'La que se avecina', luces entre las sombras

Una vez que la sexta temporada de ‘La que se avecina’ ha visto su fin, ya podemos hacer las primeras valoraciones sobre lo que ha supuesto esta nueva tanda de capítulos. En primer lugar, toca hacer balance de su recibimiento entre el público, ya que si algo ha demostrado ‘La que se avecina’ con su regreso este año es que se ha convertido en la serie de éxito que Telecinco soñaba tener cuando consiguió trasladar el fenómeno ‘Aquí no hay quien viva’ de cadena. Aunque pueda parecer difícil, ‘La que se avecina’ se ha beneficiado de un extenso descanso en el que las continuas reposiciones que se han emitido en FDF han levantado la curiosidad de los espectadores por disfrutar de episodios nuevos, principal clave que explican los elevados datos de audiencia que ha cosechado la comedia de Telecinco.

Ese recibimiento nos dice que ‘La que se avecina’ se ha enfrentado a su temporada más exitosa, esa en la que muchos de sus capítulos han superado los cuatro millones de espectadores, algo que antes solo había ocurrido con su primer episodio. Así, ‘La que se avecina’ ha pasado de ser una ficción con la que rellenar parrilla durante los días de verano a convertirse en uno de los pilares fuertes de Telecinco con los que competir con las grandes ofertas de otras cadenas. Muy pocos se habrían imaginado en el pasado a ‘La que se avecinaformando parte de una de las noches más competitivas del curso, esa que hemos vivido cada lunes desde el pasado octubre. Y, tras analizar su buena acogida, solo queda por saber si ‘La que se avecina’ ha estado a la altura del recibimiento que ha tenido de los espectadores.

La quinta temporada de ‘La que se avecina’ no fue una buena temporada. El regreso de la serie ha estado marcado por ese recuerdo amargo que nos dejó ‘La que se avecina’ después de que observáramos cómo su fórmula presentaba síntomas de desgaste. Con ese miedo, pero también con ganas, nos adentrábamos en una nueva temporada que ahora podemos decir que ha transcurrido con la irregularidad de quien quiere arreglar los errores del pasado pero que se ve sometida a la inercia de querer explotar al máximo los personajes clave con los que cuenta la ficción. Así, la sexta temporada de ‘La que se avecina’ ha mejorado en algunos aspectos (mucho mejor la segunda mitad de la temporada que la primera), pero esa sombra que nos recordaba los pecados a los que había sucumbido la ficción siempre ha estado presente.

Un vistazo a…
ENFOQUE PROFUNDO Y LENTES PARTIDAS

Parejas destinadas a marear al espectador

Explotar a algunos personajes, abusar de algunas tramas sin chispa o repetir algunas situaciones eran algunos de estos pecados, que en parte han sido expiados a lo largo de esta última temporada. La serie se ha movido en una balanza que se desequilibraba con cada nuevo episodio, unas veces cayendo hacia lo aceptable y otras hacia la zona repetitiva y sinsentido. Afectando negativamente a la ficción se encuentran la mayoría de tramas amorosas que hemos visto a lo largo de la sexta temporada, que no han terminado de funcionar ni de mostrar el encanto que sí han tenido otro tipo de historias.

Eso es lo que ha ocurrido con la reconciliación de Javi y Lola, personajes que han vivido un tira y afloja constante en la mayoría de los capítulos de la temporada que solo ha servido para marear al espectador. Lo mismo ha ocurrido con la relación entre Amador y Maite, a la que se le ha puesto un parche en favor de otras tramas conjuntas. Con Judith y Enrique también hemos sufrido nuevas dosis de mareos, surgidos por las vueltas que sus personajes han dado a las mentiras que han mantenido durante toda la temporada. Las idas y venidas de su relación nos han hecho pensar que, pese a que el inicio de su relación fue un acierto, ahora sus personajes estarían mejor separados, ya que han perdido parte de la energía que transmitían en temporadas anteriores.

También debemos añadir a Sergio y Raquel en este grupo de relaciones fallidas que han ensombrecido la sexta temporada de ‘La que se avecina’. El regreso del personaje de Adrià Collado ha sido el más flojo de todos los que ha contado la ficción esta temporada y la relación que su personaje ha comenzado con Raquel no le ha beneficiado, ya que como resultado hemos visto a una pareja que no llega a provocar el mismo entusiasmo que sí tiene el resto de parejas de Mirador de Montepinar. Incluso Coque y Nines han ofrecido más momentos memorables en el capítulo que comenzaron a salir, ya que su relación sí aportaba ese toque de peculiaridad que no poseen Raquel y Sergio como pareja.

Regresos que sientan bien

Al margen del personaje de Sergio, la sexta temporada de ‘La que se avecina’ ha contado con otros dos regresos que han aportado esa dosis de novedad que a la ficción le hacía falta. En primer lugar, como era de esperar, la presencia de Violeta (Silvia Abril) como personaje regular dentro del clan Recio ha provocado el toque de frescura que ha mantenido la energía de uno de los personajes principales de ‘La que se avecina’. Y, en segundo lugar, la tan anunciada participación de Antonia San Juan ha dado sus frutos, aunque haya sido tan solo en el último episodio de la temporada. Estela Reynolds ha mantenido el nivel que se esperaba de su personaje y, buena parte de ese logro, se lo debe al que ha sido la gran revelación de la temporada.

La aparición de Fernando Tejero en el último tramo de la temporada ha sido uno de los motivos de esa revulsión que ha vivido la ficción en su recta final. Ha coincidido con la aparición de Fermín en la vida de Javi y Lola, un personaje con una personalidad extravagante que logra aportar un buen número de situaciones disparatadas y que se diferencia del resto de elenco. Quizá una de las preocupaciones de cara al futuro es observar cómo evoluciona esta peculiar familia que se ha formado de la noche a la mañana, sobre todo si tenemos en cuenta la cantidad de situaciones que ya han vivido en el pasado por culpa de Estela Reynolds. La pareja Estela-Fermín puede ser uno de los alicientes de la próxima temporada, ya que muchas miradas estarán puestas en una pareja que ha demostrado tener química desde el primer minuto.

Redescubriendo las tramas vecinales

Pero como he mencionado anteriormente, observando cómo han evolucionado las parejas esta temporada, sus historias deberían ser relegadas a un segundo plano en favor de las tramas vecinales, que son las que han dado el verdadero juego esta temporada. El casino ilegal en el rellano o la comunidad convertida en una ecofinca son algunas de las disparatadas tramas que mejor han funcionado, en las que la mayoría de los personajes estaban implicados para regocijo del espectador. No olvidamos tampoco la inclusión de tramas relacionadas con la actualidad, como el desahucio de los Cuquis o la búsqueda de Antonio Recio tras conocer que era un niño robado, aciertos con los que se ha podido hacer crítica social sobre algunos de los aspectos más destacados de la actualidad.

Estas han sido pinceladas que, como digo, han sabido darle brillo a una serie que todavía carga la mayor parte de su peso en los mismos personajes y, como consecuencia, se repiten situaciones que no hacen más que desgastarlos. Es cierto que en el último tramo se ha visto una tendencia a la mejoría, donde se ha repartido mejor el peso de las tramas y donde los personajes principales se han acercado a los que hasta ahora eran secundarios. A la ficción también se ha beneficiado de los cameos con los que ha contado (uno de los más destacados ha sido el de Paz Padilla, una vez más como Chusa), que otorgan ese punto de novedad que a veces hace falta en una serie como ‘La que se avecina’.

Una pena que no se hayan podido disimular mejor las ausencias (principalmente las de Isabel Ordaz, que no pudo compaginar las grabaciones con el teatro, y Mariví Bilbao, que abandonó la serie a mitad de temporada), que en algunos casos han dado la sensación de abandono y de falta de regularidad en muchas de las tramas. Aún así, el sabor de boca con el que he despedido la sexta temporada de ‘La que se avecina’ es mucho más agradable que el que tuve al final de la quinta temporada, un ejemplo de que se están haciendo las cosas bien y de que se quiere continuar por esa línea en el futuro. Por último, solo queda afirmar eso que muchos esperan leer en un análisis como este. Sí, ‘La que se avecina’ es la mejor comedia que actualmente se emite en nuestro país, aunque también debemos admitir que en España el nivel de calidad en este ámbito no está precisamente alto. De cara al futuro, ‘La que se avecina’ cuenta, una vez más, con la oportunidad de colocar ese listón donde la serie quiera o pueda alcanzar. Tiene personajes, historias y recursos para superarse.

En ¡Vaya tele! | ‘La que se avecina’ se ha estancado

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