La carrera televisiva pre-Oscar de Carey Mulligan

Si hay una actriz que se ha erigido en la revelación de esta temporada de premios en Hollywood, con nominación al Oscar por 'An education' incluida, ésa es Carey Mulligan. La joven intérprete inglesa está empezando a despuntar en el cine y, sobre todo, está llamando mucho la atención al otro lado del Atlántico, donde está considerada una de las caras nuevas más interesantes de la temporada. Para los cinéfilos puede ser una desconocida, pero no así para los seguidores de las series de televisión del Reino Unido, donde Mulligan ha estado no sólo fogueándose, sino causando muy buenas impresiones desde hace ya varios años.

Se puede decir que el trabajo que hizo que su perfil empezara a ganar relevancia en Inglaterra, principalmente, fue 'Blink', un capítulo memorable de la tercera temporada de 'Doctor Who' en el que el Doctor y Martha, su acompañante en aquellos episodios, prácticamente no aparecen, y todo el peso de la trama recae en Mulligan y su personaje, Sally Sparrow, que debe enfrentarse a unos de los mejores monstruos (y más temibles, claro) que han aparecido en la serie. El impacto de Sparrow en los fans fue tal, que su intérprete era una de las grandes favoritas para ser la nueva acompañante del Doctor en la quinta temporada, papel que recayó finalmente en Karen Gillard Gillan.

Hasta que llegó 'Doctor Who', Mulligan se había dedicado, sobre todo, a miniseries de época (no en vano, ya debutó en el cine en 'Orgullo y prejuicio'), con algunos trabajos destacables por su calidad, como 'Bleak House', adaptación de la novela de Charles Dickens que le reportó a la BBC buenas críticas, grandes audiencias y premios por doquier, y en la que la actriz tenía un papel secundario como una de las posibles herederas de una fortuna que lleva años enredada en diversos litigios. La presencia y la sutileza de que hace gala en 'An education' ya están presentes en esta serie, y Mulligan mantiene el tipo en un reparto plagado de estrellas como Gillian Anderson y Charles Dance.

Después de participar en miniseries de intriga, como una sobre la señorita Marple y 'Trial and retribution', por ejemplo, participaría después en la adaptación que ITV hizo, dentro de un ciclo dedicado a Jane Austen, de 'La abadía de Northanger', en la que su personaje es una joven de buena posición que acoge a la protagonista en Bath, y la introduce en los círculos de la alta sociedad. La tv movie es una de las adaptaciones de Austen más divertidas de los últimos tiempos, y justo el último trabajo de Carey Mulligan antes de 'Blink'. Después, sería la hija de Rudyard Kipling en 'My boy Jack', que estaba protagonizada por Daniel Radcliffe, y de ahí dio ya el salto al cine.

Es curioso que, antes de convertirse en la chica de moda de la temporada de premios, la todavía corta carrera de Mulligan se restringiera en gran parte a la ficción televisiva británica, aprovechando la tradición de adaptaciones literarias para ir ganando experiencia. Desde luego, quienes la vimos en 'Doctor Who' queremos que vuelva a dar vida una vez más a Sally Sparrow, y no deja de ser un salto peculiar el cambio de huir de los Ángeles Llorosos ideados por Steven Moffat en 'Blink' a la nominación al Oscar y participar en la secuela de 'Wall Street'. Esta nueva encarnación del Doctor se ha convertido en una mina de lanzar las carreras de actores desconocidos.

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