'Nurse Jackie', más vale tarde que nunca

Dicen que de los errores se aprende, que no hay mal que por bien no venga, que no hay quinto malo… el refranero español es amplio y muy sabio, pero el mensaje que os quiero dar es claro: ‘Nurse Jackie’ ha vuelto a ser lo que era. Tras una tercera temporada que se debate entre la morralla y la indiferencia, los nuevos capítulos han conseguido desprenderse de todo eso que arrastraba desde hace ya tres años para regalarnos la que probablemente sea su mejor temporada.

La mejoría de la serie ha tenido dos puntos clave. El primero, el cambio de Jackie Peyton; un cambio que debería haber llegado hace ya un año, y que ha demostrado que la serie puede seguir adelante sin necesidad de mantener a la enfermera enganchada a las pastillas. Todo lo contrario. ¿Y el segundo punto clave? La creación de un némesis a la altura de la grandiosidad de Jackie, un villano capaz de ponerla contra las cuerdas y decidido a sacar todo lo malo que hay en ella.

Un vistazo a…
ENFOQUE PROFUNDO Y LENTES PARTIDAS

La verdad de Jackie sale a la superficie

‘Nurse Jackie’ regresó pidiendo perdón. Lo hizo con 25 minutos dedicados a los fans de la serie, a todos esos que por amor a una de las series más icónicas de Showtime decidieron darle una última oportunidad y ponerse a ver el primer episodio de la cuarta temporada. Nos conquistó, evidentemente. Concentró en un sólo episodio una trama que podría haberse extendido casi toda una temporada, para no dar tregua al espectador a partir de ahí. Ni al espectador ni a Jackie, que lo ha pasado tremendamente mal en este tiempo.

Quien siembra vientos, recoge tempestades (sigamos con el refranero), y a Jackie le ha venido todo de una vez. Los responsables de la serie han querido ponerla al límite, tocándole todo lo que más le duele. Desde sus hijas hasta sus pocos amigos, pasando por su trabajo que es lo único que le permite evadirse de sus ansias “pastilleras”. Todos se han confabulado contra ella, y nosotros hemos disfrutado como enanos viendo cómo se las ingeniaba para pegarles una patada a todos ellos y al mismo tiempo no echar su vida abajo.

Los secundarios reflotan el barco

Claro que ‘Nurse Jackie’ no es nada sin sus personajes secundarios, también abandonadísimos la pasada temporada, pero este año ha habido cambios para todos ellos. El más grande, por supuesto, el de O’Hara, quizá uno de los personajes más interesantes de las series actuales, que con su embarazo ha adquirido otra dimensión. Ha sido uno de los pilares en la recuperación de Jackie, y no hace falta decir que su acercamiento a Coop ha sido de las tramas más divertidas de este año. Siempre se supo que entre estos dos habría tomate, habrá que ver cómo lo gestionan.

Los otros dos pilares de la serie han sido siempre Zoey y Akalitus, también con novedades para ambas. La primera ha sido una de las confidentes de Jackie durante toda la temporada, testigo involuntario de todas sus desgracias y amiga fiel a pesar de las mentiras durante todos estos años. Algo que ha convertido a Zoey en la segunda mejor amiga de Jackie, y por supuesto siempre acompañado con su dulzura intrínseca.

El descenso a la clase obrera de Akalitus ha sido apoteósico, aunque nada podrá igualar a la escena del ascensor en la segunda temporada.

Del “Blow me!” al “I fucking made it”

Hola, me llamo Jackie y soy drogadicta

Ésta era la frase que Jackie no quería pronunciar, la que dejaba en evidencia a la enfermera al final de su segunda temporada. Dos años después (uno, si obviamos la olvidable tercera temporada), la despedida ha sido muy diferente.

Lo he conseguido, joder

La visita al bebé recién nacido de O’Hara es muy metafórica. Viene de dejar atrás esa vida que ya no forma parte de ella, ha dejado en la camilla a Charlie, su compañero de rehabilitación. Él no lo ha conseguido, ella sí. No está rehabilitada por completo, ni mucho menos, pero es el primer paso que le permitirá recuperar su vida.

Y tiene mucho trabajo por delante hasta conseguirlo. El tema de la custodia de las niñas se ha complicado aún más tras ser despedida del hospital, y las represalias podrán ser mucho peores ahora que Mike Cruz, el nuevo director, ya no tiene un hijo que le permita mantener la esperanza y le mantenga medianamente sosegado. Ahora que la verdad ha salido a la luz, Jackie puede sacar todos sus cojones y luchar por su vida con todo lo que tiene. Y sabemos que tiene muchos cojones. Como dice el refranero: “Tiran más dos tetas…”

En ¡Vaya Tele! | ‘Nurse Jackie’ quiere redimir sus errores del pasado

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