El buen final de 'Pushing daisies'

Sí, es cierto que, cuando se supo que era cancelada, incluimos 'Pushing daisies' en nuestra seccion de series inacabadas, pensando que, ya que la ABC no sabía si emitiría los tres capítulos que ya se habían rodado, la trama se quedaría colgada en el punto en el que lo hizo cuando la serie entró en el hiato navideño, con el padre de Chuck resucitado y haciendo las suyas y el de Ned teniendo una inesperada, y secreta, aparición. Sin embargo, y para nuestra sorpresa, Bryan Fuller y sus guionistas se las apañaron para dar un cierre, al menos, a las historias personales de sus protagonistas, y así dejar a los fans con la sensación de haber visto algo completo.

Porque no nos engañemos, que una serie continúe, o acabe, en formato cómic es un sucedáneo, un mal sustituto de lo que veíamos en pantalla. Las tramas estarán muy bien, pero en una serie como 'Pushing daisies', eran los actores y su facilidad para hablar aún más rápido que Lorelai Gilmore una parte muy importante de su encanto. De nada me sirve "leer" a Emerson Cod cuando lo genial de ese personaje era ver las caras de Chi McBride y oír cómo soltaba esos "oh, hell no". Por lo menos, en los tres últimos episodios, que la ABC está emitiendo ahora y que ya se han visto en el Reino Unido y Alemania, todos los personajes tienen su momento para brillar.

Si a lo largo de la segunda temporada vimos cómo Chuck descubre que Lily es en realidad su madre, y cómo los secretos que Ned guarda son uno de los principales obstáculos en su relación, en los últimos episodios son Olive, Emerson y las tías de Chuck las que ganan más protagonismo, y dejan grandes momentos. En realidad, cualquier escena en la que Olive y Emerson pusieran en práctica sus dotes detectivescas elevaba los capítulos a un nivel mayor, y ni siquiera hacía falta que Olive se pusiera a cantar, ya fueran las Bangles o Lionel Ritchie. Olive tiene ocasión de confrontar, y superar, sus sentimientos por Ned, y Emerson logra cerrar la historia de la hija a la que no conoce.

Vivian y Lily Charles, por su parte, siempre han sido los personajes más tristes de toda la serie, las que viven no sólo apartadas del mundo, sino ancladas en el pasado, un poco a lo Gloria Swanson en 'El crepúsculo de los dioses'. Que al final tengan un rayo de felicidad es de justicia, sobre todo porque el lado sarcástico de Lily ha sido de lo mejor de toda la serie. Ellas dos ejemplifican perfectamente la melancolía y la amargura que subyacía siempre en todos los episodios. Por debajo de los colores de los escenarios, de los diálogos ingeniosos, de las tartas, del amor de Ned y Chuck, siempre latía la soledad en la que se encuentran todos los personajes, su incapacidad para expresar sus sentimientos, y para verlos recompensados. Los problemas de Ned y Chuck van mucho más allá de no poder tocarse, bajo peligro de muerte.

Con la cancelación de 'Pushing daisies' perdemos una apuesta por hacer algo original y diferente en televisión. Desde luego, con ella no hay término medio, o te encanta o te resulta cargante, y como yo he disfrutado mucho con ella, vamos a despedirla con esa estupenda frase con la que el narrador cierra el último episodio: "Estos eventos no son, no fueron y no deberían ser considerados un final porque en los finales, como todos sabemos, es donde empezamos". Canal+ empieza a emitir en España la segunda temporada de la serie el próximo domingo.

En ¡Vaya Tele! | 'Pushing daisies: Habrá cómic de continuación de la serie

Portada de Espinof