'Diamante de Sangre', inmensos DiCaprio y Hounsou

Edward Zwick siempre ha sido un director cuyas historias pueden parecer emocionantes y emotivas, de esas que gustan a todo tipo de público. Y digo pueden parecer, porque una de las taras de este director es que sus films nunca llegan a tener la pasión y fuerza que esas historias piden. Una cosa es escribirlas sobre el papel, y otra bien distintas, ponerlas en imágenes. Así pues, sus películas nunca han pasado de ser meros entretenimientos, unos más y otros menos, algunos trascendentales como 'Leyendas de Pasión' (la que más me gustaba, hasta ahora, de su filmografía), y otros faltos de garra como 'El Último Samurai'. Lo mismo le pasa a anteriores films como 'Estado de Sitio' o 'Tiempos de Gloria'. Por eso, cuando empezamos a hablar de 'Diamante de Sangre', mis expectativas no eran demasiado altas. Sabía que me encontraría con un producto realizado muy correctamente, pero la cosa no pasaría de ahí. Cual ha sido mi sorpresa que Zwick se ha mostrado muy por encima de lo habitual y nos brinda un film lleno de emoción y aventura, con dos elementos que brilla con luz propia, dos joyas en estado puro: Leonardo DiCaprio y Djimon Hounsou.

La historia de 'Diamante de Sangre' se centra en los años 90 en Sierra Leona, durante la cruenta guerra civil que vivó aquella zona de África. Archer es un traficante de diamantes que en prisión conoce a Solomon, un africano que ha perdido a su familia en un asalto por parte de los rebeldes a su aldea. Ambos unirán sus fuerzas en la búsqueda de un diamante rosa, poco común, que el segundo ha encontrado y muy inteligentemente ha escondido. Cada uno tiene intereses distintos, pero se necesitan mutuamente. Así, con la ayuda de una periodista norteamericana, bastante idealista, emprenderán un viaje hacia el mismísimo infierno.

La película dura unos 145 minutos y bien es cierto, que quizá su metraje pese un poco sobre ella, pero no demasiado, ya que el espectador se muestra continuamente interesado por lo que sucede en pantalla. Eso es gracias a tres cosas principalmente. Una es su conciso y perfecto guión, obra de Charles Leavitt, directo al grano, sin perder tiempo en cosas demasiado obvias, aunque quizá al final, en sus últimos minutos, se vuelve un poco redundante, en un epílogo que si bien no molesta en demasía, podrían habérselo ahorrado. La segunda es una dirección enérgica por Parte de Zwick, más inspirado que de costumbre,y que se nota que se lo ha pasado en grande dirigiendo la película. A destacar especialmente las escenas de acción, de las mejores vistas en los últimos años en una película, y donde el técnico de sonido se ha lucido de forma brillante. Dichas escenas trasnmiten la sensación de caos, inseguridad y desorden que impera en la región africana donde se desarrolla la película, donde un día estás vivo, y al día siguiente te pueden cortar las manos para que no votes. Al respecto, decir que el film no evita hacer denunica sobre ciertos aspectos del continente africano, en cuanto al salvajismo que allí se comete, y como el resto del mundo permanece impasible, sin actuar, ante tanta atrocidad, por intereses meramente económicos. Zwick no carga las tintas en este punto, pero sí lo refleja un par de veces, para que nos quede claro. Además, el director es bien consciente de que ante todo está haciendo CINE, y no un panfleto político.

Pero si hay algo maravilloso en la película, ya de por sí excelente, son las interpretaciones de su pareja protagonista. No hay duda de que el 2006 ha sido el año de Leonardo DiCaprio, uno de los mejores actores de su generación, primero por su increíble interpretación de la magistral 'Infitrados', y ahora por su impresionante trabajo en 'Diamante de Sangre', por el que ha sido justamente nominado al Oscar. Imprescindible verlo en versión original, ya que DiCaprio cambia el acento, cambiando el suyo propio por uno sudafricano, y eso es algo que en la versión dobalada no se va a apreciar absolutamente nada. El actor pone toda la carne en el asador y nos brinda una interpretación histórica, llena de matices, cargada de emoción. Atención a los emotivísimos momentos finales, donde uno se da cuenta de lo gran actor que es DiCaprio. Una verdadera pena que Forest Whitaker tenga más peso para ganar el Oscar, aunque nunca se sabe.

Y por otro lado Djimon Hounsou, un verdadero torrente de emociones, interpretando un personaje lleno de fuerza, que hará lo que sea por salvar a su familia. Su compenetración con DiCaprio es excelente, y ellos dos son el verdadero alma de la película, los verdaderos diamantes en bruto, que hacen que disfrutemos como enanos. A su lado, poniendo el toque femenino, una excelente Jennifer Connelly, cuyas escenas con DiCaprio son de una química increíble, más allá de lo que se pudiera pensar en un principio. Su personaje tiene más protagonismo del esperado, está muy bien tratado, aunque en cierto momento desaparece un poco forzadamente, para que el film se concentre en otra cosa, y luego vuelve a ella.

Una película muy buena, sin duda el estreno estrella de la semana, y no creo equivocarme si le auguro un extraordinario éxito de taquilla en nuestro país, donde este tipo de historias son bien recibidas por todo tipo de público. Un relato de aventuras extraordinario, con su toques de drama y denuncia, muy bien insertados. Otra excelente película a sumar en este buen comienzo de año. A ver lo que dura.

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