'¿Qué fue de Jorge Sanz?', otra manera de disfrutar de una comedia

Un firme sentimiento recorre mi cuerpo tras tomar la decisión de escribir una entrada sobre ‘¿Qué fue de Jorge Sanz?’, la serie con la que Canal + inició su andadura en esto de la ficción nacional a finales del año pasado. Y ese sentimiento no es de los buenos. Pero que nadie se alarme, se trata sólo de la decepción personal que tengo tras saber que una gran comedia me había pasado desapercibida entre las series nacionales que han visto la luz recientemente. Y es que a estas alturas de la temporada, si pretendo hablar de lo que ha supuesto ‘¿Qué fue de Jorge Sanz?‘ en el panorama español, no podría empezar de otra forma que pidiendo disculpas por traer este análisis tan tarde.

No me queda más remedio que aferrarme a ese refrán que dice que es mejor darse cuenta de algo tarde que no hacerlo nunca. Y maldiciéndome a mí mismo, comienzo esta entrada afirmando que ‘¿Qué fue de Jorge Sanz?’ ha sido una de las comedias revelaciones de esta temporada. Por supuesto que lejos de esta afirmación quedan los altos índices de audiencias o la repercusión en medios de comunicación. Quizá muy pocos lo sepan a día de hoy, pero la ficción de Canal + ha sido grande, más de lo que muchos nos pudiéramos esperar en un principio.

Para encandilarte de ‘¿Qué fue de Jorge Sanz?’ hay que amontonar la mayoría de las series que hasta la fecha se han hecho en nuestro país, guardarlas en un viejo armario y cerrarlo con llave. Ya no es que la ficción sea mejor o peor al resto de series, sino que a medida que avanzas en el universo creado en torno a Jorge Sanz te das cuenta que estás asistiendo a otra cosa, algo diferente a lo que hoy en día estamos acostumbrados.

Un vistazo a…
ENFOQUE PROFUNDO Y LENTES PARTIDAS

A medio camino entre la realidad y la ficción

La histora que se nos presenta en ‘¿Qué fue de Jorge Sanz?’ es simple. Jorge Sanz, el actor que triunfó hace ya algunos años, ha crecido y, a la particular crisis que aparece al cumplir los cuarenta, hay que añadir el hecho de que ya no es la estrella que un día fue. La idea, que tampoco es nada original, bien podría representar la vida de otros tantos actores, incluso algunos de edad (y carrera) más corta que la del protagonista de la ficción. La fugacidad del éxito, el olvido, la fama… son los temas recurrentes que encontramos a lo largo de los seis capítulos que dura la serie.

Y partiendo de esa base, la ficción se construye un mundo que bien podría ser el día a día del propio Jorge Sanz, luchando por conseguir el éxito del pasado o, al menos, seguir trabajando en esto del cine y la televisión. Pero no sólo abordamos su faceta profesional, también entramos en su vida personal, otorgando lo que podría ser un perfecto retrato de la vida de un actor en decadencia.

Quizá los primeros minutos puedan resultar extraños. La serie cuenta con un bache, ese estilo amateur con el que está rodada, que el espectador debe sortear y comprender si quiere disfrutar de ella. Porque también ese estilo forma parte de la serie, ya que le da un realismo que se perdería con encuadres bien realizados o con un sonido de calidad. ‘¿Qué fue de Jorge Sanz?’ no es perfecta técnicamente pero tampoco pretende serlo, y una vez que se visiona toda la temporada se llega a agradecer que hayan tomado esta vía para retratar esta historia.

Una historia que se ríe hasta de sí misma

‘¿Qué fue de Jorge Sanz?’ es una comedia pura, aunque no lo pueda parecer a simple vista. Se ríe de todo cuanto puede (relaciones familiares, redes sociales, la ceremonia de los Goya…) pero cuenta con un principio que le obliga a reírse de sí misma para poder hacerlo de los demás. Se trata de un tipo de serie que no trata al espectador como si de un idiota se tratase, sin marcar con risas enlatadas los momentos en los que la audiencia tiene que reír o sin llenar las tramas con todos los tópicos posibles. Las risas provocadas por la serie surgen tímidamente cuando el espectador es consciente de la tragedia que vive Jorge Sanz y normalmente van asociadas a largos silencios, miradas de incredulidad y expresiones de resignación. Con el paso de los minutos esas mismas risas consiguen expandirse hacia otros personajes y situaciones.

Otro de los puntos fuertes con los que cuenta ‘¿Qué fue de Jorge Sanz?’ es la aparición de actores (Antonio Resines, Carlos Larrañaga, Santiago Segura…) que aceptan interpretarse a sí mismos para parodiar el mundo al que pertenecen. A mi juicio una de las mejores intervenciones es la de Juan Diego Botto, que pese a su deseo coincide con Jorge Sanz en el AVE y termina recriminándole todas las manifestaciones políticas a las que Jorge no ha asistido. Pero ‘¿Qué fue de Jorge Sanz?’ va un paso más allá y consigue reírse de la propia ficción. Lo hace a través de una serie en la que Jorge es el protagonista y en la que se hacen claras referencias a lo que el espectador está asistiendo.

‘¿Qué fue de Jorge Sanz?’ no sería la misma sin el trabajo de Eduardo Antuña, que interpreta el papel de Amadeo, el nuevo representante de Jorge que, aunque posee un gran corazón, no tiene ni idea de nada y consigue meterle en todo tipo de líos. El personaje de Amadeo termina siendo imprescindible en la comedia. Hace una gran pareja con Jorge, un dúo que bien podría ser una representación actual de un Don Quijote y un Sancho Panza que deben enfrentarse al cruel mundo del cine y la televisión.

Una nueva ficción es posible

‘¿Qué fue de Jorge Sanz?’ refuerza la idea de que la ficción española tiene vida más allá de las cadenas generalistas. Con tan solo seis capítulos, de algo más de media hora cada uno, y con la (casi) seguridad de que no habrá una segunda temporada, la serie ha cumplido su cometido: no sólo nos ha hecho pasar un buen rato, que al fin y al cabo de eso es de lo que se trata, si no que ha llamado la atención para que una parte de las miradas se vuelvan hacia la ficción creada por los canales de pago.

Este es el nacimiento al que estamos asistiendo esta temporada, un hecho que debemos tener muy en cuenta para observar por dónde se va a mover parte de nuestra ficción nacional en el futuro. Lo que muchos esperábamos, la creación de otro tipo de series españolas, se está haciendo realidad lentamente y quizá con algo más de madurez proyectos como ‘¿Qué fue de Jorge Sanz?’ pueden ofrecernos cosas muy grandes, si es que no lo están haciendo ya. Mientras yo me sigo maldiciendo a mí mismo, 2010 terminó ofreciéndonos una de las mejores comedias que ha visto la luz esta temporada y yo, ingenuo, me comí las uvas sin saberlo.

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