'Los fantasmas de mis ex novias', el Dickens más romántico

Aunque estaba previsto para el 23 de diciembre, el estreno de 'Los fantasmas de mis ex novias' se ha retrasado hasta el año siguiente —bueno, sólo son nueve días— y llegará el 1 de enero, es decir, este viernes. Si atendemos al tema de la película, queda claro que la fecha correcta habría sido la que se había previsto en un primer momento, ya que el film es una enésima versión del 'Cuento de Navidad', de Charles Dickens. En esta ocasión, los fantasmas que visitan al protagonista son los de sus novias pasadas, presentes y futuras, de ahí el título original: 'Ghosts Of Girlfriends Past' (los fantasmas de mis novias pasadas), que hace referencia a la frase del relato de Dickens "los fantasmas de mis navidades pasadas".

Matthew McConaughey interpreta a Connor Mead, un incorregible mujeriego, millonario y peterpanesco, que, a los ojos de los autores del film, necesita una inmediata reconversión que le lleve a la redención y al amor verdadero. El argumento del donjuán domado, que se ha empleado en innúmeras comedias románticas, encuentra un complemento perfecto en la narración de Dickens, que también intenta hacer cambiar de actitud a una persona que se comporta con egoísmo y desprecio hacia los demás.

No sé si alguna vez se ha hecho esta observación sobre la obra de Dickens, pero la impresión que a mí me da es la de que comporta un enorme cinismo. El método de reconversión consiste en que la persona que necesita un cambio recibe la visita de tres fantasmas que le enseñen su pasado, su presente y… lo que realmente le machacará: su futuro. Este individuo, finalmente, decide deponer su actitud, ya que los viajes en el tiempo le demuestran que acabará más solo que la una. Así que esa persona que, en teoría, parecería que se está convirtiendo en alguien bueno, en realidad, sólo está mirando de nuevo por sus propios intereses y volviendo a ser egoísta: ahora toca fingir que quieres mucho a todo el mundo para que, cuando seas viejito, te acompañen.

Por suerte, el humor prevalece por encima del mensaje aleccionador y, gracias a esto, 'Los fantasmas de mis ex novias' ofrece un rato entretenido. No es que las situaciones sean muy novedosas, ya que todo se desenvuelve los días previos a una boda —como viene siendo habitual en este género desde hace una década y pico, a raíz de un film que no hace falta decir cuál es—, pero al menos sí son divertidas. Cabe advertir que lo más gracioso son algunas de las frases del personaje de Douglas que, en ocasiones, por tratarse de juegos de palabras, no se pueden traducir con la misma chispa.

Una realización correcta de Mark Waters (‘Chicas malas’) acompaña a una elegante ambientación que pone de manifiesto que no se trata de un film de cortas aspiraciones. El ritmo es bueno en general, aunque se hace demasiado hincapié sobre algunas de las situaciones y se vuelve demasiado al mismo sitio, especialmente cuando se trata de Emma Stone, el fantasma de la novia pesada… perdón: pasada.

El otro aspecto que tiene que funcionar en un film de este tipo para que sea completo, incluso aunque no aporte nada nuevo, es el de la química entre los protagonistas, es decir: que nos creamos que de verdad se quieren y que el momento en el que por fin puedan estar juntos, tras todos los impedimentos previos, nos emocione. Por este lado, se puede poner un aprobado a 'Los fantasmas de mis ex novias', lo cual no es poco, tras muchas otras decepciones de propuestas similares. Tiene, asimismo, el mérito de introducir la evolución del protagonista de una manera creíble, ya que justifica que su comportamiento se debía a una serie de acontecimientos de su adolescencia en lugar de a su auténtica forma de ser.

Me ha sorprendido encontrar que McConaughey, por una vez, tuviese gracia. Siempre lo había considerado una elección errónea para las comedias románticas, ya que lo encontraba soso e incapaz de una interpretación cómica, pero aquí consigue hacer un buen trabajo, probablemente gracias a la labor de dirección de actores. Jennifer Garner da vida al amor de infancia del protagonista. Como siempre, esta actriz encarna un personaje encantador y con la inocencia justa para no llegar a parecer tonta. Al estar tan en su salsa, no merece reproche. E incluso añadiría, aun a riesgo de exagerar, que su personaje, en manos de otra actriz, podría haber sido odioso o subnormal, por lo que su presencia es imprescindible. Michael Douglas —quien hoy en día podría aparecer en la web "hombres que parecen viejas lesbianas"—, interpreta a un antiguo playboy que llevó al joven Connor por el mal camino en un primer momento. Otro que está en su terreno y que da la sensación de que ha tenido que interpretar poco y más bien ha hecho de sí mismo. Se podría decir que Douglas supone el toque de calidad de la película. Robert Forster supone otro acierto del reparto.

A pesar de tener a dos de los cuatro guionistas de 'Como en casa en ningún sitio' ('Four Christmases'), de la que ya dije que me había horrorizado, está muy por encima de ella. Lo que pasa es que estos dos son los que escribieron 'Resacón en Las Vegas' ('The Hangover'), que ha supuesto la comedia revelación del año. Y, sin llegar a ser tan buena, estaría más en esta línea que en la del film protagonizado por Vince Vaughn, donde, o bien se pidió una reescritura a los otros dos, que no era necesaria, o bien se trabajó a ocho manos, lo que puede dar lugar a cierto caos.

En definitiva, nos encontramos ante un film que puede ser lo que se busca, si una de estas tardes, exhaustos tras la búsqueda de regalos de Reyes o las peleas por la prenda más barata de las rebajas, necesitamos sentarnos durante dos horitas y no pensar en nada. Entretenida y sin pretensiones, 'Los fantasmas de mis ex novias' presenta la novedad de enfocar por primera vez el cuento de Dickens al tema romántico.

Mi puntuación:

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