Cómo una serie de National Geographic consiguió que empezase a tener miedo inminente al fin del mundo

Un miedo muy común es que el mundo tal y como lo conocemos va a acabarse. Existen infinidad de peligros más o menos probables que pueden inducir a alguien a sentir la necesidad de prepararse para lo peor. Además, hace ya años que los programas de telerrealidad cotizan al alza, por lo que era lógico que en algún momento se decidiera realizar un programa centrado en esas personas que han dedicado una parte de su vida a prepararse para el fin del mundo.

Esperar el fin del mundo es más que máscaras de gas, hacerse estofados con insectos, esconderte de tus vecinos porque podrían quitártelo todo o haber decidido disparar en la cabeza a tu gato cuando llegue lo peor... Esperar el fin del mundo es una actitud vital, es prepararte para algo que estás seguro que va a llegar aunque nadie más te crea. Es la actitud de los preppers y National Geographic consiguió condensarla en el único programa que, realmente, puede hacerte creer que el apocalipsis está ya al caer. Bienvenidos al mundo de los preppers.

¿Qué es un prepper?

Conocidos inicialmente como survivalists, los preppers son aquellos individuos o grupos de personas que se han preparado de forma expresa para que alguna catástrofe altere la vida en el planeta en su país de origen de forma irremediable. Puede ser desde un colapso económico -la gran depresión de Estados Unidos es mencionada a menudo como un ejemplo de algo para lo que la gente habría tenido que prepararse- hasta un gran desastre natural -alguna vez tendrá que tocar que otro meteorito de gran tamaño impacte en la Tierra-, pasando por una multitud de escenarios adicionales.

¿En qué consiste exactamente lo de prepararse? Por lo pronto en tener un lugar seguro en el que refugiarse, en el cual además tengas acceso a la comida y agua necesarias para sobrevivir sin ayuda ajena. Lo más habitual es tener apartadas cantidades para sobrevivir durante meses -que deberán guardarse en un lugar frío, oscuro y seco-, pero también ayuda tener animales o incluso el hecho de haberse acostumbrado de antemano a comer insectos. Y es que hay casi 1.500 tipos de insectos comestibles.

Siempre y cuando no vivas ya en lo que has elegido como tu refugio para lo peor -que siempre será un lugar apartado, ya sea una granja o un búnker-, también tendrás que contar con un elaborado plan de escape en caso de que se produzcan altercados. Lo ideal es tener al menos tres rutas diferentes por si algo sale como no lo tienes previsto, y también haberse preparado para posibles enfrentamientos con otras personas. Ahí entra tanto el entrenamiento físico como el uso de armas.

Ya había preppers con anterioridad, pero fue durante la guerra fría cuando el miedo a una contienda nuclear provocó un primer auge que luego ha ido volviendo a surgir con fuerza siempre que sucedía algún evento extraño. Podía ser la crisis del petróleo de 1973 o ese efecto 2000 que ahora todos recordamos como una simple anécdota. En 2012 fue la predicción del fin del mundo la que reavivó esos miedos, por lo que hubo otro pico de popularidad durante los años anteriores.

¿Por qué hizo National Geographic el programa?

De hecho, en 2012 se estimaba que hasta tres millones de ciudadanos de Estados Unidos entraban dentro de la categoría de preppers, con la web survivalblog.com llegando a los 300.000 visitantes mensuales. Los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2011 o el devastador efecto del huracán Katrina solamente fueron algunos de los eventos que avivaron una llama que nunca había llegado a apagarse.

Por su parte, National Geographic realizó una encuesta en 2012 que desveló que el 62% de sus participantes creía que el mundo iba a sufrir una gran catástrofe en menos de 20 años, con un 27% de ellos creyendo que la predicción de los mayas sería cierta al menos en parte. Además, la cifra aumenta hasta el 71% cuando hablamos de las personas que creen que un acto divino iba a causar un enorme desastre mientras ellos siguieran con vida.

Los miedos estaban allí y también el público potencial, ya que solamente uno de cada cuatro norteamericanos no había hecho nada para prepararse, pues el 39% del total de encuestados consideraba que no sobreviviría ni dos semanas teniendo en cuenta los suministros con los que contaban. Simplemente necesitan una guía y ‘Doomsday Preppers’ fue el programa que se alimentó de ese temor.

Por cierto, National Geographic no fue la única que realizó una encuesta al respecto en 2012, pero Ipsos amplió el rango a todo el mundo. Lo que descubrió fue que el 14% de la población mundial –bueno, de los 21 países en los que se llevó a cabo, entre ellos España- creía que el mundo iba a acabarse mientras ellos estuvieran aún con vida, una proporción que crecía hasta el 22% en Estados Unidos. Era el momento y el país adecuado para hacer ‘Doomsday Preppers’, tal y como señaló Michael Cascio, vicepresidente ejecutivo de programación de National Geographic por aquel entonces

No son un puñado de gente viviendo en las montañas. Ellos están en todas partes.

Los detalles de ‘Doomsday Preppers’

Siendo justos, ‘Doomsday Preppers’ se parece a muchos de esos docurrealities que llegaron a España de mano de la TDT. La mecánica de cada episodio consiste en presentarnos a varios preppers que van mostrándonos cómo se han preparado para la llegada de la catástrofe a la que ellos temen. Y es que una de las bases del miedo que puede infundir el programa es que hay tal variedad de escenarios posibles que uno casi acaba pensando que a la fuerza alguno tendrá que cumplirse.

Al contrario de lo esperado, ‘Doomsday Preppers’ no se mofa de sus participantes, sino que durante la mayor parte de cada segmento se centra en que veamos qué ha guiado su toma de decisiones y qué es lo tiene preparado cada uno de ellos. Ahí entra desde filtrar tu propia orina para poder beberla en caso de escasez de agua -y ojo, que eso no está reñido con tomártelo con una copa de cristal- hasta usar el metano que surge de los desechos humanos y de los animales para que luego nadie pueda localizarse por el olor a leña quemada.

Esa psicosis que sufren los preppers podría haber sido fácilmente el eje del programa, pero lo que realmente te deja con mal cuerpo es que ‘Doomsday Preppers’ se toma el tema completamente en serio. De hecho, los expertos del programa valoran a cada uno de ellos y les da una serie de consejos sobre los puntos débiles de su estrategia o simplemente sobre lo que podrían hacer mejor para alargar sus posibilidades de éxito.

Al respecto conviene aclarar que National Geographic realizó un primer episodio en 2011 el estreno oficial de la serie no se produjo hasta febrero de 2012- antes de dar luz verde a la serie y que dos de los participantes en dicho capítulo pasaron a liderar ese grupo de expertos a partir de entonces. Era una elección lógica, ya que se trataba de un improbable dúo formado por un ingeniero y un antiguo militar que básicamente se complementaba a la perfección para idear la estrategia adecuada.

Lo cierto es que también podría habernos dado más miedo que ellos que el propio escenario elegido, pero a la hora de la verdad hay gente de todo tipo. No faltan los que encajan dentro de lo que uno entendería por raritos, pero también gente con una vida más o menos tradicional que dedican su tiempo libre a prepararse. Eso sí algunos lo llevan hasta el extremo de decir cosas como esta:

No tenemos ningún otro interés o propósito en la vida que prepararnos para algún Armageddon.

Como es lógico, la mecánica de ‘Doomsday Preppers’ acaba siendo de lo más redundante, llegando un punto en el que lo único que llama la atención de cada caso son pequeños detalles o el desastre que tienen como motivación. Incluso esto último acaba volviéndose un tanto repetitivo, aunque al mismo tiempo funciona para naturalizar aún más lo que vemos y llevarnos a preguntarnos si no deberíamos hacer lo mismo, aunque fuese de forma más moderada.

‘Doomsday Preppers’ tardó muy poco en convertirse en un gran éxito, pero no hubo un boom de programas similares. De hecho, Discovery Channel estrenó apenas semanas después ‘Doomsday Bunkers’, centrado en las personas que realizan esos refugios utilizados por los preppers. Su acogida fue tan pobre que apenas se emitieron tres episodios, dando la sensación de que interesaba más ese cruce entre morbo y miedo que la posibilidad de encontrar en el programa una forma de prepararse para lo peor. De hecho, otra encuesta realizada por National Geographic en 2013 demostraba que esos temores habían crecido entre la población de Estados Unidos.

La desaparición del programa (pero no de los miedos que provoca)

La cuarta temporada de ‘Doomsday Preppers’ se emitió en verano de 2014 y desde entonces no ha vuelto a ver noticias de ella, ni siquiera el anuncio oficial de su cancelación, algo que ya todos damos por hecho. De hecho, hay varios motivos para ello, empezando por el momento elegido para estrenarla, siguiendo por el hecho de que un día incluso emitieron dos episodios seguidos, algo que no sucedía desde su estreno oficial, una clara señal que el canal quería deshacerse de ella cuanto antes.

Sin embargo, el dato definitivo lo encontramos en una decisión ejecutiva de la cadena, ya que David Lyle dejó de ser CEO de los canales de National Geographic en abril de 2015 -aunque ya se venía barajando desde antes-, posición que llevaba ocupando desde agosto de 2011, aunque llevaba ya un tiempo trabajando con ellos. Ese periodo comprende la gestación del programa y su lanzamiento, pues él era el gran valedor de ese modelo, habiendo llegado a aparecer publicado que comentó lo siguiente a sus compañeros cuanto tomó el control:

Dejadme tranquilo, yo soy el chico de la televisión y vosotros de las publicaciones impresas. Sé lo que hago.

Y la verdad es que así fue, ya que ‘Doomsday Preppers’ batió récords en la cadena -hasta intentaron trasladar su éxito a Reino Unido-, pero su popularidad fue bajando poco a poco. Uno de los motivos es que cada vez fue complicándolo todo cada vez más, convirtiendo sus consejos solamente en material accesible para aquellos con la solvencia económica adecuada para invertir grandes sumas de dinero para prepararse para lo peor. 24 meses de supervivencia “garantizada” fue el tope logrado por uno de los participantes en el programa.

Además, ‘Doomsday Preppers’ tuvo que enfrentarse a la creciente dificultad de encontrar gente dispuesta a mostrar en televisión cómo se había preparado para lo peor. La verdad es que lo raro es lo contrario, ya que así permites que todo el mundo conozca tus planes -los cuales hasta te pueden causar serios problemas legales-, desde tu localización hasta dónde tienes escondida la comida, pasando por cualquier argucia que tengas pensada para defenderte.

Eso sí, la desaparición del programa no ha hecho, ni mucho menos, que el interés de un amplio sector de la población norteamericana hacia este hecho decaiga, incluso de los más adinerados. Por ejemplo, Steve Huffman, co-fundador y CEO de Reddit llegó a operarse de miopía a finales de 2015 porque la posibilidad de perder sus gafas en caso de llegar el mundo le dejaría en una situación muy comprometida:

Si el mundo acaba –y ni siquiera si acaba, pero si tenemos problemas- conseguir lentillas o gafas va a ser un coñazo. Sin ellas, estoy jodido.

Puede que ya no haya nuevos episodios -aunque el nicho de mercado no deja de crecer para aquellos que han sabido ver en ello una oportunidad de negocio-, pero todos los miedos que te pueda haber generado ‘Doomsday Preppers’ siguen ahí, y encima hay que pensar en los nuevos que pueda haber ahora con Donald Trump al frente de Estados Unidos. ¿Será mejor no pensar en ellos e intentar ser felices o quizá sea más conveniente aplicar lo de que más vale prevenir que curar?

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