Reese Witherspoon más que una rubia legal

No vengo a escribir sobre la tercera parte de "Legally blonde", que seguramente pueda producirse en un futuro, sino de la carrera de una de las actrices más emergentes de la última década, Reese Witherspoon. Esta norteamericana de 29 años tiene ya un caché de 15 millones de dólares por película. Y es que las actrices que son capaces de llenar las salas de cine por ellas mismas, valen eso y algo más.

Sus comienzos, sin embargo, fueron dubitativos y algo descorazonadores. Pero, a pesar de fallar en la prueba que le hicieron para "El cabo del miedo" que finalmente se llevó Juliette Lewis, ella estuvo unos años con papeles menores hasta que en 1996 hizo "Fear" junto a Mark Wahlberg, un thriller menor pero que cuajó en el público juvenil. Luego en 1998 vino "Pleasantville" y en 1999 "Crueles intenciones" que protagonizó junto a su marido Ryan Phillippe (un remake de "Las amistades peligrosas" pero actualizada temporalmente). En el camino fue desechando algunos papeles, como por ejemplo "Scream".

"Election" (con varios premios de la crítica) y "American psycho" aumentaron su popularidad en el momento justo que apareció su papel más famoso, Elle Woods en "Una rubia muy legal" en 2001, que tuvo su secuela dos años más tarde (convirtiéndose en ese momento en la actriz mejor pagada, por encima de Julia Roberts). La interpretación de este personaje tan inocente, jovial, pero ganador a la vez, cuajó en todas las taquillas. Luego la última en el 2004 "Vanity fair".

Este año estrenará una comedia romántica Just like heaven y un drama sobre la vida de Johnny Cash, interepretado por Joaquin Phoenix Walk the line.

Sin perder la cabeza, Witherspoon ha conseguido meterla de lleno en la élite comercial de Hollywood. La deseamos de igual manera que lo consiga también en el reto de convencer artísticamente y de mantenerse allí durante mucho tiempo. Quizá lo más difícil.

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