'Cowboy de asfalto': una estimable película de Netflix que funciona mejor como western urbano que como drama familiar

Este pasado viernes 2 de abril llegaba a Netflix 'Cowboy de asfalto', una película marcada por la presencia en su reparto de Idris Elba y Caleb McLaughlin, un joven actor bastante popular por dar vida a Lucas, uno de los protagonistas de la arrolladora 'Stranger Things'. Pese a esos ganchos, la cinta dirigida por Ricky Staub, quien también firma el guion junto a Dan Walser, no ha hecho mucho cuido con su desembarco en la popular plataforma de streaming.

Es cierto que el esfuerzo promocional de Netflix por dar a conocer la película no ha sido especialmente elevado, algo que suele ser señal de que estamos ante un material que desde la compañía vean como un contenido más con el que ampliar su catálogo. A la hora de la verdad no puedo decir que sea una obra memorable que merezca mucho más reconocimiento, pero 'Cowboy de asfalto' sí es una propuesta estimable, bastante más en una de sus vertientes que en la otra, a la que merece la pena echar un ojo.

Dos películas en una

Podría decirse que 'Cowboy de asfalto' son dos películas por el precio de una. Por un lado, la historia de cómo un adolescente de Detroit se ve poco menos que obligado por su madre a reforzar la relación con su padre, quien además ejerce como cowboy en la ciudad de Philadelphia, una especie de evolución de los vaqueros del antiguo oeste condenada a extinguirse más temprano que tarde.

El primer reto al que se enfrenta la película es a la necesidad de equilibrar esas dos vertientes, pues la segunda fácilmente podría acabar siendo poco más que un factor exótico que permitiese a 'Cowboy de asfalto' diferenciarse de otros títulos que exploran cómo alguien vuelve a conectar con uno de sus progenitores tras mucho siempre sin contacto. Por suerte, a Staub también le interesa abordar ese otro elemento, llegando incluso a diferenciarse a la hora de ponerlo en imágenes.

Y es que lo que mencionaba antes de ser dos películas en una está presente a todos los niveles. En lo referente a la relación paternofilial, 'Cowboy de asfalto' vendría a ser una más, con un enfoque bastante evidente que va acercando progresivamente más a los personajes interpretados por Elba y McLaughlin. Al final es lo que te consiguen transmitir estos dos actores lo que hace que la película tenga cierto interés por esa vía, pues no se diferencia demasiado de una propuesta al uso buscando emocionar al público con soluciones argumentales ya demasiado manoseadas como para conseguir el impacto buscado.

Lo que funciona mejor

A cambio, Staub está más inspirado cuando el eje de 'Cowboy de asfalto' gira más hacia ese grupo de vaqueros que viven en una especie de realidad aparte, conscientes de que el mundo real juega en su contra pero que prefieren centrarse en un modo de vida que les llena en lugar de tener la mirada puesta en el futuro. Hay alguna conversación en la que incluso se deslizan apuntes sobre la tendencia a la gentrificación de algunos lugares que deja claro que simplemente tienen fe en que nada cambie.

Además, Staub apuesta entonces por cambiar su forma de abordar las imágenes, dotando a 'Cowboy de asfalto' de un acabado más cercano al documental, como si quiera jugar a algo similar a lo que hizo Chloé Zhao en 'The Rider'. Ahí la película consigue esa fuerza de la que carece en la relación paternofilial a través de una mirada limpia que coquetea con lo poético a través de lo cotidiano, sirviendo de paso para reivindicar la importancia de los afroamericanos en un mundo que el cine ha tendido a ignorar.

Todo esto sin que se sienta como un cambio brusco en lo referente a la puesta en escena o la cuidada fotografía de Minka Farthing-Kohl según lo que le interese más a Staub en cada momento. Al final el problema está más en que el eje narrativo de 'Cowboy de asfalto' se siente convencional y sin nada en sí mismo a la hora de desarrollarlo que trascienda lo obvio. Esto es algo que se matiza en parte por ese otro componente, ya que en cierta medida ayuda al personaje interpretado por McLaughlin a ver una realidad muy diferente a la que conocía, pero en lo referente a la relación entre padre e hijo, la película de Netflix nunca va más allá de lo meramente funcional.

En resumidas cuentas

Dicho de palabras más claras, como drama familiar, el genero predominante, 'Cowboy de asfalto' no es gran cosa, pero algo de interés tiene, sobre todo por sus dos protagonistas, mientras que como western moderno resulta más estimulante en su aproximación casi documental a las imágenes. No lo suficiente para convertirla en una cinta imprescindible, pero sí para sentir que uno ha aprovechado su tiempo en una propuesta con cierta entidad.

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