¿Cuánto cuesta un espermatozoide de Vincent Gallo?

Según el blog del realizador James Israel, Vincent Gallo estaría vendiendo su semen a través de internet.

Como si no fuera suficiente con el cunnilingus caníbal de Trouble Every Day; la fellatio asfixiante que nos descubrió a Chloé Sevigny como una aventajada pupila de Linda Lovelace, y la próstata embrujada y la divertida colonoscopia de Robert Ebert, conspicuo crítico de cine estadounidense a quien Gallo llamó "cerdo obeso con la mentalidad de un tratante de esclavos" por criticar su filme The Brown Bunny...

¿Quieres tener un hijo de Gallo? Pues no basta que estés dispuesta a pagar el millón de dólares que pide por su esperma (en realidad, por uno sólo de sus espermatozoides, a menos que tengas suerte y salgas embarazada de gemelos, con lo que tendrías dos espermatozoides por el precio de uno. Una ganga...). El actor, notorio simpatizante del partido Republicano (y del presidente Bush, dicho sea de paso), advierte que la aspirante-compradora deberá reunir ciertas condiciones: ser rubia natural de ojos azules. Gallo aclara que "no existen deformaciones genéticas conocidas entre sus ancestros ni antecedentes de enfermedades genéticas".

James Israel se pregunta si acaso todo este asunto sea real. Habrá que esperar a que la página VGmerchandise.com, especializada en ventas de artículos relacionados con Gallo y que alojaba el anuncio, vuelva a estar en línea para averiguarlo.

Esperamos que no haya sido una avalancha de solicitantes lo que la haya tumbado. Actualización: El anuncio está de nuevo en línea y, a decir verdad, no tiene desperdicio alguno. No sólo pide una rubia natural, sino Mr. Gallo "se reserva el derecho a dar su esperma a personas con oscuros todos de piel".

Cualquiera que pueda probar un nexo familiar directo con algún soldado alemán de mediados del siglo pasado también recibirá un descuento.

Pero Mr. Gallo, al parecer, no tiene problemas con los judíos, aunque por muy pragmáticas razones.

En caso de que el niño (o niña) desarrolle una carrera cinematográfica o en el campo de la música, su conexión con la fe judía podría garantizarle una buena oportunidad para que su trabajo obtenga buenas críticas y hasta un premio en el festival de Sundace y hasta un Oscar.

Esto, definitivamente, tendría que ser una broma de dudoso gusto.

Para quienes se lo estaban preguntando: sí, al parecer está dispuesto a complacer aquella madre que prefiera el método de fertilización natural.

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