‘Odette: una comedia sobre la felicidad’ para peluqueras y dependientas

‘Odette: una comedia sobre la felicidad’ (‘Odette Toulemonde’, 2006) nos habla de una empleada de grandes almacenes, viuda y con unos hijos que no le dan más que disgustos, pero que es feliz gracias a los libros de un escritor que sólo les gusta a las mujeres de clase media-baja. Y también nos habla de este escritor, hombre inseguro y débil, que se viene abajo tras escuchar por televisión una mala crítica en la que se dice de él, con muy malas maneras, que escribe para peluqueras y dependientas. A esto se suma el descubrimiento de que su mujer se acuesta con el autor de estas hirientes palabras.

Catherine Frot y Albert Dupontel son los protagonistas de este film, dirigido por Eric-Emmanuel Schmitt.

‘Odette: una comedia sobre la felicidad’’ tiene sus momentos cómicos nada desdeñables, pero está hecha de forma tan melosa y edulcorada que en lugar de dejarte un poso de felicidad y hacerte flotar como flota la protagonista, te hace salir del cine muy empalagado.

No sé si será sólo una fórmula para venderla o una verdadera intención en su creador; sea como sea, la comparación con ‘Amelie’ lo único que logra es mostrar más abiertamente lo poco que alcanza este film. La película que protagonizó Audrey Tautou podría haber sido muy ñoña y sin embargo es mágica y maravillosa. Debido a que esto casi parece que se haya logrado milagrosamente, no es algo que se pueda repetir con facilidad, a pesar de que muchos lo intenten. Y quienes lo intentan y no lo logran, suelen caer en la dulzura excesiva.

Debido a que el escritor ya es buena persona desde el principio, no se produce ninguna evolución en su personaje. Lo mismo ocurre con la protagonista que, si ya es feliz desde el inicio del film, no sufrirá una transformación gracias a lo que le ocurre. Y para que se nos transmitan estas emociones románticas que tratan de transmitir películas como ésta lo mejor es que veamos cómo les cambia la vida a los personajes gracias a conocerse.

Esta amabilidad excesiva llega al colmo cuando presenciamos un final tan cursi como inverosímil y vemos cómo se va forzando todo para que encajen las piezas que deben entrar para poder finalizar el puzzle. Pero es que las piezas las han sacado de distintas cajas, cada una es de un rompecabezas distinto, y por eso, en realidad, no hay forma de que encajen.

Durante toda la proyección ‘Odette Toulemonde’ (Odette Toelmundo) me estuve imaginando una versión española protagonizada por Carmen Machi. El estilo del film sería diferente, pero probablemente también nos reiríamos más. Para el actor protagonista pensé en Jordi Bosch, lo cual en seguida me hizo darme cuenta de que este remake patrio se parecería mucho a ‘Cándida’, película mucho más humorística que ‘Odette: una comedia sobre la felicidad’, pero también más cínica y canalla.

Ni mucho menos quiero con ello quitarle méritos a Catherine Frot (‘Como en las mejores familias’, ‘La última nota‘, ‘Tenemos un problema gordo‘, ‘Las hermanas enfadadas‘, ‘Después de la vida‘, ‘Una pareja perfecta‘, ‘Escapando‘, ‘Caos‘), que está muy adecuada y que es bastante más elegante que la protagonista de 'Aída', por lo que la película puede tener otro diseño, un look bastante más cuidado y un humor mucho más sutil y elevado. Albert Dupontel (‘Largo domingo de noviazgo‘, ‘Irreversible‘, ‘Los actores‘) también representa perfectamente el estereotipo de escritor viva la virgen. Y es capaz de transformarse rápidamente en un pobre hombre. Sin embargo, no logra que nos creamos lo que siente hacia el final por Odette. La emoción se la ha dejado en el camino.

La parte positiva de la película es esa reivindicación de la literatura para todo el mundo. El crítico descalifica al escritor porque crea novelas para cajeras y dependientas. Pero éstas se sienten felices gracias a sus libros, así que merece la pena que los escriba. El retrato de la clase intelectual francesa, tan elitista y altiva, junto con ese acercamiento a la vida de las personas humildes, hecho con criticismo, aunque lleno de cariño, son los dos aspectos que más humor consiguen en la película y que, por lo tanto, más valor tienen.

El director y guionista, Eric-Emmanuel Schmitt, es autor también de ‘El señor Ibrahim y las flores del Corán’. Además de dedicarse al cine, es escritor de novelas, autor y director teatral y ensayista. Aquí se puede conocer más sobre su vida y carrera. ‘Odette Toulemonde y otras historias’ (2006) es una de sus novelas.

Ya que el autor es al mismo tiempo novelista, me pregunto cuánto habrá de autobiográfico en esta figura de escritor que contenta a este tipo de lectores y que recibe tan ácidas críticas. Como conclusión sobre la película diría exactamente lo mismo que dijo el personaje del crítico sobre las novelas del protagonista y sobre el público al que podrían ir dirigidas estas obras. Me sonó tan elitista y estúpido que me cuesta firmarlo y por eso me limito a repetir las palabras de otro. Pero hay que reconocer que es adecuado, así que ahí lo dejo en el titular de esta entrada.

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