'Miss Potter', viviendo del cuento

'Miss Potter' es una película que a pesar de su interesante reparto se me escapó en el momento de su estreno, en uno de esos típicos casos en los que dejas la película para otro día, la vas dejando, la vas dejando, y zas, de repente desaparece de la cartelera. Por aquel entonces, mis compañeros Chico Viejo y Beatriz ya se encargaron en sus críticas de darle su merecido, por decirlo de alguna manera. Y aunque a uno le gusta formarse su propia opinión personal, debí hacerles caso y nunca debí haber empleado mi tiempo en visionar esta película.

'Miss Potter' es una especie de biopic sobre Beatrix Potter, autora de cuentos infantiles, los cuales han sido los más vendidos de la historia, eso según la información que te da la película en los letreritos finales típicos de cualquier biopic, en los que se suele dar información adicional a lo que has visto. Sus primeros años de fama, cómo se enamoró de su editor y alguna cosa más que nada tiene que ver con la Literatura, son los principales temas tratados en el film.

Se ha tildado a 'Miss Potter' de ñoña y pastelosa, probablemente debido a la exagerada inocencia que baña la película en gran parte de su metraje. Sin embargo, no es algo que a mí me moleste especialmente, es más, incluso lo veo lógico, pues estamos hablando de una mujer enfrascada en su personal mundo de fantasía, sin apenas vida social, y que cuando se topa de narices con el amor por primera vez en su vida, reacciona como hemos hecho casi todos en su momento. Para mí el mayor problema de la película es otro, y es que partiendo de la base de que sus tres personajes centrales son raros, esa rareza está mal expuesta en el film, ya no sólo por su director, que parece más preocupado por la fotografía de su película, sino por las más que equivocadas interpretaciones de su reparto.

Tanto Renée Zellweger, aunque en ella últimamente es habitual, y sorprendentemente Ewan McGregor (quien por supuesto tiene que ponerse a cantar en un determinado momento de la película, cosa que le encanta hacer) y Emily Blunt Watson realizan los que probablemente sean los peores trabajos de su carrera, y con esto no digo que estén mal, pero sí me ha parecido que no se han entregado como otras veces, dando incluso la sensación de estar incómodos en sus personajes. Si además, sumamos esa rareza antes mencionada, uno termina por cogerles manía, algo que seguramente no querían ni su guionista ni su director, sino todo lo contrario.

Chris Noonan no dirigía nada desde su anterior film, el exitoso y simpático 'Babe', película con la que 'Miss Potter' guarda algún que otro parecido, pero parece que en todo este tiempo a Noonan se le ha olvidado cómo se hacen algunas cosas, como por ejemplo tratar con más cariño a los personajes para hacerlos entrañables, que es lo que requería la historia, o simple y llanamente narrar mejor. La película avanza a trompicones, como si no tuviera ningún final al que llegar, planteando una serie de conflictos y situaciones que va resolviendo poco a poco, quedando la película dividida en bloques, y ninguno de ellos interesante. Para colmo, hay más de un giro imprevisto que no hace más que estropear la película, ya que ésta cambia de intenciones con esos giros, moviéndose siempre dentro de lo que es un biopic, pero no terminando de definirse realmente. Por momentos es una película mágica, en otros algo realista e incluso moralista, y esa mezcla no está conseguida.

La película es aburrida hasta decir basta, y a ello ayuda sobremanera las soluciones narrativas que emplea su director. Los flashbacks iniciales en los que vemos a una Beatrix niña, no sirven absolutamente para nada, ya que no nos cuentan nada nuevo sobre el personaje, al contrario, anulan todo misterio o encanto que éste podría tener, y encima cometen el error de cambiar de carácter al mismo. Eso sí, es preciosa toda la música con la que son bañados la mayor parte de sus momentos, una delicada banda sonora obra de Nigel Westlake, con ayuda de Rachel Portman, cosa que se nota un poquito, y es que esta mujer tiene un estilo inconfundible.

Al final de su hora y media, sorprendente duración para un biopic, no nos importa nada de lo que hemos visto, ni siquiera la excelente labor a la que se dedicó Potter en los años posteriores a lo visto en la película. Una mala película que carece de lo esencial en este tipo de historias: la magia y el encanto de los buenos cuentos.

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