'Superfumados', actualizando la stoner comedy


Retomar la temática de las stoner comedies sin aportar nada esencialmente original y llegar a resultar entretenido y por momentos hilarante es ya en sí bastante meritorio. Así, de la factoría de Apatow, pero sin el nivel cómico alcanzado en ‘Supersalidos’, tenemos esta comedia de acción sostenida por algunos buenos diálogos y por sus intérpretes inspirados. Con mención especial a James Franco.

‘Pineapple Express’ (aquí desafortunadamente titulada ‘Superfumaos’) recupera, en cierto modo, el espíritu de los setenteros Cheech y Chong, al colocar a sus dos fumados protagonistas en una situación absurda. Aunque, precisamente la inclusión en la trama de suficientes tintes de acción e intriga, la convierten en una producción bien construida, aderezada de descacharrantes escenas, gracias al guión ingeniado por el propio Seth Rogen junto a Evan Goldberg.

Aunque a ratos pierde cierto ritmo, la cinta resulta un soplo de aire fresco (y cannábico) con situaciones encadenadas que llevan a la pareja protagonista a huir y averiguar, a la vez, quién les persigue. Todo ello antes, durante y después de “colocarse” con una nueva variedad de marihuana que los mantiene en ese estado alegre abstracción de la realidad. Diálogos presuntamente profundos en los que ambos afrontan temas como la amistad, las relaciones de pareja, pero sobre todo el sentido de irresponsabilidad autoconsciente que mantienen mientras son seducidos por los alegres síntomas del consumo encadenado de porros.

El dispar David Gordon Green, un realizador a priori inapropiado para este tipo de cine, sabe sacarle partido a una historia que lucha por evitar lo predecible de su trama, y con especial énfasis en las escenas donde el humor absurdo y el gag clásico toman protagonismo y sirven de impulso para avanzar la narración. Bien rodadas, Gordon Green saca lo mejor a sus dos protagonistas principales. Una pareja se va conociendo, a la que vamos descubriendo, y la que con sus más y sus menos, van forjando una amistad que tiene como base su afición por el cannabis y cuyo humo los envuelve y les hace sincerarse.

Tanto Seth Roger como James Franco, incluso un interesante y divertido Danny R. McBride (que también participaba en otra de las grandes comedias del año como es ‘Tropic Thunder’), componen unos personajes bien dibujados y que con sus diálogos ágiles sostienen en gran parte la cinta, logrando momentos de gran comicidad. Como, ya indicaba, cabe mención especial para James Franco, un actor guaperas que aquí sabe sacar lo mejor de sí y se transforma a la perfección en un camello meticuloso y abandonado a los placeres de la marihuana a tiempo completo. Franco resulta brillante e inspirado, en un papel que recuerda por su gran similitud Floyd, el fumeta de ‘Amor a quemarropa’ que interpretó Brad Pitt (y escribió Tarantino), y acaba convertido en lo más sobresaliente de esta comedia de la que, a pesar de saber lo que se espera de ella, no decepciona en ningún momento.

‘Superfumados’ posee momentos de humor inteligente, muy por encima de lo esperable por su temática, y se puede disfrutar sin estar aderezada de algunos de los ingredientes habitualmente presentes en las producciones de Judd Apatow. Aquí, no encontramos chicas desnudas ni constantes referencias genitales, aunque el lenguaje de los personajes si que esté repleto de la vulgaridad habitual y esperable de su sello.

A pesar de su desmadrado y dilatado final, ‘Superfumados’ divierte y consigue sacar algunas carcajadas, sin llegar al delirio apoteósico de ‘Supersalidos’, pero suficiente para convertirse en una de las comedias del año.

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