'Parks and Recreation' regresa por todo lo alto

Por fin han vuelto. El equipo de “Parks and Recreation“ de la ciudad de Pawnee se ha demorado mucho este año a la hora de aparecer por nuestras pantallas, pero la NBC le ha encontrado un hueco dentro de su experimento con seis comedias en la noche de los jueves. Experimento que, por otra parte, les está funcionando bastante bien. La primera (y cortísima) primera temporada no fue nada del otro mundo, siguiendo la estela de otra serie a la que se asemeja mucho, ‘The Office’, que hasta la segunda temporada no consiguió despuntar.

Pero una vez pillado el rumbo, ‘Parks and Recreationha cogido la senda de la excelencia y de ahí no se baja. Poco a poco, con cada capítulo que pasaba Leslie Knope se hacía más grande, Ron Swanson confirmaba su apatía en el puesto de jefe del departamento, y los secundarios que casi sobraban en la trama fueron cogiendo su punto, definiéndose a sí mismos para formar un cúmulo de personajes que ya no pueden vivir los unos sin los otros. Porque la crisis ha llegado también a Pawnee, y si quieren mantener sus puestos de trabajo, van a tener que trabajar codo con codo.

Sinceramente, cuando al final de la pasada temporada llegaron Rob Lowe y Adam Scott me temí lo peor; no confiaba en la capacidad para hacer reír de Rob, y el de Adam parecía un personaje sosísimo que poco o nada tendría que decir en la serie. En el papel de Adam me mantengo, pero Rob Lowe (que en la serie interpreta a Chris Traeger) está siendo sobresaliente. Su “Ann Perkins!“, que grita cada vez que ve a la enfermera, forma ya parte de la literatura de la serie, y su carácter inocente, entusiasta y comprometido se está ganando a todos los fans a pasos agigantados.

‘Parks and Recreation’ ha conseguido mantener la senda del éxito que inició en la segunda temporada; sin dejar de lado los proyectos del departamento, se está centrando muchísimo más en crear y moldear a los personajes, dejando que los más “locos” tengan vía libre para hacer sus locuras. Y, por supuesto, potenciando ese carácter absurdo con recursos como la gripe, que nos dejó a Leslie viendo alucinaciones y a Chris lamentándose por haber mancillado la integridad de su cuerpo.

Destacamos también a Ron Swanson, que al principio de la serie parecía el jefe ausente y secundario, pero que se ha ido definiendo poco a poco. Es increíble cómo un bigote y una cara impasible pueden llegar a hacer reír tanto, pero Nick Offerman lo consigue casi sin pestañearse. Y en el primer capítulo ya se ha sacado de la manga otra de las suyas, la “Pirámide Swanson de la Grandeza“ que, según él, ha estado diseñando durante años. La imagen se merece un vistazo con detenimiento.

Del que no sabemos nada es de Marc Brendanawicz, cuya marcha al final de la pasada temporada parece que fue definitiva, y yo que me alegro. Ahora, entre todos, tendrán que trabajar para que el festival que están organizando salga adelante, o si no el departamento será cerrado definitivamente. De momento, en el festival de las audiencias no le está yendo nada mal; va detrás de ‘The Office’, lo que le ha permitido marcar su récord histórico en los demográficos, y sólo la serie de Michael Scott marca mejores registros que ‘Parks and Recreation’ en la noche del jueves. De momento, parece que no vamos a tener que sufrir por ese posible cierre.

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