'Medium' se despide apelando a las lágrimas


Finalmente, tras sobrevivir a una cancelación por parte de la NBC y haber aguantado más que decentemente durante dos temporadas en los viernes de la CBS, ‘Medium‘ echó el cierre en Estados Unidos el pasado fin de semana. La cadena había recortado la orden de episodios de la séptima temporada de 22 a 13 y, aunque la palabra “cancelación” no se pronunció oficialmente, todo el mundo supo enseguida qué quería decir eso. Así que los guionistas de la serie se pusieron manos a la obra para darle a las historias de la familia DuBois un cierre definitivo, algo que empezó a notarse a unos cuatro o cinco episodios del final.

Manuel Devalos iba a dejar de ser fiscal del distrito para presentarse a alcalde de Phoenix, a Joe le ofrecen un ascenso en la empresa, Allison se plantea volver a la universidad para sacarse el título de Derecho que dejó a medias, Ariel se va a la universidad y la madre de Joe, enferma de cáncer, fallece, dándole a Allison el aviso de que se avecina una etapa de oscuridad. Y esa etapa la vimos en el último capítulo, cuando Joe muere en un accidente de avión mientras regresaba de trabajar en un contrato militar en Hawai. No es una mala idea, teniendo en cuenta el tema de la serie y la habilidad de Allison, que su marido fallezca repentinamente en el final, pero cómo llevaron todo esa trama no fue especialmente satisfactorio.

El centro de ‘Medium’ siempre ha estado puesto en la familia DuBois y, sobre todo, en la relación entre Joe y Allison, que siempre se han querido y apoyado a pesar de las discusiones o los problemas que hayan podido tener. Están ahí con los Taylor de ‘Friday Night Lights‘ en el podio de los matrimonios mejor retratados y más creíbles de la televisión estadounidense, si obviamos que Allison tiene sueños premonitorios y puede contactar con los muertos, claro. El concepto de hacer que el último episodio girara en torno a una exploración del amor entre los dos no es malo, pero el caso que se utiliza para ello está un poco rebuscado y, a veces, parece sacado de un telefilm de Antena 3 del sábado por la tarde.

Quizás, parte del problema es que, como se ha comentado por Twitter y en otros blogs sobre la serie, ya gastaron dos buenos finales en la quinta temporada (la última emitida en la NBC) y en la sexta, en la que no sabían seguro si los renovarían por una séptima entrega. En aquella quinta temporada, Allison soñaba un futuro en el que su marido y sus hijas morían a manos de un narcotraficante que Devalos estaba procesando, y ella buscaba venganza; en la sexta, era la propia Allison la que fallecía y, desde el más allá, le soplaba a su hija Ariel los culpables de asesinatos varios, de tal modo que ésta seguía colaborando con la fiscalía del distrito de Phoenix y nunca terminaba yéndose a la universidad.

El cierre de aquella sexta entrega bien podía haber servido como final de la serie (la quinta terminaba con un cliffhanger tremendo, con Allison en coma), así que el afán por superarse en el final definitivo quizás impidió que estuviera a la altura del resto del show. No obstante, los últimos minutos sí que son un cierre emocionante y una bonita despedida de los fans, especialmente ver a todos los actores marchándose del plató uno por uno y saludando a la cámara, mientras a sus espaldas los técnicos desmontan el set. No es que redima del todo de la parte intermedia del capítulo, pero al menos es un detalle con los seguidores.

‘Medium’ se ha despedido un poco por la puerta de atrás, casi sin hacer ruido, que es más o menos la tónica que ha llevado a lo largo de sus siete temporadas. Sus audiencias siempre fueron decentes, por lo menos, y hasta hubo un par de temporadas en las que era de las pocas series que de verdad tenían buenas audiencias en la NBC. Sus cinco años en esa cadena fueron los mejores, con unos sueños de Allison muy inquietantes, que buscaban vueltas de tuerca imaginativas a casos habituales de cualquier procedimental. Si ella soñaba con una chica secuestrada, lo hacía como si fuera una princesa a lo Rapunzel, encerrada en lo alto de un castillo, o si la víctima era sorda, Allison se pasaba todo el capítulo sin oír nada, o escuchando dentro de su cabeza “I will survive” si soñaba con una chica que escuchaba esa canción cuando la raptaron.

El grupo de secundarios también estaba bastante bien dibujado, destacando un Lee Scanlon lleno de demonios personales al que sacaron más jugo en las últimas temporadas, pero todos se veían ensombrecidos por Joe y las tres hijas de Allison, que componían uno de los mejores retratos de niños en la televisión, con la peculiar Bridget robando limpiamente el show hasta que su hermana Ariel empezó a desarrollar más en serio los poderes de su madre y a experimentarlos de formas un tanto inquietantes.

Se echará de menos a la familia DuBois (el dúo Joe-Bridget y, después, Joe-Marie era muy divertido), los recursos visuales para los sueños que lograban momentos que daban muy mal rollo y el sentido del humor de algunos capítulos (incluido un simpático homenaje a ‘La noche de los muertos vivientes’). ‘Medium’ nunca fue un gran éxito, aunque Patricia Arquette se llevó un Emmy a la mejor actriz dramática creo que por la primera temporada, pero encontró el modo de presentar un drama familiar muy cercano disfrazado de un procedimental sobrenatural.

En ¡Vaya Tele! | ‘Medium’ cancelada, según Patricia Arquette

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