'Envuelto en la Sombra', un Hathaway menor

Hace poco os hablaba de uno de los films menores del gran Raoul Walsh. Hoy cambio de director, pero me sigo quedando entre los grandes, Henry Hathaway, que ya sólo por haber dirigido 'Sueño de Amor Eterno' ya merecería ese calificativo, pero es que la cosa no acaba ahí. Títulos como 'El Beso de la Muerte', 'Yo Creo en Ti' o 'Los Cuatro Hijos de Katie Elder', por citar sólo tres ejemplos, y bien distintos entre sí, son una clara muestra del buen hacer de este director. 'Envuelto en la Sombra' pertenece al género negro, en el que más se movió Hathaway, junto con el western, y es un film entretenido sin más que no figura entre los grandes logros de su carrera.

Su argumento gira en torno a un detective privado, que prácticamente vive en la ruina, que un día descubre que le están siguiendo. Tras acorralar al individuo que le sigue, averigua que ha sido por orden de un antiguo socio con el que ya no se lleva muy bien. Pronto desubrirá que nada es lo que parece, y se verá envuelto en un calculado plan de asesinato, del que puede salir mal parado.

Hathaway, una vez más hace gala de un perfecto dominio de la imagen, y sobre todo de una utilización ejemplar de la fotografía, la cual está al servicio de una historia de lo más entretenida, que a pesar de poseer ciertas sorpresas nunca termina de ser demasiado complicada. El espectador siempre está pendiente de lo que pasa, siendo éste su mayor logro. Lo que choca con algunas cosas algo forzadas, o mejor dicho, exageradas, y no me refiero a soluciones argumentales, sino a ciertos comportamientos por parte de los personajes, ciertas poses y actitudes. Dicho de otra manera, como si resultara demasiado artificioso.

En el campo interpretativo tenemos de todo, aunque realmente nada que sobresalga por encima del resto. Mark Stevens es el protagonista absoluto, y a mi juicio, es un craso error. Stevens, de quien ya os hablé en la crítica de la bastante superior 'La Calle sin Nombre', tiene el mismo defecto que en aquélla: no logra transmitir la angustia de su personaje, no logra conectar con el espectador, quien se harta bastante del actor que no es capaz de cambiar la cara en todo el metraje. A su lado, Lucille Ball (que por cierto debutó en el cine con 'El Arrabal') haciendo de la secretaria del detective privado, enamorada de él. El personaje no es gran cosa, y la actriz está simplemente correctita. Y como secundario, un actorazo de lujo: Clifton Webb, inolvidable Mr. Belvedere, aunque la grandísima interpretación por la que siempre será recordado es en la imprescindible 'Laura'. El actor aquí convence bastante, y sin duda es el mejor del reparto, pero no llega a estar tan inolvidable como en otras ocasiones.

Una película correcta con la que pasar un rato muy ameno y punto. No hay que pedirle más. Eso sí, es el típico film que hoy día no podría hacerse, entre otras cosas porque no sería nada creíble, incluídas ciertas insinuaciones con respecto al personaje de Clifton Webb demasiado atrevidas para la época, y los que conozcáis algo de la vida de Webb sabréis a que me refiero. La película no está editada en dvd en nuestro país, pero sí en los USA, dentro de la colección de la Fox de Studio Classics, asi que me imagino que no tardará mucho.

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