momento: la terrible industria juguetera.

Podría escribir un artículo dedicado única y exclusivamente a recopilar todas las sorpresas cinematográficas y televisivas arruinadas por un Funko Pop. Sólo dentro del Universo Marvel, estas figuras cabezonas de ojos enormes ya nos avisaron de que Scott Lang se convertiría en el Hombre Gigante en 'Capitán América: Civil War', sugirieron —de forma bastante evidente— que el misterioso papel de Jude Law en 'Capitana Marvel' sería el de Yon-Rogg, y anticiparon que Bruce Banner era el vengador que pilotaba el Hulkbuster durante la batalla de Wakanda de la mencionada 'Infinity War'.

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Pero más allá de esta línea de merchandising —que también ha hecho de las suyas con sagas como 'Piratas del Caribe'—, otras compañías como Neca o Lego también han mermado el choque de, por ejemplo, ver alienígenas en 'Indiana Jones y el templo de la calavera de cristal', el regreso de los chestbursters en 'Alien: Covenant' o descubrir la verdadera identidad del comandante Cobra en 'G.I. Joe: The Rise of Cobra'.

Si a todo esto le sumamos el hecho de que un fandom enfervorecido con ansia de recolectar retweets y unos medios de comunicación que tienden —salvo honrosas excepciones— a hacerse eco de cualquier filtración y fotografía para difundirlas a bombo y platillo, convierten Twitter en un campo de minas plagado de spoilers, queda claro que corren muy malos tiempos para las sorpresas.

Por suerte, en su momento nos libramos de saber de antemano que Bruce Willis estaba fiambre al final de 'El sexto sentido'. Jé.

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