'Hooligans', apología de la violencia

Otra de esas películas que han pasado de estrenar en salas comerciales en nuestro país, para editarlas directamente en dvd. En este caso resulta un poco extraño, ya que su protagonista principal es Elijah Wood, que gracias a la gran obra de Peter Jackson tiene miles y miles de fans en todo el mundo. Por un lado esto demuestra que Wood no tiene el tirón taquillero de cualquier otra estrella, o que si lo tuviera, no cualquier película protagonizada por él tendría el éxito deseado. ¿Y por qué? pues porque tal vez la gente, o sea, los espectadores tienen más en cuenta el tema de una película que el hecho de que trabaje éste u otro actor. En este caso, el tema está de actualidad desde hace tiempo, pues trata de la vida cotidiana de un grupo de hooligans, lo que aquí podriamos definir como ultras. Un tipo de gente que lleva su enorme pasión por el fútbol hasta las últimas consecuencias, o tal vez no tengan ni la más mínima pasión por el fútbol, ya que según la definición del Oxford Dictionary, "hooligan" es una persona joven alborotadora y ruidosa que a menudo se comporta de forma violenta y destructiva. El término parece ser que apareció a finales del siglo XIX en Londres, y que proviene de un matón irlandés llamado Patrick Hooligan.

Pero no se trata aquí de dar una clase de historia sobre los hooligans, sino de hablar sobre la película, la cual se centra en cómo un joven que es expulsado de Harvard se marcha a Londres a visitar a su hermana. Allí entrará en contacto con un hooligan que poco a poco le irá introduciendo en un mundo lleno de violencia sin sentido, aunque con un gran valor por la amistad y amor por los que consideras "tu gente".

Esto último estaría muy bien si la película no fuera una descarada apología de la violencia, la cual es tratada como la única forma de vida posible y respetable, por mucho que salga un personaje que dice que ha abandonado todo eso para tener una vida normal con su mujer e hijo lejos de la violencia de las calles, cosa que no se cree ni él.

Entrar en la película es bastante difícil, o más bien habría que decir que compartir su ideología es harto imposible, por lo menos para mí. El film deja clara su postura a cerca de este punto. No trata de que entendamos porqué un hooligan es como es, o que simpatizemos con algunos personajes, no. Se aprovecha de este tipo de gente para hacer un discurso sobre la violencia, que en ciertos momentos puede ser visto como peligroso.

Los que me conocen saben muy bien que a mí la ideología de una película me importa bien poco (hasta ciertos límites). No me importa lo que me cuenten, si lo hacen bien, aunque la verdad sea dicha, ambas cosas suelen ir muy unidas, y muchas veces el mensaje no llega porque simplemente lo han contado mal, o viceversa. Aquí no es que lo hayan contado mal, que sí lo han hecho, es que encima lo que quiere transmitir es repugnante: Todo se arregla a base de puñetazos. Pero ojo, no se mata eh, si ésto sucede es porque ha sido un accidente, se llora un poco y seguimos repartiendo leches.

El guión está tan mal construido que uno no puede dar crédito a lo que está viendo. Lleno de trampas para que el mensaje no sea tan descarado, pero es que además, la progresión dramática del film da risa. Lexi Alexander, su director, hace lo que puede, que con semejante material, no es mucho. Su puesta en escena va desde lo puramente televisivo hasta cierto aire modernillo cuando filma las peleas.

Peleas en las que no se escatima en brutalidad. Claro, hay que ser realistas. Pero terminan cansando un poco. Además, ver a Elijah Wood dando mamporros y recibiéndolos, como si fuera un delincuente juvenil, pues la verdad, no me pega mucho. En el film también sale Claire Forlani, que es muy guapa, vive Dios, pero nunca será una actriz, nunca.

Sólo Charlie Hunnan, que interpreta al jefe de la pandilla, parece saber lo que está haciendo, componiendo un personaje que sí cumple con el cometido de ser odiado y amado al mismo tiempo. Es lo único bueno de la película, junto con una preciosa canción que sale en la pelea final, y que burro de mí, no me fijé en su título en los títulos de crédito.

Una película mala donde las haya, y que mucho me temo que no será un éxito ni en los videoclubs.

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