'El juego del calamar' pone en pie de guerra a los traductores españoles contra Netflix: "Pan (duro y reseco) para hoy, hambre para mañana"

El Juego Del Calamar Cartel
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'El juego del calamar' es la ficción del momento. Ha destrozado el récord de serie más vista de Netflix hasta ahora en manos de 'Los Bridgerton' y su popularidad parece no tener techo. Eso no quiere decir que haya estado libre de polémica, pues ha habido acusaciones de plagio, también de misoginia o el problema derivado de haber utilizado un número de teléfono real.

Más barato pero con sus consecuencias

Ahora han sido los traductores españoles los que han alzado la voz contra ella. Bueno, contra la serie en sí misma no, sino contra la decisión de Netflix de utilizar traducción automática poseditada para realizar los subtítulos en español de la serie coreana.

Algunos quizá os estaréis preguntando qué es eso de traducción automática poseditada. Pues básicamente es utilizar algún servicio de traducción al estilo de GoogleTranslate y le envía el resultado a una persona que se encarga de hacer los ajustes necesarios (los mínimos posibles, eso sí) para darle sentido al resultado. De esta forma, la tarifa que se paga es muy inferior, pero el resultado también se ve afectado. Aquí podréis leer un hilo de twitter que explica en detalle el proceso y a qué se debe su auge.

Desde ATRAE, la Asociación de Traducción y Adaptación Audiovisual de España, no han dudado en criticar con dureza esta decisión de Netflix para la realización de los subtítulos de 'El juego del calamar' en un duro comunicado lanzado a través de su página web, del cual me gustaría destacar el siguiente párrafo:

Desde ATRAE urgimos a las plataformas a que hablen con sus proveedores para que dejen de utilizar la traducción automática poseditada y que confíen en el talento humano de los traductores,  que es grande, abundante y la única manera de que las producciones de Netflix (o de cualquier distribuidora) lleguen a los espectadores con la calidad que merecen. Lo contrario solo lleva a unos resultados deficientes que, inevitablemente, desembocarán en una pérdida de reputación, clientes y dinero para las distribuidoras, un servicio deficiente para los usuarios y una precarización aún mayor del sector. Pan (duro y reseco) para hoy, hambre para mañana.

Por el momento, Netflix no se ha pronunciado al respecto, ni de forma pública, ni contestando por privado a ATRAE tras lanzar el comunicado en cuestión, pero algo así seguro que no les ayuda precisamente poco después de saberse que iban a subir otra vez sus tarifas en España.

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