'Cómo conocí a vuestra madre' aguanta correcta el paso del tiempo

Al igual que la mayoría de las series estadounidenses en estas fechas, ‘Cómo conocí a vuestra madre’ también ha cerrado su respectiva temporada esta semana. La ficción de la CBS lo ha hecho con la seguridad que le ha dado la renovación por dos temporadas que la cadena anunció hace ya algunas semanas, algo que para muchos supone un motivo de alegría. Con ‘Cómo conocí a vuestra madre‘ seguimos pasando un buen rato, por lo que no nos importa que la historia se alargue aún más en el tiempo. Eso sí, siempre y cuando traten a la serie como se merece y no bajen en listón al que nos tienen acostumbrados.

¿Y cuál es ese listón? Se trata de una serie que cada semana alterna tres clases de capítulos: los que resultan algo aburridos, los normales o los magníficos (o “awesome” si queremos ser fieles a las expresiones impuestas por el grupo protagonista). Así ha venido siendo desde hace algunos años y así ha transcurrido durante esta sexta temporada, en la que además el drama ha estado más presente que nunca. El resultado ha sido una buena temporada (pero no la mejor de la serie), aunque ha tenido elementos que nos han hecho pensar que los guionistas ya andan algo faltos de ideas.

Un vistazo a…
ENFOQUE PROFUNDO Y LENTES PARTIDAS

El Arcadian y otros elementos que se nos atragantan

Uno de los mayores errores de esta temporada ha sido la historia que nos han presentado en torno al edificio que la compañía GNB quería derrumbar para construir su nuevo rascacielos, diseñado por Ted. Mucha importancia, demasiada desde mi punto de vista, se le ha dado a la historia de este edificio, centrando la atención de gran parte de la temporada. La relevancia que ha adquirido el Arcadian se debe sobre todo al hecho de que el edificio ha permitido hilar la relación de Ted con Zoey, personaje del que me esperaba algo más de lo que finalmente hemos visto en pantalla.

Somos conscientes de que cada nueva relación amorosa que comienza Ted va a acabar mal, sobre todo hasta que no encontremos a la esperada madre, y quizá sea ese el hecho por el que no hemos visto a una pareja con química, sino a unos novios que se encaminaban hacia una ruptura que podría llegar en cualquier momento. Al final, así ha sido, y aunque podramos volver a ver a Zoey, preferiría que se desligara lo máximo posible de Ted, ya que lo que esta pareja nos puede ofrecer en el futuro ha sido ya explotado y quemado por la propia serie.

Y si a este hecho le sumamos la pérdida de la relevancia que han tenido las mujeres protagonistas, que han pasado a un segundo plano a la hora de protagonizar las tramas de cada capítulo, y la excesiva espera que hemos tenido que sufrir para que Lily se quedara embarazada, hallamos los peores elementos que nos ha ofrecido la sexta temporada de ‘Cómo conocí a vuestra madre’. Aunque también ha tenido grandes momentos que nos han hecho disfrutar, tal y como nos tiene acostumbrada desde sus inicios.

La importancia de la figura paterna

Si antes he dicho que Lily y Robin han pasado a un segundo plano, sobre todo en la segunda parte de la temporada, ha sido porque mientras que Ted estaba centrado en su nuevo rascacielos (y su nueva pareja), Barney y Marshall han vivido respectivos dramas relacionados con sus padres. Por fin hemos descubierto quién era el padre de Barney, aunque no fuera exactamente cómo él lo recordaba ni como nosotros esperábamos. Este encuentro ha hecho avanzar al personaje de Barney al mundo de la serenidad, aunque sabemos que este viaje no puede completarse. No al menos hasta finalizar la serie, ya que su particular personalidad sigue siendo uno de los mayores atractivos que nos ofrece la comedia.

Y Marshall también ha sufrido su calvario particular. La muerte de su padre le ha situado en otro punto de inflexión, en este caso el que le ha hecho replantearse la dirección que estaba tomando su vida. Para mí estos momentos, en los que la lágrima ha estado más cerca que la sonrisa, han sido necesarios para ofrecernos otra visión de los protagonistas que hasta la fecha desconocíamos. Un poco de drama para hacer avanzar a los personajes pero sin perder la tónica general de la ficción.

Las tramas episódicas mejoran la temporada

La sexta temporada de ‘Cómo conocí a vuestra madre’ ha visto en las historias autoconclusivas (que han durado uno o varios episodios) una vía que ha aumentado la calidad de la misma una vez más. Han sido esas tramas, que normalmente han ido unidas a capítulos contados con una narrativa especial, las que nos han hecho disfrutar más que las tramas que se han alargado en el tiempo. Recuerdo la carrera por Nueva York o el capítulo en el que Ted y Zoey se declararon después de todas las llamadas de teléfono que recibió Marshall como capítulos que se han añadido a los mejores de la historia de la serie.

No podemos pasar desapercibido el hecho de que este año la ficción ha contado con apariciones estelares que han sabido aprovechar su jugo al máximo. Hablo de Kyle MacLachlan (el capitán), Jorge García o Katy Perry, personajes que se han sumado a todos aquellos que han aparecido en ‘Cómo conocí a vuestra madre’ para sacarnos unas risas con sus cameos.

Una historia principal que pierde interés

¿Y qué más me da que Ted Mosby tenga que conocer a la madre de sus hijos antes de que acabe la serie? Si los guionistas no le dieran importancia a este hecho o si la serie se titulara de otra forma, no nos importaría la dichosa madre, que ha ido perdiendo interés a medida que hemos avanzado en la historia. Es verdad que los flashforwards nos siguen despertando la curiosidad, pero no son imprescindibles para que sigamos siendo seguidores de la serie.

Tras el engaño que hemos sufrido esta temporada (si es Barney el que se casa ¿qué ha sido del amigo de Ted?), ahora tenemos que comprobar si Barney realmente será capaz de asentar la cabeza y, por supuesto, saber con quién decidirá hacerlo. Así que la séptima temporada aparece a lo lejos con una premisa: tendremos presentes más amoríos, tema más que recurrente en ‘Cómo conocí a vuestra madre’. Sólo espero que no cometan con Barney el mismo error que con Ted, alargar su boda todo lo posible despistando al espectador al máximo. No porque los espectadores rechacen el abuso de esta técnica (que también) sino porque la serie ha demostrado que no lo necesita.

En ¡Vaya tele! | La CBS renueva ‘Cómo conocía a vuestra madre’ por dos temporadas más

Portada de Espinof