Garganta profunda adentro

Sólo ahora he venido a darme cuenta de que la cosa era al revés: Garganta Profunda -el informante- era la copia y Garganta Profunda -la película-, el original.

¿Y quién no se equivoca a estas alturas, lagunas históricas aparte, después de tantas Bananas Mecánicas o Malcoms XXX? En la industria del porno, la tradición de parafrasear [¿debería decir parodiar?] los títulos de filmes "serios" es de vieja data. Danza con Lobas, Toy Stories [que va de juguetes que suelen ser exhibidos en "jugueterías" vedadas a menores], King Cock, Tarde de Perras. Y también esa otra película titulada "...ando bajo la lluvia", en la que nadie bailaba aunque habíá más de un numerito [no precisamente musical], y que manejaba un concepto poco ortodoxo de lo que el común de los cristianos conoce como "lluvia".

En fin. Decía que sólo ahora he venido a enterarme de que Carl Bernstein y Bob Wooward [los periodistas del Washington Post que destaparon el escándalo Watergate y forzaron la renuncia del entonces presidente Richard Nixon], bautizaron como "Deep Throat" a su informante en honor a la pasmosa habilidad de Linda Lovelace de reprimir a voluntad las arcadas [y ya ustedes saben a qué clase de arcadas me refiero].

Salgo de mi error leyendo las reseñas, favorables la mayoría, del documental Inside Deep Throat [Fenton Bailey y Randy Barbato, con producción de Brian Grazer] que se estrena este fin de semana en los Estados Unidos. Y porque periodistadigital.com publica la noticia de que Garganta Profunda [el informante] se está muriendo. The Washington Post prepara la nota necrológica en la que se revelará la identidad del misterioso personaje que Hal Holbrook interpretara en el filme Todos los hombres del presidente [Alan J. Pakula].

Tantas noticias, sumadas, vienen a poner la guinda a la leyenda del filme dirigido por Gerard Damiano, un peluquero devenido director por accidente, filmado en apenas seis días, que costó sólo 40 mil dólares en total y ha recaudado 600 millones [lo que lo hace el más rentable de la historia del cine], que desató una tormenta sobre la libertad de expresión y la moral que injustamente llevó a la cárcel a su protagonista -Harry Reems, en la foto- y que ha pasado a la posteridad como un hito de la revolución sexual de la década de los 70.

Garganta Profunda, cuya exhibición fue prohibida en su momento en 23 estados de EE.UU. será reestrenado para coincidir con el documental de Bailey y Barbato.

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