Nueve películas para creer en Dios

Nueve películas para creer en Dios

24 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
Nueve películas para creer en Dios

Hoy concluye la Semana Santa. Se acaban, afortunadamente, las procesiones, los rezos y el eco del martirio. Como muchas otras personas no soy creyente. No creo más en Dios de lo que puedo creer en gnomos, unicornios, elfos o Supermán. El enorme poder de sugestión del séptimo arte puede llevarme hacia la creencia de todo ello, Dios incluido.

Tras ofreceros una lista de films que ofrecen una visión inolvidable de Jesucristo, vamos con otra de nueve títulos que, durante su visionado, es necesario creer en lo imposible, al menos para el disfrute de las mismas dentro de su propio universo y coherencia.

Pasad y creed.

'El séptimo cielo' ('7th Heaven', Frank Borzage, 1927)

Una de las cumbres del cine silente que, en la primera ceremonia realizada de los Oscars se llevó tres estatuillas, incluyendo la de mejor director. Borzage fue un director bastante espiritual, y algunos de sus films tenían una poderosa carga religiosa, pero jamás sin chirriar lo más mínimo. La historia de amor entre Janet Gaynor y Charles Farrell pasa por la recuperación de la fe, un milagro y sobre todo la filosofía de "mirar hacia arriba".

'Extraño cargamento' ('Strange Cargo', Frank Borzage, 1940)

Un grupo de prisioneros huyen a través de la jungla, enfrentándose a diversas calamidades. Uno de ellos ejerce una misteriosa influencia sobre el resto, a los que va redimiendo uno a uno. Llena de suspense y fuerza, Dios entra dentro de su argumento con una enorme coherencia.

'El difunto protesta' ('Here Comes, Mr. Jordan', Alexandre Hall, 1941)

Un clásico que no obtuvo en su momento demasiado reconocimiento —el remake de Warren Beatty, 'El cielo puede esperar' ('Heaven Can Wait', 1978), fue injustamente más popular— pero es una delicia absoluta, incluso a día de hoy. Un hombre muere antes de que la hora le llegue, por lo que reclama una segunda oportunidad; volverá a la Tierra ocupando el cuerpo de otra persona. Inolvidable Claude Rains.

'Dos en el cielo' ('A Guy Named Joe', Victor Fleming, 1943)

Un film poco conocido, pero afortunadamente muy reivindicado —sobre todo por Steven Spielberg, que hizo un remake del mismo—; un clásico del fantastique que pasa por la creencia de un cielo en el que todo se maneja a la perfección y se encarga a algunos recientes fallecidos ser la inspiración de los vivos. Sensacional Spencer Tracy, como siempre.

'¡Qué bello es vivir!' ('It´s a Wonderful Life', Frank Capra, 1946)

Un título mítico donde los haya que curiosamente fue un fracaso en el momento de su estreno. Fue adquieriendo la condición de culto con el paso de los años gracias a los pases televisivos del film, sobre todo en Navidad. El film empieza con un plano del universo y Dios encargándole una especial misión a un ángel para que obtenga sus ansiadas alas. El resto es Historia del Cine.

'La palabra' ('Ordet', Carl Theodore Dreyer', 1955)

Hay un cadáver en el salón

No hace falta decir nada más.

'Los jueves milagro' (Luis García Berlanga, 1957)

Una de las magistrales películas de nuestro querido Berlanga, en la que un grupo de vecinos de un pueblo deciden inventarse un milagro para que el balneario que allí hay recupere la popularidad de antaño. Otra de las sensacionales sátiras de su director, aquí con Richard Basehart en un papel muy peculiar.

'El exorcista' ('The Exorcist', William Friedkin, 1973)

Si se cree en Dios, se ha de creer, por lógica, en el Diablo, que aquí parece haber poseído a la pobre Linda Blair. La única esperanza para ella es un exorcista. Otra de las grandes películas de Friedkin, que se llevó un muy merecido Oscar al sonido.

'Hecho en el cielo' ('Made in Heaven', Alan Rudolph, 1987)

Un hombre fallece y en el cielo conoce un alma femenina de la que se enamora. Tendrá treinta años para encontrarla de nuevo en la vida terrenal, borrando de su mente su paso por el cielo. Un film extraño incluso dentro de la filmografía de su director, pero en cierto punto fascinante. Cameo y gloriosa canción por parte de Neil Young.

Comentarios cerrados
Inicio