Si aún no te has ido de Netflix estás de suerte: su nuevo slasher con bucles temporales es de lo mejor del terror japonés reciente

Re/Member’ es una nueva película de terror japonesa estrenada en Netflix basada en el manga ‘Karada sagashi’ de Welzard, un live action que no sigue la tendencia actual de convertir la fuente en serie o dos películas, sino que funciona, al menos de momento, como una historia uniforme. Aunque el cine asiático de terror está recuperando popularidad en los últimos años, esta no ha sido suficiente para un renacimiento de las películas de terror en Japón.

El cine de Indonesia con Joko Anwar y Timo Tjahjanto está liderando un nuevo movimiento que también incluye a Filipinas, incluso Taiwán, que ha comenzado fuerte con ‘Maleficio’; Corea del Sur no está como hace 10 años, pero sigue ofreciendo buenas películas, pero, por extraño que parezca, Japón no ha tenido mucho éxito estos años, a pesar de que ese país se había convertido en sinónimo del género de terror en los años 2000, con la etiqueta J-Horror para definir películas que incluso venían de otros lugares.

‘Re/member’ no ha llegado para cambiar la situación del cine nipón, pero es una bienvenida mejora en unos años en los que apenas la película ‘It Comes’ (2018) ha sido realmente destacable. Esta adaptación cinematográfica es la última iteración de una historia que ya ha sido contada en variedad de medios. Empezó en 2013 con una serie de web toons que pasaron a manga, y en 2017 hubo una adaptación al anime muy corta, con 10 episodios de 3 minutos cada uno. Ahora, la cuarta versión dura 100 minutos.

Atrapado en el tiempo con asesinatos y monstruo

El manga no contaba nada demasiado nuevo, pero sí daba una alternativa con terror a  ‘Atrapado en el tiempo’ relativamente inédita, ya que el concepto se vio en la angustiosa ‘Salvage’ (2006) antes incluso que el manga, que usaba el tropo de la distorsión temporal donde los personajes tienen que revivir un día una y otra vez, pero con sangre. La comparación con ‘Feliz día de tu muerte’ en particular es obvia, ya que en ambos casos el bucle temporal es causado por la muerte violenta, pero la de Blumhouse parece más bien una explotación del concepto del manga y resulta mucho más timorata.

Como suele ser el caso, hay que hacer algo para que el día interminable llegue a su fin, y aquí el título ambiguo da una pista. La película empieza con Miko Onoyama, una niña de 8 años siendo brutalmente descuartizada por un hombre. Treinta años después, Asuka (Kanna Hashimoto), una estudiante ignorada por los demás, encuentra que el hecho de no hacer amigos es el menor de sus problemas cuando empieza a experimentar extraños sucesos. Ella, junto a cinco estudiantes de su instituto son seleccionados por una estudiante muerta que les pide que "encuentren su cuerpo".

Los seis son convocados a medianoche en el instituto y comienza la búsqueda del los miembros, pero hasta que no se complete el cadáver, los estudiantes están destinados a repetir el mismo día desde cero todas las mañanas, en un bucle infinito. Pero no es tan fácil, cada noche están siendo acechados por una “Persona Roja”, una niña empapada en sangre que no pierde un solo momento antes de matarlos brutalmente. La película no menciona las reglas pero sigue más o menos las que explicaba el manga, haciendo el viaje más enigmático y con una lógica interna que vamos aprendiendo de forma intuitiva.

Horror juvenil con reglas sólidas y sangre

En la línea de ‘Gantz’ y otras ficciones del estilo, ‘Re/Member’ es la clásica ficción juvenil violenta japonesa con unas reglas claras y un esquema que se repite, y aquí el gancho es que los diversos miembros del grupo comiencen a recordar y dejen de lado sus diferencias para trabajar juntos. Así, hay un buen equilibrio entre el vínculo adolescente de ‘El club de los cinco’ y el horror en dos “dimensiones” de ‘Pesadilla en Elm Street 3’, usando varios los tropos del slasher sobrenatural. La primera hora es un despiporre de matanza y sangre, con montajes al estilo video musical encontrando partes del cuerpo junto a muertes explícitas que parece abrazar la comedia de terror.

Al principio de la película hay visiones dignas de Junji Ito y el del maquillaje protésico utilizado para el fantasma también es digno de elogio, con una boca al estilo de los vampiros de ‘The Strain’ y un diseño muy grotesco, propio de nuevos monstruos de internet dibujados por Trevor Henderson. La película refleja el mensaje subyacente de que para lograr el éxito, deben trabajar en equipo, solucionando la sensación de soledad de sus vidas, lo que abre las puertas a una gran cantidad de drama adolescente y rasgos ingenuos y algo cursis sobre la amistad.

La música pastelosa crea esos momentos bienintencionados que, a su modo, tienen sentido y crean un conflicto que funciona narrativamente, pero el contraste con la sangre es bastante chiflado y sacará a muchos. Aunque la idea de mezclar ambos conceptos y tonos es algo que solo podrían hacer los japoneses, y no es tan distinto a lo que convierte a un delirio como ‘Hausu’ (1977) en cine de culto. ‘Re/meber’, sin llegar a ser una película imprescindible, sí es una agradable sorpresa para espectadores sin prejuicios hacia los tropos del cine juvenil y comienza una posible saga —ojo a la escena postcréditos– con la que retomar el amor por el terror japonés en acción real y, por qué no, con las propuestas locales de Netflix.

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