Publicidad en Muchachada Nui

Una de las cosas que me parecía destacable por su excepcionalidad en la primera temporada de Muchachada Nui era la ausencia de cortes publicitarios. Este aspecto redundaba en el carácter underground del espacio e incidía en la idea de que era un espacio diferente, alternativo y alejado de la pelea comercial. En esta segunda temporada esto ha cambiado y aunque las promociones están tratadas con su sentido del humor habitual, yo no acabo de verles el sentido.

Obviamente, que haya marcas interesadas en promocionarse en el programa nos dice mucho acerca de la buena salud de la que goza Muchachada Nui a pesar de que no esté haciendo buenos datos de audiencia. Pero ni siquiera la solidaridad con el programa me deja aceptar con normalidad el hecho de que haya anuncios camuflados, ni de marcas convencionales ni de tonos para el móvil.

Supongo que habrán escogido la fórmula que menos altera la filosofía del programa al integrar las promociones en la estética general, con guiones específicos, personajes conocidos y en entornos poco utilizados, pero aún así sigue siendo publicidad. Quizá es que les dieron a elegir y les dijeron que era o eso o un corte en un programa que apenas dura media hora, que no me extrañaría. Está claro que la cadena busca la rentabilidad de todas las formas posibles, a pesar de que se las den de defensores de contenidos de calidad para todo tipo de público.

En fin, que está visto que no hay nada que pueda superar la presión del medio. Por suerte, los de Muchachada saben hacer las cosas con gracia y espero que en el tema de la publicidad sea en lo único que cedan. Por cierto, el programa de ayer fue uno de los más redondos que he visto. No tuvo puntos hilarantes pero los contenidos estuvieron equilibrados. Me gustó mucho la historia de Robert Smith y gracias al programa de ayer parece que se revalorizará el LP de Rosa León que conservo de mi infancia.

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