‘La habitación de Fermat’, el ‘Cube’ español

Unos matemáticos son encerrados en una habitación que irá mermando si no resuelven los problemas que les llegan a una PDA. Luis Piedrahita y Rodrigo Sopeña dirigen a Lluís Homar, Alejo Sauras, Elena Ballesteros, Santi Millán y Federico Luppi en ‘La habitación de Fermat’, que se estrena el día 16 de noviembre.

Muchas veces, por ejemplo con ‘La zona’ o ‘Adiós, pequeña, adiós’, quiero decir que para ser una opera prima el resultado es muy bueno. Y luego me da reparos, ya que hay operas primas en la historia del cine que son obras maestras. Sin embargo, con ‘La habitación de Fermat’ nos encontramos claramente ante uno de esos casos de opera prima con los fallos esperables en alguien que comienza. O que al menos queremos achacar a ese motivo porque deseamos que sus siguientes films sean mejores.

A pesar de los evidentes defectos de este film se puede decir que aparentemente funciona, pues tiene un par de buenos momentos hacia el final que dejan con un recuerdo más positivo que negativo, especialmente si no te planteas muchas cosas. Pero si nos ponemos a analizar detenidamente su guión, no hay por dónde cogerlo.

La primera cuestión es el retrato de personajes de los matemáticos. Son personas que tendrían que tener cocientes intelectuales superiores al 150 y, sin embargo, las frases que pronuncian no las diría ni el más tontito de una película de adolescentes descerebrados. Y no es que los hayan querido mostrar como personas extrañas, asociales o autistas, cosa que daría más juego, sino que se ha intentado que parezcan mentes brillantes, pero con un comportamiento normal. Por supuesto, el reparto no ayuda a paliar esta tremenda deficiencia y es imposible que nos creamos a ninguno de los protagonistas en sus papeles.

‘La habitación de Fermat’ consiste en plantear un juego: es la inteligencia de los presentes lo que los debería sacar del encierro. SPOILER Por ello resulta absolutamente frustrante que la solución la encuentren de forma casual en lugar de utilizando la cabeza. FIN DEL SPOILER. Éste es el fallo de guión mayor de todos. Aparte de eso, los juegos supongo que son demasiado fáciles para eminentes matemáticos.

Una cosa es que haya juegos dentro del guión y otra muy distinta que los autores se lo hayan planteado como un juego. El punto de partida de ‘La habitación de Fermat’ es interesante, aunque no demasiado original, pues ahí tenemos la evidente referencia de ‘Cube’. A partir de ahí, los guionistas y directores han desarrollado el guión sin demasiado trabajo y, a pesar de no tener suficientes conocimientos matemáticos, han introducido las primeras pruebas que han encontrado. Aquí se nota una falta de seriedad a la hora de elaborar el guión que no debería admitirse por muy benevolentes que seamos como público. Si se quiere presentar a gente con inteligencia superior, habría que hacer un mínimo esfuerzo para que colase. O bien se pide asesoría, o bien se investiga… o como mínimo se le dan más vueltas a las cosas.

Mira que soy defensora del humor, pero no del humor a cualquier precio. He oído chistes malos y luego están los de ‘La habitación de Fermat’ . Tanto que necesitan ser recalcados para que se note que son bromas. Aunque fuesen buenos supondrían una salida de tono no porque no quepa el humor en las películas serias, sino porque este estilo de chistes no encajan en las situaciones y los personajes.

En cuanto a lo que no es guión o interpretación de actores, se pueden encontrar también muchos detalles algo cutres. En este aspecto es donde decía que espero que se deba todo a que es una opera prima y que los directores vayan aprendiendo para próximos trabajos. Con un bueno guión, estos defectillos de producción se podrían obviar sin el más mínimo problema.

Resumiendo: la premisa es buena y tiene momentos resultones que pueden hacer que se salga de la sala con una impresión positiva. Pero en un análisis algo menos somero, en seguida se encontrarían incongruencias.

Aquí se puede ver el tráiler y la página oficial.

En Blogdecine | Se rueda ‘La habitación de Fermat’, con Santi Millán, Alejo Sauras y Federico Luppi.

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