'Maestros de la costura' abusa de la fórmula 'MasterChef' en un arrítmico debut

Un concurso de talentos de modistas. Repetid conmigo, un reality sobre moda. Es un concepto que es un tanto arriesgado por carecer de un gran factor entretenimiento y que ni siquiera los reyes de la televisión, los estadounidenses, han sabido resolver como es debido en sus intentos (la veterana 'Project Runway', por ejemplo, se suele hacer algo pesada si no hay dramas ni piques).

Así que no las tenía todas conmigo para que me gustara la propuesta de 'Maestros de la costura', que anoche estrenó La 1 de TVE con un resultado bastante decente en cuanto a audiencias (2,3 millones de espectadores y un 17% de cuota de pantalla).

Presentado por Raquel Sánchez-Silva, en 'Maestros de la costura' doce aprendices (elegidos entre más de diez mil personas) compiten por ser los próximos grandes diseñadores de la moda en España. Estos contarán con la supervisión de un jurado formado por Lorenzo Caprile, María Escoté y Alejandro G. Palomo, unos de los grandes nombres del diseño en España.

Lo primero que se ve en 'Maestros de la costura' es que todo lo que es la presentación de Raquel Sánchez-Silva y las interacciones con (y entre) el jurado tiene un aura de impostura. Todo parece demasiado guionizado, muy antinatural. Sí que es cierto que todo reality tiene su guión, pero normalmente se cuida más el que no se note.

Lo otro que se nota es que Shine Iberia, la productora, ha moldeado 'Maestros de la costura' como su joya de la corona: 'Masterchef'. No he visto 'The Great British Sewing Bee' (el programa del que es adaptación), así que no sé exactamente hasta qué punto son fieles al original, aunque solo un poco de documentación demuestran que lo de los británicos es otro asunto.

Tenemos tres pruebas: una individual para decidir los capitanes, la segunda una por equipos en un entorno exterior y la tercera con el equipo perdedor yendo a la eliminación. ¿Os suena? Si bien el que la dinámica del programa sea muy masterchefiana no es malo de por sí, más que nada porque es una dinámica válida como otra cualquiera, pero es que todo lo demás está sacado del programa de cocina.

Y cuando digo todo, digo todo: Lorenzo Capriles va de un Jordi Cruz de la vida, María Escoté es tan participativa y "natural" como Samantha; las presentaciones de los aprendices, los invitados al programas, los testimoniales, las interacciones entre jurado y concursantes.

De hecho también los concursantes son de un perfil bastante similar y nos encontramos con un poco de todo, desde divas hasta algunos que no se sabe muy bien por qué han pasado el casting. 'Maestros de la costura' es un 'MasterChef' de diseño y tiene todo lo bueno, y también lo malo.

Y entre lo malo está la carencia de ritmo que intentan disimular con música de tensión y que el programa dure sus dos horitas y media por culpa del mal endémico del alargamiento indebido del prime time porque sí (¿qué fue de esa promesa de TVE por acortar los horarios de sus programas y terminar antes de medianoche?).

Quizá puestos a imitar a otros concursos, quizás le hubiera venido algo bien un toque más 'Project Runway' y dar más tiempo a las creaciones y poder cerrar con un desfile donde se vean los diseños en algo que no sea un maniquí. Algo con el que se compruebe cómo queda en un cuerpo real. Sí que han dejado entrever que en programas posteriores habrá modelos, pero me ha faltado algo de eso.

En definitiva, 'Maestros de la costura' es un claro ejemplo de que en España seguimos si saber muy bien cómo hacer los talents para que sean realmente espectaculares aun sin ser de una temática que se preste a ello. La fórmula en realidad no es que sea mala, pero se nota agotada y repetitiva hasta más no poder.

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