Segunda película de Alejandro Amenábar. Cinta de culto, entre la ciencia ficción y el melodrama, con Penélope Cruz y Eduardo Noriega, sobre los celos, la juventud, y la fragilidad del miedo y la belleza. Un interesante rompecabezas con ecos de David Lynch y de Calderón de la Barca, en una película que consagró a su director.