Premio a la Mona Chita

Sí, aunque parezca una broma, la mona Chita va a recibir un premio en el festival de cine de Peñíscola. O deberíamos decir el mono Chita, pues al parecer es un macho.

Al margen de los premios de la sección oficial, el Festival Internacional de Cinema de Comedia de Peñíscola ha decidido otorgar, en su XVIII edición, un Premio Especial a la inolvidable Mona Chita, personaje imprescindible de las películas de Tarzán, en reconocimiento a sus méritos artísticos.

Se trata del único reconocimiento cinematográfico que Chita ha recibido a lo largo de su dilatada vida.

Para hacerle entrega de este galardón, una delegación del festival, encabezada por el cómico Flipy, se desplazará expresamente hasta su residencia estadounidense el 9 de abril.

Chita, que vive actualmente en un "santuario" para primates ilustres en Palm Springs (California), protagonizó doce películas de Tarzán durante los años 30 y 40.

El acto tendrá lugar durante la fiesta que se ha organizado para celebrar el 74 cumpleaños de Chita, quien se confirma como el chimpancé más longevo del mundo según el Libro Guiness de los records. Para Antonio Trahorras, director del certamen, la oportunidad este premio está clara: "Si algo caracteriza a la comedia es lo sorprendente, lo inesperado... Diseñar los contenidos de un festival de cine de comedia sin reservar algún espacio a la sorpresa, a las ideas grotescas e incluso locas (al menos desde el punto de vista de la cinefilia circunspecta) sería traicionar la naturaleza del género que justifica la propia existencia del certamen. Desde la dirección del festival de Peñíscola hemos decidido premiar a la mítica, entrañable y ya anciana mona Chita (o Cheeta, tal y como la conocen en Hollywood) porque: primero, es una de las pocas estrellas de la Edad de Oro del celuloide que aún permanece viva; segundo, sus escenas puramente cómicas en las películas de Tarzán protagonizadas por Johnny Weismuller han arrancado las risas de innumerables generaciones; tercero, incomprensiblemente, a ningún festival de cine se le había ocurrido rendirle un homenaje hasta ahora; y, por último, considerar que un animal resulta tan merecedor de reconocimiento creativo como cualquier figura humana de la gran pantalla suena a ocurrencia loca, a idea sorprendente e inesperada, a detonante de, al menos, una sonrisa cómplice por parte del espectador con sentido del humor... Al tipo de ideas, en definitiva, que deberían esperarse de un certamen dedicado a la comedia".

MONA CHITA

En 1992, Dan Westfall recibió la custodia de Chita (Cheeta, en inglés). Hasta entonces había estado bajo los cuidados de su tío Tony Gentry, un entrenador de animales que trabajó en Hollywood y que encontró a Chita en Africa en los años 30.

Fue entonces cuando Wetsfall, inspirado en la labor de la investigadora de primates Jane Goodall, montó una reserva aislada (CHEETA Primate Sanctuary) para proporcionar residencia, cuidado y rehabilitación a primates sin hogar o rechazados que se hubieran dedicado, en un momento de su vida, al show-business. La mayoría de los actuales residentes están ya "retirados", pero otros siguen en activo.

Las siglas de CHEETA significan “Creative Habitats and Enrichment for Endangered and Threatened Apes”, que quiere decir "Habitats originales y mejorados para simios amenazados y en peligro de extinción". En este refugio hay chimpancés, orangutanes y monos.

En la reserva todos los animales son tratados con cariño y amabilidad. A Chita (que, a pesar de referirnos a ella en femenino, es macho) y a sus compañeros se les proporciona un entorno y una estructura social adecuados a su especie. Suelen realizar actividades que estimulan su intelecto y curiosidad. Una de estas actividades es la pintura, que permite a los chimpancés desarrollar su innata habilidad para inventar y utilizar herramientas. Dan Westfall afirma que Chita se ha convertido en una artista abstracta y ha registrado las creaciones de Chita como 'Ape-stract' (juego de palabras entre Abs-tracto y Ape, mono). “Son bonitas” dice Westfall, quien entrega estas obras a los donantes que colaboran de forma altruista con una donación de 125 dólares. Los fondos recaudados se destinan al mantenimiento de la reserva.

Chita cumplirá 74 años el próximo 9 de abril y es el simio más anciano del mundo. Es, también, la estrella más famosa de la reserva. Mide 121,92 cm y pesa 64 kilos. Su dieta se basa en fruta fresca, verduras y alimentos para mono.

“Simplemente le queremos y nos encanta hacer cosas por él. Hizo a mucha gente feliz...", dice Westfall.

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