Los realities increíbles (pero adictivos) de MTV


He de confesar una cosa antes de nada. Como esté haciendo zapping y en la MTV haya algún reality, estoy perdida. Ahí que me quedo, hasta con ‘The City’, que debe ser el reality de ricos más soso de la historia. No sé qué tienen estos programas que hacen que te quedes pegado a la televisión, sobre todo cuando algunos resultan totalmente increíbles y cuesta pensar que pueda haber gente que de verdad viva así. Y eso que el esquema de muchos es muy parecido, con una cámara que se mete en el día a día de unos jóvenes durantes unas semanas.

Ejemplo, ‘My super sweet 16‘. Cada uno de sus capítulos sigue a un adolescente de posición adinerada organizando la fiesta con la que va a celebrar su 16º cumpleaños, al que en EE.UU. se suele dar bastante importancia (a esa edad ya pueden sacarse el carné de conducir, por ejemplo). Podemos verlos montando una especie de ceremonia para entregar las invitaciones que parece una audiencia con la reina de Inglaterra, o llevando a su instituto a estrellas deportivas, o llorando al acabar la fiesta porque el coche deportivo que les han regalado es rojo en lugar de rosa.

Pero eso casi no es nada al lado de ‘Teen Cribs‘, una versión de otro programa similar con famosos, que se dedica a enseñar las casas de adolescentes ricos. Es un poco como esos reportajes fotográficos con los que empiezan siempre los números del ‘Hola’ con las viviendas de esos aristócratas de los que no hemos oído hablar en nuestra vida, o como uno de esos posts de casas de famosos de Decoesfera, pero más a lo grande. No es raro que en bastantes de esas mansiones haya, por supuesto, piscina climatizada, bolera, sala de cine, gimnasio y hasta un arcade en miniatura.

Por supuesto, no todos los realities de MTV van sobre adolescentes que nadan en dinero, porque ahí están ‘Embarazada a los 16‘ o ‘Teen mom‘ para mostrarnos otro sector de la sociedad que lo cierto es que puede resultar un poco deprimente. En los dos, al igual que en ‘My super sweet 16’, se cuenta todo desde el punto de vista del adolescente, con breves voces en off en primera persona que explican lo que está pasando y carteles que nos indican la semana en la que pasa lo que estamos viendo, añadiendo también un título como si fueran capítulos de su diario.

Eso lo comparten con el que de verdad me tiene a mí enganchada, ‘Made, ¡quiero cambiar!‘. Es un genuino placer culpable en el que chicos con un sueño acuden al programa para que les ayude a hacerlo realidad. Pero a veces estos chicos no tienen el talento, ni se esfuerzan lo suficiente, para ser cantantes de hip-hop, o modelos de tallas grandes, o animadoras, o reyes y reinas del baile de promoción o jugadores de fútbol americano. ‘Made’ les dice que es perfectamente posible perseguir tu sueño, pero a veces es poco realista y acabas viendo más cómo estos adolescentes reciben un baño de realidad un poco deprimente.

Y no hablamos de ‘Jersey Shore‘ porque ya lo haremos con detenimiento, que es un fenómeno que necesita su propia explicación. Todos estos realities se basan en la curiosidad que suscita asomarse a las vidas de otros y certificar que la nuestra no está tan mal, o asombrarnos de cómo viven algunos. Son en general bastante blancos y no van buscando la polémica (menos ‘Jersey Shore’),y lo cierto es que aportan bien poco a tu experiencia como espectador. Pero hay que ver lo que cuesta despegarse de ellos.

En ¡Vaya Tele! | ‘Teen Moms’ y la actual MTV

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