Venecia años 90: La historia de un festival

Cuarto día de la 62ª edición del Festival de Venecia, desde Blogdecine os invitamos a repasar su historia, a través de las décadas. Esta es la séptima y penúltima entrega.

Los 90 se estrenaron con una nueva polémica, el jurado, al igual que en los años 50, ignoró la opinión del público, asignando el León de Oro a Tom Stoppard por Rosencrantz y Guildenstern han muerto, en lugar de entregárselo a Jane Campion, como todos esperaban.

En 1991 el film que más sorprendió fue La linterna roja de Zhang Yimou, pero el León de Oro se lo llevó Urga, el territorio del amor de Nikita Mikhalkov. Las ultimas ediciones bajo la dirección de Maurizio Biraghi se caracterizaron por la participación de realizadores americanos innovadores, como Spike Lee o Gus Van Sant, que presentó el filme Mi Idaho Privado por el que River Phoenix consiguió la Copa Volpi.

Gillo Pontecorvo fue nombrado coordinador de la Muestra en 1992, para en 1996, tomar la dirección. Lo hizo con tres objetivos muy claros, el primero, convertir el Lido de Venecia en la capital de los autores cinematográficos, segundo, reportar a la ciudad los grandes realizadores y artistas del momento, y tercero, revitalizar la zona del Palacio del Cine, gracias a la presencia de los más jóvenes.

La historia del Festival de Venecia
Años 30 - 40 - 50 - 60 - 70 - 80 - 90 - Últimos años

A través de las iniciativas, y eventos propuestos por Pontecorvo, la Muestra adquirió un nuevo vigor, y alojó numerosos congresos sobre realizadores. La sección “Notte” proyectó filmes de gran reclamo, que inundaron el festival de estrellas hollywoodienses, como Jack Nicholson, Harrison Ford, Bruce Willis, Kevin Costner, Mel Gibson, Nicole Kidman, Tom Hanks o Denzel Washington.

Siguiendo la misma línea, los premios a la trayectoria cinematográfica se entregaron a Dustin Hoffman, Al Pacino, Robert de Niro y Francis Ford Coppola, entre otros. Pero también fueron numerosos los jóvenes talentos lanzados, como los italianos Mario Martone, Aurelio Grimaldi, Carlo Carlei o el neozelandés Peter Jackson, presentando Criaturas Celestiales.

En 1993 el León de Oro al mejor film fue para Vidas Cruzadas de Robert Altman y en 1994 para Before the Rain de Milcho Manchevski.

El cine oriental se reafirmó como una verdadera potencia en el mercado mundial, y en el Festival se tradujo con los Leones de Oro obtenidos en 1992 por Zhang Yimou con Qui Ju, una mujer china, en 1994 por Tsai Ming Liang (Ex aequo con Manchevski) con Viva el amor, y en 1995 por Anh Hung Tran con Cyclo.

En este periodo se inauguró también la sección “Finestra sulle immagini”, una especie de laboratorio sobre cortos, medios y largometrajes, siempre encaminados hacia la vanguardia y la experimentación. En 1996, en el ámbito de este proyecto se presentó al público el anime Ghost in the Shell de Mamoru Oshii, una verdadera obra de arte, revolucionaria de la animación nipona.

El mismo año, la decisión del jurado, que presidía Roman Polanski, volvió a ser objeto de criticas al entregarse la Copa Volpi a una niña de cuatro años, Victoire Thivisol, por su impresionante papel en Ponette. Pero quien realmente causó un auténtico escándalo fue Bigas Luna, con su filme Bambola, que resultó el más abucheado del Festival. A pesar de que en 1992 se llevó el León de Plata por Jamón, jamón, y en 1994 el premio al mejor guión por La Teta y la Luna, el director prometió no regresar a la Muestra, mientras la dirigiera Pontecorvo, ya que este le sugirió cortar una escena de Bámbola, que consideraba demasiado escabrosa.

Felice Laudadio tomó el relevo en la dirección, y en 1997 proyectó internacionalmente el cine de Takeshi Kitano, que ganó el León de Oro por Hana-bi, flores de fuego. En 1998 el premio fue para Gianni Amelio por Así Reían, entregándose con este, el noveno León de Oro a un director italiano.

La única película española, presente ese año en Venecia fue Los amantes del Círculo Polar de Julio Medem, pero no se llevó nada, a pesar de que Najwa Nimri también optaba al premio Marcello Mastroianni, a la mejor interpretación de un joven actor.

La afluencia de público al Festival aumentó considerablemente, y esto llevó a levantar el PalaBNL, con la idea de poder acoger cada vez a más asistentes y proyectar el mayor número de películas posible.

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