Me he enganchado a 'Acacias 38' en el capítulo 1.247, y esto es lo que he encontrado

Me he enganchado a 'Acacias 38' en el capítulo 1.247, y esto es lo que he encontrado

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Acacias Todos

Cuando se estrenó en 2015, en TVE, 'Acacias 38' no lo tenía nada fácil. Debía competir de tú a tú, y con las mismas armas, con las ficciones históricas plenamente afianzadas de Antena 3: 'Amar es para siempre' y 'El secreto de Puente Viejo'. Pero su responsabilidad era mayor porque partía de una triste paradoja.

'Amar es para siempre' era el spin-off de una serie de éxito de TVE: 'Amar en tiempos revueltos'. Y cuando decimos de éxito nos referimos a historia de la televisión (así, en plan altisonante) porque supuso un cambio de tendencia en la parrilla y puso de moda los seriales de época vespertinos.

Así que 'Acacias 38' nació para batirse el cobre con quien habría podido ser su aliada de cadena y que ahora era el peso pesado de la competencia. Un propósito que no había logrado su antecesora, también ficción de época, 'Seis hermanas'.

Ahora, más de 1.200 capítulos, cinco temporadas e innumerables personajes después, es un pilar de la parrilla de La1. Y tal vez no hace unas cifras de infarto pero ha encontrado un público muy fiel que le sigue cada tarde y que le proporciona una media de share en torno al 8%, con casi un millón de espectadores.

La convivencia entre clases sociales

La serie, producida por Boomerang TV, nos sitúa en los inicios del siglo XX, en un barrio burgués de una gran ciudad, y tiene como referentes otras ficciones de "criados y señores" como 'Arriba y abajo' y 'Downton Abbey'. Los conflictos de clase están muy presentes, sobre todo, por la relación que se establece entre ciertos jefes tiránicos y sus empleadas, pero siempre lo hace desde un punto de vista armonioso en el que lo más importante es la buena convivencia.

Las tramas no tienden tanto a la lucha contra las desigualdades como a un interés por mostrar los problemas cotidianos de cualquier familia; de la que los sirvientes forman parte activa. Ellos pueden convertirse en la misma fuente del conflicto, en gran medida, por su carácter desenfadado y cercano.

Y aunque tenemos referencias políticas e incluso alguna trama policíaca, el gran tema es el amor, mejor si es prohibido, entre personas de diferente clase o, queriendo visibilizar historias que hasta hace poco estaban vetadas en televisión, del mismo sexo.

El amor como gran tema

Maitino

Así, una de las grandes líneas argumentales es la que protagonizaron Camino (Aria Bedmar) y Maite (Ylenia Baglietto), historia que una espectadora reciente como yo percibe como algo muy grande que sucedió hace muy poquito, y que aún puede tocar con la punta de los dedos.

Camino, que ahora está casada, no ha superado la separación de su amada, que tuvo que marcharse de España. Ahora, parece que pueden retomar su relación por carta. Aunque nos parezca antiguo, nos recuerda a tiempos de pandemia y WhatsApp.

Con la otra gran trama me sucede lo mismo. Siento que justamente me he enganchado cuando había acabado lo mejor de ella. Se trata del triángulo amoroso entre Felipe (Marc Parejo), Genoveva (Clara Garrido) y Marcia (Trisha Fernández). Resumiendo y spoilerando: resulta que Felipe y Genoveva estaban casados pero Felipe a quien quería era a Marcia, la criada de la casa. Una historia de amor que acabó de forma trágica cuando Genoveva la asesinó.

Ahora se está desarrollando el juicio contra Genoveva, lo que nos lleva a una trama de investigación. Pero cada vez que mencionan a Marcia, siento como un espinazo de nostalgia por no haber podido conocerla, como si hubiera tenido auténtica mala suerte al no engancharme antes a la historia.

Los muy malvados y los muy cómicos

Ursula

Para que una ficción diaria triunfe a lo largo de más y más capítulos, son claves sus protagonistas, por supuesto, pero quizá mucho más sus antagonistas. En una historia en la que hay tantos momentos de calma, de explicaciones y consecuencias, su aparición en cada escena nos brinda la promesa de un zasca tras otro, de diálogos rotundos y acciones para recordar.

‘Acacias 38’ ha sido el hogar de malas carismáticas como Cayetana (Sara Miquel) y Úrsula (Montse Alcoverro), pero, en esta temporada, está un tanto huérfana de mala uva. Tenemos a Genoveva sí, que con eso de ser una asesina ya va bastante cargada. Pero su maldad no es de cuna, sino que se ha producido por una vuelta de tuerca que le hace perder un poco de fuerza.

El otro gran pilar de este tipo de series es su alivio cómico. Esos personajes secundarios que, igualmente, estamos esperando que aparezcan en escena porque se les permite ser mucho más atrevidos. Y la serie se ha decantado, claramente, por estos segundos.

Son muchos los personajes humorísticos: Casilda (Marita Zafra), Jacinto (Jona García), Marcelina (Cristina Platas), Servando (David Muro)… incluso Rosina (Sandra Marchena) y Bellita (María Gracia) tienen sus momentos. Es un rasgo clave que nos muestra que la serie apuesta por un entretenimiento más desenfadado y liviano.

Sangre fresca

Soledad

Otra de las claves de las ficciones seriadas es ir renovando su plantel de actores para que puedan aportar nuevas tramas y perfiles. Atrás quedó esa idea de "estirar el chicle" mientras aguantara.

Las series diarias, además, lo tienen más difícil que las semanales para mantenerse frescas ante unos espectadores que lo pueden tolerar todo menos el aburrimiento. Precisamente, hace muy poquito que 'Acacias 38' cumplió cinco años en antena y, para celebrarlo, prepara la llegada de nuevos personajes.

La primera será Soledad (Silvia Marty), que entrará como criada en casa de los Bacigalupe. Más tarde, se incorporará el matrimonio formado por Roberto (Mikel Larrañaga) y Sabina (Ana Goya), junto con su nieto Miguel (Pablo Carro). Eso sí, desde TVE no han desvelado el motivo por el que estos se mudarán al barrio.

'Acacias 38', un éxito internacional

Uno de los aspectos más llamativos de la serie creada por Aurora Guerra es su reconocimiento fuera de nuestras fronteras. Italia siempre ha sido un país que aprecia mucho la ficción española. La versión de 'Médico de familia', por ejemplo, tuvo incluso más temporadas que la original.

Cuando Mediaset estrenó 'Una vita' (el nombre que le dio a 'Acacias 38') en 2015, lo hizo con un 20,8% de share, un éxito para el Canale 5. La serie ha sido lo más visto del prime time durante mucho tiempo y los actores se han convertido en celebridades en el país vecino.

Otros países en los que el formato ha tenido muy buena respuesta son Argentina y Chile. Pero, seguramente, el caso más curioso sea el de la región de Oriente Medio. En 2018, la productora Beelink Producciones compró los derechos para versionarla en 'Eugénie Nights', una serie que ha sido adquirida por Netflix (aunque no se puede ver en nuestro país).

Pensando en los #acaciers

Al principio, usar las redes sociales para promocionar una serie era una estrategia minoritaria que solo llegaba a unos pocos; ahora es fundamental para conectar con los seguidores. No tiene nada que ver con un tráiler o un spot, pues su bidireccionalidad permite establecer poderosos vínculos con los receptores.

'Acacias 38' sabe cuidar a sus fans con una completísima web en la que ofrece contenidos adicionales que responden a la estrategia de TVE de ampliar los universos transmedia de todas sus ficciones.

Por ejemplo, con motivo del Día de la Visibilidad Lésbica, el site preparó una serie de vídeos que recordaban la historia de amor entre Maite y Camino, también conocidas como #Maitino.

Además, se publican entrevistas, reportajes y especiales. Y en la sección "A la carta" del ente público, se pueden ver todos los capítulos de la serie (y de todas las ficciones y programas de TVE).

En cuanto a las redes, la cuenta de Twitter de la serie es muy activa. En sus actualizaciones diarias invita a sus casi 80.000 seguidores a comentar las peripecias de los personajes. Además, retuitea los mensajes de sus fans, a los que llama #acaciers, porque sabe que es clave dirigirse a ellos de una manera cercana, que les haga sentirse parte de la comunidad.

'Acacias 38', una ficción de época que sabe navegar en aguas digitales y que renueva las clásicas historias de amor para adaptarlas a lo que los espectadores quieren ver en este 2020 tan convulso.

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