'The Walking Dead': las muertes más impactantes y memorables de toda la serie

En 2003, Image, una de las editoriales de cómic independiente más importantes de Estados Unidos, publica 'The Walking Dead'. Se trata de un cómic de zombis que, con los años, se gana un público mastodóntico y fiel. Subido al resurgir del género zombi, en 2010 es adaptado para televisión.

12 años después, la serie de televisión de 'The Walking Dead’ termina en su temporada 11, algo que nos ha llenado de algo de alivio por no verla sufrir más. Y para celebrar eso y sus 19 años en la cresta de la ola en viñetas y fotogramas, ¿qué mejor que repasar las muertes más impactantes que nos ha dado la serie de televisión?

Pero antes de irnos al lío, aquí venimos a jugar con reglas. La primera, que hay SPOILERS porque el rollo de advertir sobre ellos viene, precisamente, de fastidiarle al otro quién vive y quién muere.

La segunda, que aunque uno de los criterios es el shock porque a un personaje le han dado matarile de forma distinta al cómic, no es el único y, ni mucho menos, el principal. Y tercera: el único orden es por temporada, que no quiero hacerme una úlcera pensando en un orden. Pero quizás Glenn, Lizzie, Rosita, Beta y Tara (esto tiene sentido, no es un código para despertar a agentes soviéticos).

Primera temporada: la niña y el mensaje

El mundo zombi audiovisual es mayoritariamente adulto. En lo narrativo, se asume que los peques no tienen ninguna oportunidad y son carnaza para no muertos o vectores de infección inesperados (algo muy real: preguntad a cualquier profe de guardería) como en ‘Amanecer de los muertos’ o 'Little monsters'; en lo material, es bastante más complicado plantarle a un crío varias horas de maquillaje para que gruña cuatro veces a cámara.

‘The Walking Dead’ impacta desde la primera escena de su primer capítulo, porque muestra a una niña zombi y Rick (Andrew Lincoln) no huye, ni la aparta: le dispara en la cabeza. Frank Darabont quiso dejar claro que el viaje que había por delante iba a ser crudo.

Tercera temporada: Lori gana, pese a todo

Cientos de películas románticas con embarazadas, y de películas y series que se toman a chufla el parto y como mero mecanismo narrativo, nos han convencido de que se trata de algo rápido, sencillo y sin complicaciones.

Por desgracia, esto no es así. Los partos pueden complicarse. Y en el mundo de ‘The Walking Dead’, donde lo más básico, que es la presencia de personal cualificado y medios, escasea, esto significa la muerte.

Durante el parto de su hija Judith, Lori empieza a sangrar y Maggie tiene que hacerle una cesárea de cualquier manera para salvar a la bebé. Por si fuera poco, es Carl quien se encarga de evitar que su madre “vuelva”.

En el cómic, Lori recibe un disparo fatal en un ataque del Gobernador… y al caer al suelo, aplasta con fatal resultado a su bebé Judith. Al menos, en la serie, Lori pudo despedirse de Carl.

Cuarta temporada: Patrick y el otro virus

Sobrevives a los zombis y te mata una gripe...

Lo dicho antes del parto, aplica con la medicina en general: estamos acostumbrados a caer enfermos y visitar al médico dos o tres semanas después, pero en ‘The Walking Dead’ no está siquiera la posibilidad. Podría ser una gripe, o podría ser un virus, que te las vas a tener que arreglar en soledad.

Encima, uno se preocupa demasiado de la infección que convierte en zombi, sin caer en la cuenta de que hay cientos de virus y otros patógenos ansiosos de extenderse en nuestro interior. Patrick, primera baja por la gripe de la prisión, lo averigua por las bravas, al morir en mitad de una ducha.

Cuarta temporada: Lizzie Samuels, de ratonas y niñas

Lizzie sentía fascinación por los zombis y ya causó algún quebradero de cabeza al dar de comer a los zombis durante la estancia del grupo en la prisión. Ninguno pudimos prever que iría a peor.

Carol y Tyreese descubren que Lizzie ha matado a su hermana, Mika, pero que tiene esperanzas de verla volver como zombi. Y amenaza a la bebé Judith. Para Carol, esto es el colmo, porque sabe que Lizzie es un peligro enorme para todo el grupo y para quien quiera que se quede cuidándola.

De ahí que engañe a Lizzie para que mire a otra parte… y le dispare. Esta muerte, por cierto, es un homenaje a ‘De ratones y hombres’, de John Steinbeck, una gran novela de un gran escritor.

Quinta temporada: Beth tararea a Mudhoney

Cuando el grupo de Rick se topa con un hospital, el Grady, protegido por policías, pudieron pensar que habían encontrado al fin un sitio seguro, pero nada más lejos de la verdad: casi estaban más seguros fuera.

La líder, Dawn, tomó como rehén a Beth, la hermana de Maggie, con la idea de hacer un intercambio con los dos oficiales de policía que Rick tenía retenidos. En dicho intercambio, Beth se harta de la líder de los policías y la apuñala con unas tijeras que se había escondido.

Lo que no contaban, ni ella, ni sus amigos, ni los telespectadores, es que la reacción casi inmediata de Dawn sería la de dispararle en la cabeza: ya decía la banda Mudhoney aquello de ahora tengo un arma, es mejor que te apartes de mi camino. Aunque murió en el final de mitad de temporada y ya nos debíamos oler que algo pasaría...

Quinta temporada: Tyreese lo flipa

Un episodio después de la muerte de Beth, Tyreese ayuda a Noah a afrontar la pérdida mientras hace lo suyo… pero acaba mordido por un zombi.

Si es impactante es porque no tuvieron bastante con hacerle enfermar por el mordisco, sino que también le vimos perder poco a poco la cabeza, asediado por alucinaciones. Por nuestra parte, los lectores de cómic pensamos que la Muerte se le saltaría, ya que su forma de morir, decapitado por el Gobernador, se transfirió al pobre Herschel.

Los responsables de la serie le hicieron dos regalos: uno, tiempo de más respecto a su contrapartida comiquera; dos, una despedida audiovisualmente llamativa, cuando ‘The Walking Dead’ no se rendía a ser una serie competente, sin más.

Quinta temporada: Noah se hace popular

Diez capítulos de la quinta temporada nos duró Noah. No sirvió de mucho que Beth se sacrificara, en un intento de liberarle del grupo de policías que dirigían el hospital Grady. Su muerte es de las más recordadas porque, lejos de morir fuera de plano, o cubierto por zombis que tapen la casquería, se le ve primero la cara de pánico y terror, luego se le escucha gritar… y por último se le ve, siendo desgarrado literalmente.

Es de las más memorables (y de la que más fácil es encontrar vídeos y GIFs) también porque es de las que mejor encarna el espíritu de las películas clásicas de zombis, con efectos especiales prostéticos e imaginación para representar semejante atrocidad.

El pobre Glenn fue testigo y no pudo hacer nada, pero bastante tendría por delante el pobre…

Sexta temporada: Deanna no sabe contar

Esta muerte es otro clásico de las películas de zombis: Deanna se está debilitando por una mordedura de caminante en el costado, aunque no tendrá tiempo de empeorar y morir, porque la casa en la que está convaleciente es asaltada por zombis.

Su intención es llevarse a unos cuantos por delante y reservarse una bala para que no la pillen viva, pero las cuentas fallan y grita desafiante al futuro que le espera.

Sexta temporada: La familia que muere unida

Jessie residía en Alexandria y conectó con Rick, que intentó ayudarla a ella y a sus dos hijos, Ron y Sam, a sobrevivir a los caminantes, por mucho que se sintieran a salvo en Alexandria. Al final, el miedo hizo que los tres murieran.

En el mismo asalto zombi que, en el capítulo anterior, se había llevado a Deanna, Rick, Michonne, Carl y los Anderson están rodeados. La solución pasa por el clásico de cubrirse de entrañas y andar entre los no muertos, pero Sam pierde los nervios y, sin querer, consigue que le devoren.

Jessie lo ve y se deja comer, pero no suelta a Carl, lo que lleva a la separación más traumática que ha tenido Rick con una mujer: tiene que cortarle la mano para que Carl tenga una oportunidad.

Y cuando pensábamos que todo habría terminado, Ron, que presencia todo, intenta disparar a Rick, pero es atravesado por la fiable katana de Michonne. Así muere toda la familia, mientras que ese disparo deja tuerto a Carl.

Sexta temporada: Denise no lo vio venir

Ésta es una de las muertes inesperadas: no hay ningún indicio de lo que va a pasar, simplemente, ocurre. Denise está hablando con Daryl y Rosita cuando, de repente, una flecha le atraviesa el ojo. El culpable es Dwight, de los Salvadores, que ha usado la ballesta de Daryl.

Los lectores de cómic también quedamos sorprendidos, porque su muerte es mucho más rutinaria, por la mordedura de un zombi que la hace enfermar y morir… y porque fue así como murió el Abraham de las viñetas.

Séptima temporada: Las dos muertes de Glenn

Aquí los guionistas jugaron al despiste, pero también a herir. Los lectores sabían que, en el momento que apareciera Negan, Glenn estaba condenado, pero ni ellos, ni el espectador corriente pudo creerse su “primera muerte” en la sexta temporada, cuando cae junto con otro superviviente y un plano cerrado y tramposísimo sugiere que le están devorando.

Cuatro capítulos más tarde, descubrimos el pastel: los zombis se estaban comiendo a su colega y él pudo escapar por los pelos. La suerte se le gasta en la siguiente temporada, cuando muere de verdad a manos de Negan.

Es impactante y brutal porque el golpe de bate no le mata, sino que le hunde el cráneo y le saca un ojo. Confuso por el trauma cerebral y llamando a Maggie entre gorjeos, Negan le remata de forma salvaje. Y todo delante de sus amigos y su esposa, que no pueden hacer nada al estar atados y rodeados por los Salvadores.

Séptima temporada: Spencer no tiene entrañas

A Robert Kirkman no le gusta nada el nepotismo, y no tiene muy buena opinión de los hijos de gente poderosa, a los que dibuja a menudo como gente estúpida y mimada. Aunque la serie cambió algo el trasfondo de la familia respecto al cómic, Spencer seguía siendo el hijo de la persona a cargo de Alexandria.

El caso es que a nadie le importaba Spencer, el cual intenta ganarse el favor de Negan para que se deshaga de Rick y así poder gobernar Alexandria.

La reacción imprevisible de Negan es decirle que no tiene las entrañas de matar a Rick él mismo y rajarle el abdomen para hacer un chiste malo a su costa. Y encima, su odiado Rick es el que le remata para asegurarse de que no vuelve como zombi. Doble mala suerte.

Séptima temporada: Sasha y la música

Esta muerte tiene miga dentro y fuera de la pantalla. Fuera, porque la actriz tuvo que dejar la serie para protagonizar la serie ‘Star Trek: Discovery’. Dentro, porque es la única de toda la lista que decide convertir en un arma su propia muerte.

Verás, resulta que Sasha quiso matar a Negan, pero falló y fue capturada y reclutada forzosamente. Antes que hacer daño a Rick y sus amigos, prefiere acabar con su vida, y Eugene le pasa una pastilla de cianuro.

El plan es suicidarse en el intercambio de prisioneros que Negan tiene planeado con el grupo de Rick, y en el que ella está dentro de un ataúd. Cuando Negan abre, halla a Sasha convertida en caminante y por poco le cuesta la vida. Un diez en el esfuerzo, un cero en supervivencia.

Octava temporada: Carl, la inspiración

Quizá la muerte más polémica para quienes leyeron el cómic, porque Carl no solo sobrevive hasta el último número, sino que representa todo por lo que Rick luchó en su momento. Que decidieran matarle en la serie tiene algo de sentido, aunque no deja de ser un error.

Tiene sentido porque Carl, que es mordido por un zombi, desea un futuro donde no haya luchas entre los supervivientes. Su visión impacta sobremanera a Negan y es el detonante moral de que termine la guerra entre el grupo de Rick y el de Negan.

Como ya comenté en la comparativa con el cómic, esta muerte y la desaparición de Rick ocasionaron que la serie no supiera muy bien definir un rumbo temático. Si a partir de la novena temporada notabas que faltaba “algo”, ya sabes por qué es.

Novena temporada: Gregory va al Oeste

En ‘The Walking Dead’, la política es de todo menos inofensiva. Gregory dirigía la colonia Hilltop y proporcionaba suministros a los Salvadores de Negan, hasta que el grupo de Rick vino a cambiar las cosas. Después de casi tres temporadas, la guerra con Negan acaba con los Salvadores y Gregory pierde las elecciones para gobernar Hilltop en favor de Maggie.

Digamos que no se lo toma bien. Nada bien. Conspira para quitarle el puesto a Maggie e incluso para matarla, aprovechando el dolor de un residente de Hilltop y manipulándole para que la mate.

El pastel se descubre y Maggie ordena ahorcarle, lanzando un mensaje al resto de habitantes de Hilltop, que eso de conspirar está malo, y otro a los espectadores: ¿es que aún no os habíais dado cuenta de que esto es un western con zombis?

Novena temporada: Jesús y la nueva amenaza

Tanto en el cómic, como en la serie, Jesús es uno de los personajes más molones. En realidad no se llama así, pero su parecido con el otro tipo llevó al mote. Y cómo no iba a gustar, si mata zombis con estilo y siempre tiene la sonrisa a punto.

Mientras que la versión dibujada sobrevive hasta el final, en la serie decidieron darle matarile para enseñar la nueva amenaza: los Susurradores, gente que se disfraza de zombi y vive con lo puesto.

La puesta en escena tiene su miga, en un ambiente casi onírico (¡un cementerio! ¡niebla!), en el que Jesús ejecuta la rutina habitual de matar zombis… hasta que uno le esquiva y le apuñala. Puedes creer que están evolucionando (algo que se verá en la última temporada, pero no tan avanzado), hasta que su asesino le susurra al oído.

Novena temporada: los diez en la estacada

Otra de las muertes más recordadas por varios motivos: son nada más y nada menos que diez personas fallecidas, siendo la que más dolió la de Tara, a quien habíamos visto pasar de la tropa del Gobernador a ser una de las favoritas de los fans y con madera de líder. O Enid, que pasó de muchacha asustadiza a futura esperanza sanitaria.

El otro motivo es que sus cabezas fueron colocadas en estacas a modo de mensaje: los Susurradores advierten así que no quieren que se les invada, ni siquiera se roce, su territorio.

Y por último, que como las cabezas fueron cortadas sin dañar el cerebro… todavía se mueven. Una visión de pesadilla que a algunos aún nos pone los pelos de punta y que está sacada de los cómics (aunque las víctimas varían entre un medio y otro).

Décima temporada: Beta se da un baño de masas

Los Susurradores daban miedo como concepto (¿gente disfrazada de zombis que vivían entre hordas y sabían incluso controlar su dirección? Retorcido), hasta que conocimos a su líder, Alpha, y el gigantón leal, Beta. Esos sí que daban miedo de verdad.

De Beta se dio información con cuentagotas, hasta que supimos que era un músico afectado por la fama, que vio el fin del mundo como una forma de empezar de nuevo a espaldas de la civilización o sus rescoldos.

Su muerte, por tanto, tiene algo de poético: no la parte en que Daryl le apuñala los ojos, sino cuando se ve rodeado de caminantes, que le agarran como si fueran fans durante un concierto. Me temo, sin embargo, que tras su gran final no habrá bis…

Úndecima temporada: la concesión de Rosita

Rosita era otro de los personajes que poco a poco se había ganado el corazoncito de los aficionados. No lo tuvo fácil, pero al menos tiene la muerte más bonita de toda la lista, una despedida por la que hubieran firmado cualquiera de los otros integrantes.

En su última peripecia, Rosita consiguió salvar la vida de su hijo pese a caer rodeada de zombis. El precio fue una mordedura en el hombro, lo que viene a ser una sentencia de muerte al ser intratable.

La “suerte” de Rosita es que ocurre justo cuando se terminan las tensiones con la Mancomunidad, en el inicio de lo que se presupone será un período de paz y crecimiento, así que puede organizar una comida tranquila de despedida con todos sus amigos, decirle adiós a su bebé y esperar.

Un auténtico test Voight-Kampff para el espectador, haya conseguido llegar hasta el final de la serie (ocurre en el último capítulo de la última temporada) o simplemente se haya topado con ello en Youtube y similares.

Hasta aquí hemos llegado. Nos hemos horrorizado, llevado las manos a la cabeza, a los ojos y a la boca; hemos sonreído con malicia, celebrado y hasta llorado, pero esto no da más. ¿O sí? Qué opinas: ¿hay alguna muerte impactante que pondrías aquí o que quitarías?

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